Wolfstar

Fase dos: ropa

Remus estaba sentado junto a Sirius en el piso, explicándole una tarea; cuando una pelirroja loca, y un miope maniático, irrumpieron en la habitación.

—Bueeenas bueenas! ¿Cómo amanecieron mis tórtolos favoritos?— saludó James, después de abrir la puerta de una patada.

Remus y Sirius se miraron fijamente, y se sonrojaron —Aah... todo bien— respondió el pelinegro.

—Remus! Vos te venís conmigo!— exclamó la pelirroja, mientras le tiraba del brazo.

—Pero... la tarea... Sirius— se quejó el castaño.

—Ay Rem, la tarea puede esperar, y ya tendrás tiempo para Sirius— dijo la pelirroja.

Sin darse cuenta, por la discusión, en menos de diez minutos, estaban en Hogsmade.

—¿Vos estás loca, flaca? ¡No tenemos el permiso!— exclamó Remus

—¡No soy una pelotuda! Obvio que pedí el permiso— dijo la pelirroja —Te traje para comprar ropa, para el picnic.

—No hace falta, ya tengo mucha ropa

—Ajá, ropa de abuelo

—¡A mi me gusta!— se quejó el castaño.

—A mi también, pero necesitas algo más... presentable

—Okey... pero yo pago

—Soy buena amiga, pero no gasto ni un galeón, no traje dinero— dijo haciendo una seña a sus pantalones vacíos.

Lily lo llevó a la mejor tienda de ropa que encontraron; le compraron un conjunto, de un estilo intermedio entre el de Remus y el de Sirius.

Remus no entendía por qué su amiga quería que esté tan arreglado, ella ni iría.

—Te veo demasiado feliz ¿Qué estás tramando?—preguntó divertido Remus, haciendo énfasis en la palabra "demasiado".

—¡No, no tramo nada!... por ahora— ambos rieron.

Pasaron un rato más en Hogsmade, simplemente paseando por el lugar, y viendo una que otra tienda

—¿Ya podemos volver?— preguntó aburrido el castaño.

—No, ya te lo dije— respondió la pelirroja.

—¿Por quéeeee?— siguió molestando Remus, mientras tiraba la cabeza hacia atrás.

—Porque si. Pareces nene chiquito, no me hinches las pelotas, porfa— dijo enojada la ojiverde.

—Sólo si me comprás chocolate.

—Sólo si me decís quien te gusta.

—Trato hecho— finalizó Remus.

Luego fueron a comprar chocolate, mientras Remus le tenía que contar toda su vida amorosa a Lily, quien comprobó cada una de sus sospechas.

Lily se puso a pensar, en que debería pelear con James y Peter, por el puesto, de presidente del club de fans de Wolfstar, que todavía no había sido fundado, pero dentro de poco tendría cientos de integrantes, o todo Hogwarts.

Mientras tanto James ayudaba a Sirius a prepararse.

El pelinegro quería lucirse en el picnic, como siempre, sólo que también estaba el miope, para ayudarlo, así que todo se convirtió en un desastre.

—¡Prongs!, ¿Cual de estas camperas me pongo? —Le preguntó el ojigris, sosteniendo dos camperas de cuero que, para la experiencia del moreno, eran iguales.

—Eh... creo que... las dos se te ven bien —Opinó sin idea alguna, James.

—Pero... —Se quejó Sirius, pensativo— Me pondré esta... me gusta más, porque es más corta.

—Si... si... y ¿Qué remera, te vas a poner? —Le preguntó el ojiverde.

Sirius comenzó a revolver sus cajones, hasta que encontró su remera, su remera favorita; su remera de Nirvana.

—¡Esta! ¡Me voy a poner esta! —Gritó saltando por toda la habitación, mientras abrazaba la prenda.— Hace mucho tiempo que no la uso, y espero que a Moony le guste.

James formó una sonrisa traviesa, y soltó un risita cómplice.

—Yy... ¿Por qué te importa tanto lo que Moony piense? —Preguntó James, sabiendo mejor que Sirius, la respuesta.

—Ya sabés, no jodas, Bambi Miope —Se quejó el ojigris, mirándolo molesto, y el contrario le tiró una almohada.— Y me voy a poner mi jean negro, favorito.

—¡¡NO ME CAMBIES DE TEMA, PERRO PULGOSO!! —Le gritó James, mientras se acercaba, a tirarlo de los pelos.

—A MI NADIE ME DICE PERRO PULGOSO, Y MENOS, UN BAMBI MIOPE DE MIERDA —Gritó el pelinegro, intentando alejar al de pelo azabache.— ¡No-Me-Toques! ¡ME VAS A CONTAGIAR LA MIOPÍA!

—NO JODAS, VOS ME CONTAGIAS LA MUGRE, ADEMÁS PODRÍAS PEINARTE UN POCO. —Dijo James, y luego le revoleó un cepillo, por la cabeza a Sirius.

—ME VAS A MATAR —Se quejó después de atrapar el cepillo.

—¡Ya preparé todo! Lily y Remus ya están volviendo —Exclamó Peter, entrando a la habitación, e interrumpiendo la pelea— ¡¡NO PELEEN!! YA DEBERÍAS ESTAR LISTO SIRIUS. —Les gritó el rubio.

James se hizo el tonto, ignorándolo, y Sirius corrió a vestirse, al baño.

Sirius salió del baño ya vestido, y con su revoltosa cabellera, desordenada, como le gustaba.

—Nunca voy a entender, por qué te gusta tener el pelo así —Le dijo James, y la verdad es que, ni él mismo lo sabía.

Podía ser porque ya era algo característico de su persona, porque de niño lo llevaba así para molestar a su madre, o porque Moony le expresaba seguido, que le gustaba mucho su pelo alborotado.

"Definitivamente, es por la opinión de Moony..." concluyó Sirius, en sus pensamientos. —Me gusta así —Le mintió a James.— Aunque, a vos, tampoco te vendría mal peinarte —Dijo, tomó un cepillo, y comenzó a correr a James, por toda la habitación.

—Bueno... bueno... no te jodo más... —Le dijo James, y luego se arrepintió —...Mejor si, ¿Qué tal todo con Rem?

Sirius lo miró con odio.— No sé de que me hablás —Dijo, y luego, para distraer a James, puso uno de sus vinilos de Queen, que a su amigo no le gustaba.

—¡SACÁ ESO PERRO PULGOSO! —Gritó James, intentando que sus gritos se escuchen, debajo de la música, a la que Sirius cada vez le subía más el volumen.

—¡YOU GOT MUD ON YO' FACE! —Cantó Sirius, ignorando a James— ¡KICKING YOUR CAN ALL OVER THE PLACE! ¡Singing!

James se tapó los oídos, para no escuchar a Sirius, cantando su parte favorita a todo volumen.— ¡NO ME JODAS CON ESTA MIERDA!, ¡LOS BEATLES SON MEJORES!

Así pasaban todas las tardes, escuchando música, molestándose, y discutiendo por sus distintos gustos musicales, pero esta tarde era más especial...