Tomioka se dirigía hacia su futura vida, como único heredero masculino de una familia prestigiosa en Japón, debía de cuidar su lugar y dar frutos para la próxima generación.
Claro, puede cambiar sus planes de un día para otro cuando conoce a un chic...
El tiempo es indefinido joven Tomioka - Le dijo Katashi mientras cepillaba el cabello de Giyuu - Pero así seran la mayoría de días.
¿Mayoría? - Volvió a cuestionar -
Sí, dijo su madre que los martes y sábados podía despertar un poco más tarde -Menciono-
Giyuu solo asintió mientras observaba a los demás a través del espejo.
Fue despojado de su pijama y vestido por un traje formal pero cómodo para la mañana. Le dieron la opción de peinarse a si mismo y no la rechazó, siempre se hacia una coleta baja algo despeinada.
Joven Tomioka, su madre lo espera para ir a desayunar juntos - Habló uno de los sirvientes -
Dígale que ya salgo, solo me estoy maquillando un poco - Ordenó el azabache -.
Giyuu solo miro su reflejo en el gran espejo para luego mirar hacia sus pertenencias, entre ellas varios polvos y pintura para los ojos y labios. Tomo un poco de polvo y se la esparció por toda su cara, luego tomo un poco de pintura y se la puso en sus labios.
Tomo el listón amarrado en su muñeca y se lo amarro con el cabello, dejando unos mechones en su rostro.
Salió de su habitación y se encontró a su madre de inmediato.
¿Vamos a desayunar? -.
Todavía es temprano, quiero dar un paseo primero y ver a quien encontramos - Dijo su madre con una pequeña sonrisa-
Giyuu solo la miro cauteloso pero aún así ofreció su brazo para que su madre lo tomara.
Solo esperaba que su madre no saliera con sus sorpresas.
¿Dónde estuviste ayer? - Pregunto la mujer azabache -
Estuve paseando madre -.
¿Sin tu guardaespaldas? - La mujer lo fulminó con la mirada - La próxima vez que vea a tu guardaespalda sin estar a un lado tuyo, me aseguraré de darte una lección - Comento en voz baja -
Giyuu volvió a sentir unas uñas enterrarse en su brazo, seguro de que quedarían algunas marcas.
Caminaron en silencio por varios minutos, pasaron por pasillos, a un lado de las tumbonas, subiendo y bajando varias escaleras hasta que saliera más el sol.
Supongo que ya estarán en servicio las cocinas, vamos a desayunar hijo -.
Claro madre -.
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