James y sus ocurrencias

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Luego de la conversación con Peter, Remus pudo estudiar tranquilo.

Hasta que su tranquilo silencio, fue destruido, al ver entrar corriendo, a ¿James? ¿Con Sirius tras él?

—¡Peter! ¡Tenemos que hablar!— exigió James, mientras recuperaba la calma, y el aire que le faltaba por tanto correr.

—¡¿Para qué?!— preguntó el rubio

—No lo sé... pero debe ser importante— dijo el pelinegro, agitado —Me hizo correr hasta aquí, desde Hogsmade—

—No te lo voy a decir acá ¡Es importante!— dijo James, mientras se llevaba a Peter del brazo —Hasta luego tórtol-chicos— se corrigió James, mientras subía las escaleras hacia su habitación con Peter.

Remus y Sirius, se quedaron, mirándose fijamente; Remus sentado en el sillón, y Sirius parado frente a él.

—Eh... Moony... ¿Puedo sentarme al lado tuyo? Quiero estudiar— preguntó el ojigris.

—Si... sentate y yo te explico— dijo Remus, y al mismo tiempo Sirius se sentaba a su lado, apoyando su cabeza sobre el hombro del licántropo.

Mientras tanto, James y Peter observaban la dulce escena, desde el primer piso, apoyados en la baranda.

—¿Para qué me buscabas?- preguntó el rubio

—A Sirius le gusta Remus— respondió James

Peter se quedó mirando a su amigo, con una expresión de sorpresa y felicidad. Luego se puso a saltar.

—¡Y a Remus le gusta Sirius!— dijo Peter, levantando lo suficiente la voz, para que James de moleste.

—¡Shh! Nos van a escuchar— se quejó el de lentes.

—Me imagino que tenés un plan—

—Exacto— dijo orgulloso James —Este viernes, haremos que se junten, en un picnic a la luz de la luna; diremos que es un picnic entre los cuatro, y luego nos iremos... o nos quedaremos escondidos— explicó James, con una sonrisa malévola.

—Me gusta más la segunda opción, pero ¿Por qué el viernes? Falta una semana—

—Porque la Luna estará alineada con Sirio, además al otro día no hay clases, y eso significa que podrán estar hasta tarde en... sus cosas — dijo James, con todo fríamente calculado.

—¡Perfecto!— exclamó Peter, con una más malévola que la de James

Peter estaba por bajar de las escaleras, cuando James lo agarró del brazo —¡¿Qué haces?! No podemos arruinar este momento— dijo

—Pero... bueno, no interrumpo nada— dijo el rubio, prefiriendo no hacer enojar a James.

Ya era miércoles, faltaban sólo dos días, para la Gran Noche, y los chicos ya tenían todo planeado. El viernes dejarían en la habitación, una nota, diciéndole a los chicos que se preparen. James ayudaría a Sirius a prepararse, Lily (quien ya habían hecho cómplice) ayudaría a Remus, y Peter, prepararía el picnic.

Todo estaba listo, tenían el mejor plan, para ver a sus mejores amigos envejecer juntos, sólo había que esperar a que funcione.

El jueves a la tarde, se fueron los cuatro a Hogsmade, y mientras Sirius intentaba convencer a Remus, de ir a las Tres Escobas; Peter y James, se escaparon a Honeydukes.

—Ya anoté: Chocolate con maní, chocolate con leche, ranas de chocolate y grageas de todos los sabores— dijo Peter, leyendo una pequeña lista, que tenía en su mano

—¡Después de ir a Honeydukes podemos ir a comprar jugo de calabaza!— exclamó James, luego de pensar un rato.

Llegaron a Honeydukes, y compraron todo lo necesario para el picnic.

Perdón por este capítulo tan corto, el otro será más largo.
Espero les guste

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