Capitulo 1: avances.

89 10 6
                                    

Orario…

Una ciudad denominada como "la ciudad calabozo", un lugar en dónde miles de seres de toda raza y especie podían ser vistos. Éste lugar, en dónde diferentes historias, batallas y sueños eran llevados a cabo… un lugar en dónde los grandes guerreros destinados a la grandeza, en éste lugar, es donde empieza la leyenda de un peculiar joven con el sueño de ser un gran "héroe".

"Supongo que si aún estoy vivo es porque lo estoy haciendo bien".

Ese era un pensamiento que pasaba por mi cabeza, llevo apenas unos cuantos días en Orario y aunque a veces siento que es difícil, estoy feliz de poder seguir adelante.

Después de dar una considerable caminata, pude llegar a mi destino y a mi actual morada, una iglesia abandonada y en ruinas, en la cual decidí ingresar.

*Toc* *toc* *toc*.

Toqué una puerta que hiba dirigida hacia el sótano.

--¡Pase!.

La tierna voz femenina fue la señal para ingresar y seguir adelante, abrí la puerta, bajé las escaleras y fuí hacia la sala.

Bell: hola diosa Hestia, ¿Cómo te fué el día de hoy?.

Hestia: bien, aunque estoy algo cansada si te soy sincera… ¿Y a tí como te fué?.

Me preguntó tiernamente con una sonrisa en el rostro.

Bell: casi valgo mauser… me persiguió una vaca en esteroides y estoy seguro de que mi asesora me va matar mañana.

Un gran silencio se apoderó de la sala.

Hestia: bueno, eso se oye un poco mal, pero si estás aquí significa que todo está bien.

Pero al final a Hestia le valió verga.

Bell: supongo que tienes razón.

De alguna forma Hestia no estaba equivocada, sigo vivo y con una nueva motivación.

Hestia: bueno, comeremos algo, actualizaré tu estado y luego a dormir.

Dijo la deidad, para después levantarse del sofá y dirigirse a la cocina, pero se detuvo abruptamente.

Hestia: ah si, Bell, hoy puedes dormir en la cama conmigo, tuviste un día muy frenético y necesitas descansar bien.

Hestia siguió con su camino y fué a la cocina.

Bell: si tú lo dices…

Después de un rato, la deidad volvió con dos platos los cuales sirvió en la mesa, como siempre, no era una delicia culinaria sin precedentes lo que se encontraba en el plato, eran una sencillas papas rellenas sofreídas acompañadas por unos emparedados caseros, pero al fin y al cabo, no dejaban de ser un alimento de buen sabor.

Hestia: disfruta.

Hestia se sentó a mi lado en el sofá que se encontraba en la habitación al frente de la mesa.

Bell: muchas gracias diosa.

Disfrutamos de la comida y después de cepillarnos los dientes nos dispusimos a dormir. Ahora nos encontrábamos en la cama con las luces ya apagadas.

Hestia: descansa Bell.

Hestia se acomodó y se rápidamente.

Bell: buenas noches…

Algo en el ambiente me incomodaba, se sentía como si faltara algo… no me sentía seguro. No le quería dar más importancia, por lo que cerré mis ojos esperando dormir.

Hasta que…

Bell: verga, ¡Mi actualización de estado!.

Exclamé con una gran grito que despertó a Hestia.

Danmachi: héroe encabronadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora