La mirada

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Dicen que la mirada es reflejo del alma; es tan escalofriante pensar en que alguien pueda notar mis más arduos pensamientos a través de la mía.

Pero si analizamos aquella frase con más minuciosidad, nos daremos cuenta que es algo bastante subjetivo y expresaremos en nuestros ojos lo que cada persona nos hace sentir.

Yo, por ejemplo, si mi padre me viera a los ojos, en ellos apreciaría la adoración, el amor infinito y el capricho de ser la única a sus ojos. Observaría mi recelo a su terquedad, su drama y su excesivo intento de protegerme, pero también el agradecimiento por cada acto de amor que ha hecho por mí.

En el caso de mi madre; la admiración y el anhelo de obtener esa fortaleza e independencia que la caracteriza, no obstante, también vería el dolor y leve resentimiento de aquella niña que tanto lastimó y quebró impidiéndole recordar algo tan apreciado como la infancia. Ella sentiría dolor por tener ese amor incondicional en mis ojos a pesar de ser la causante de algunas de mis cicatrices del alma.

Mis amigos, los verdaderos, observarían la confianza plena y el apoyo incondicional. Encontrarían en mi mirada aquel grito de "¡Estoy contigo, tú puedes!" O el susurro de un "Descuida, aquí estoy y siéntete libre"...
Simplemente encontrarían una parte de mi corazón, un espacio de mi mente y un gran porcentaje de mi esfuerzo por hacerlos feliz.

Finalmente esa persona, esa que está destinada para mí, o que prefiero llamar "mi persona", esa verá el amor puro y más leal. No podrá con el brillo que habrá en ellos con sólo verle, porque en mi mirada sabrá que no existe otra persona para mí. Experimentará el deseo, tanto sentimental como carnal, arderá con la enorme tensión que muestre pero también suspirará con el cariño que emerja con un sólo parpadeo. Conocerá de la intensidad, de la fiereza, de la ternura, de los detalles, de los toques, de los espacios, de los logros, de las aventuras más intrépidas, de las letras de canciones, de las memorias en fotografía, de las peleas, de los enojos, pero también de las charlas de reconciliación... En pocas palabras, mi persona será recompensada con un amor único e inefable, aquellos de los que tanto se habla en los libros pero que jamás o casi nunca se llevan a la realidad...

Suspiros de un corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora