CAPITULO 3

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Los días para la boda pasaban con prisa y había ido con mis padres a buscar a Camila para que viviéramos junas en la casa que era de mis abuelos. Las mejoras habían quedado listas a tiempo y se habían colocados carteles para solicitar sirvientes, no era algo que me gustara pero era necesario por el bienestar de Camila. Había acordado junto con mi padre que me haría cargo de la contaduría de los negocios de la Familia para ganar un poco más de dinero, aun que mis pinturas se vendían bien dentro del pueblo y fuera del pueblo gracias a la ayuda de una amiga que conocí en la universidad Alexa Ferrer llevar desde casa las cuentas y administración me serviría de distracción. Cuando estaba joven mi abuelo creo negocios por todo el pueblo y la mayoría de los que están en funcionamiento son de la familia. Christopher era abogado y trabajaba junto a mi padre no tenía interés de los negocios, Taylor estudiaba medicina para ser pediatra y veía como una distracción entrar en los negocios e la familia. Todo el tiempo que estuve en clases en casa mi abuelo enseño todo el manejo de estos y aun que pintar me daba paz, sabía todo lo esencial para llevarlos por buen camino; anterior mente llevaba unas que otras cuentas en las que mi padre me pedía que revisara, pero ahora sería diferente estaría por completo envuelta en ello.

La convivencia con Camila era igual a como nos conocimos por primera vez "pocas palabras" aun que llevábamos 3 días juntas solo nos reunimos para desayunar, comer y cenar; no habían más pláticas entre ambas, pero había ordenado a los sirvientes que se le brindara con facilidad todo lo que ella quisiera. Le había concedido el cuarto principal para que estuviera cómoda, era evidente que no la obligaría a dormir conmigo, a lo que ella solo respondió "si es lo que quieres está bien Lauren" ¿Cómo demonios sabré lo que quiero si ella deja todo a mi mando?

Hoy estábamos sentadas en el comedor para cenar y desde que los platos fueron puestos en nuestra mesa ninguna de las dos había dicho una sola palabra, de mi parte era porque quería que ella tomara la iniciativa pero no había nada que reflejara su rostro que por lo menos preguntaría algo. Pero había no había perdido el tiempo de obsérvala, ere hermosa, una musa perfecta. Estaba vestida con un vestido pegado a ella y suelto de la cintura para abajo se acentuaba perfecto a su cuerpo color blanco con flores amarillas, sus fracciones eran marcadas y perfiladas, tenía unas manos pequeñas pero delicadas, verlas hizo que yo compara sus manos con las mías había muchas diferencias en el tamaño. Su cabello era largo con unos risos al final de este calcule que le llegaría quizás a media espalda pero la hacía ver tan elegante y hermosa.

-¿Lauren?- dijo ella después de sacarme de mis pensamientos.

-¿Qué? Perdón no escuche lo que dijiste- estaba apenada con ella, por fin se había animado a hablarme y yo no estaba en este mundo, estaba en el mundo de su belleza.

Me dio una ligera sonrisa y dijo -Te pregunto si ¿no tienes apetito?, apenas has probado bocado- ¿acaso de preocupaba por mí?

-Discúlpame Camila, estaba pensando en unas cuentas que tengo pendientes- mentí descaradamente, lo último que quería era que Camila supiera que la estaba mirando demasiado y admirando su belleza. De por si sentía que hablas miles de muros entre nosotras, que pensara que era una acosadora era lo último que quería.

-Está bien Lauren, ya he terminado, si no te molesta me retirare para descansar no me encuentro de ánimos preferiría descansar- se había sentido mal y no estaba al tanto de ello, qué clase de esposa seré si vivimos en la misma casa y no sabía nada de eso.

-¿Qué pasa? ¿Qué tienes? ¿Es él bebe? ¿Tienes gripa? ¿Te ha picado algún animal?- solté preguntas pensando a que lo mejor acertaba en una y solucionara algo, ¿estúpido no?, soy pintora no doctora.

-Estoy bien Lauren dentro de lo que cabe es normal- puso una de sus manos sobre la mía que se encontraba posando en la mesa -es solo que hoy me he levantado con muchas náuseas y vomito por el embarazo-

-Si quieres puedo mandar a llamar al doctor Simón para que te revise- dije preocupada.

-No es necesario Lauren pero muchas gracias- y ahí estaba de nuevo una sonrisa sincera -Normani me ha preparado un té para el malestar.

-¿Normani? ¿Quién es Normani?- a lo mejor era una de sus amigas y como estuve en el estudio todo el día no la vi.

-Normani es la cocinera Lauren- tenía su ceño fruncido - ¿no la has visto?

No se cómo se llaman, disculpa, pero me alegro que estén al pendiente de ti- frote mi pulgar en su mano y le di una mirada de admiración -Me gustaría que mañana en el desayuno habláramos Camila y nos conozcamos un poco, quiero que sepas que aun que este matrimonio no es de verdad puedo ser una amiga para ti.

-Por supuesto Lauren- quito su mano y se puso de pie intentado levantar los platos.

-No, no, no, no yo me encargo de esto- quite los platos de sus manos -ve y descansa.

Camino hasta mí y me dio un beso en la mejilla -Que pases buenas noches Lau- termine de darle una sonrisa para luego ver como daba media vuelta y se perdía en el pasillo para subir a la recamara.

POV CAMILA

Me encontraba sentada en la cama después de haberme despedido de Lauren en la cena, fue tan dulce al preguntar que me pasaba, desde que supe que estaba embarazada deje de recibir atención de mis padres y no los culpo cause una gran decepción en ellos. Cuando supe que había pedido mi mano para casarnos, fue todo tan raro e imposible de creer, mis padre fueron muy claro cuando me dijeron que solo se casaba conmigo por su edad y porque se había aislado en la casa de sus padres por un problema de nacimiento que hizo que en la escuela la rechazaran de pequeña. Solo había escuchado por varios conocidos del pueblo que era una gran artista y que tenía un talento fenomenal pero que las burlas hicieron que dejara de asistir al colegio he incluso a fiestas de su familia. Sabia que era una mujer insegura por lo que su madre me comento cuando recién me mude con Lauren y ella llego de visita inesperada, pero Lauren estaba ocupada en el estudio en ese momento así que la atendí yo. Me conto muchas cosas de ella y parte de su infancia con la que tuvo que vivir y incluso su problema de nacimiento y aun que debo de admitir que no sabia nada de esto y despertó mi curiosidad no pude entender como a un ser tan hermoso e inocente pudieron causarle mucho daño.

Lauren era una mujer muy atractiva, alta con un cuerpo envidiable; no es que no se vistiera bien siempre lo hacía tenía un estilo de vestimenta adecuado para la persona que era, como por ejemplo hoy, estaba vestida con un pantalón de talla alta color café con un delgado cinturón blanco, una camisa color blanca con cuello azul y zapatos bajos blanco. Su cabello era completamente negro muy marcado al igual que sus cejas bien definidas, pero si todo eso se consideraba cautivador era cuestión de ver un segundo sus ojos, esos eran de un color verde esmeralda, completamente hermosos, aun que en ocasiones cambiaban a grises, no podía decifrar que es lo que hacia que Lauren pudiera hacer que sus ojos cambiaran de color, pero era un espectáculo completamente hermoso de admirar. A simple vista irradiaba seguridad y es que había escuchado algunos de los empleados que le tenían miedo ya que no hablaba con ellos o ni siquiera los miraba, pensaban que era un mujer de carácter fuerte y lo cierto era que nada de eso llevaba a un porciento de verdad, Lauren era un ser indefenso qué se sentía perdida y rechazada por todos. Puedo jurar que si Lauren saliera de casa no solo recibiría mirada de mujeres sino también de hombre o de todo lo que pudiera capturar su belleza.
No he hablado con ella o presionado a entablar una platica mas extensa porque he querido darle su espacio y he observado su forma de ser. Ella me dijo que podíamos ser amigas y lo cierto es que estoy tan agradecida con ella por hacerse cargo de mi bebe y de mi qué aun que no lo he dicho en mi ya tiene una amiga. Solo espero que mañana pueda avanzar más con ella y quitarme un poco la pena al hablar y es que me da miedo decir algo que me haga quedar en ridículo con ella.

-Lauren es mi ángel, Lauren es nuestro ángel- dije en voz muy baja posando una mano en mi vientre, ahí donde se encontraba mi pequeño creciendo...

LA FAMILIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora