CAPITULO 2

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-¿Embarazada padre? ¿La mujer con la que me casaran está embarazada?- Me levanto de la silla con sentimientos de rabia y humillación -Esto debe de ser una maldita broma padre, no me casaré con una mujer que se fue otro y al final no se quiso hacer cargo de su problema- Si de por si soy la burla de todo el pueblo por mi condición, ahora será peor cuando se enteren qué me case con una mujer que ya venía con un bebé en camino.

-Lauren por eso mismo quise hablar en privado contigo, Camila se ha comprometido contigo para ser una esposa digna de ti- dijo mi padre con compasión.

-¿Para ti ella es una mujer digna padre?- esta humillación por parte de mi padre no se comparaba con las que me hacían de pequeña, esta era mil veces peor -No sé qué es lo que me duele más, si tu humillación o las de las personas. Solo recuerda una casa papá, tienes muy equivocado el concepto de mi felicidad-

Mi padre dio un suspiro y negó con la cabeza -No te estoy humillando lolo y jamás lo he hecho, siempre te he amado y respetado, esto lo hago por tu felicidad. Camila hablara contigo antes de la cena, solo trátala bien, esa muchacha ya ha sufrido demasiado como para aguantar más de ti.

-Es que no entiendes que mi felicidad estar sola, que así soy feliz- Dije a mi padre, me sentía feliz no por el hecho de casarme le iba a dar un plus a mi felicidad.

-No, no lo eres, eres conformista y te has empecinado a encerrarte en esta casa desde hace un año que volviste, las personas del pueblo no te odian lolo todos esos niños crecieron como tu, deja de vivir en el pasado hija. No tienes amigos Lauren, dime ¿cuál es tu concepto de ser feliz? ¿Pintar todo el día? ¿Cuánto te dura esa felicidad hija?- Camino hasta donde estaba y me abrazo –Espero hacer lo correcto, si las cosas no funcionan hija como todos en la casa esperamos seré yo mismo quien tramite el divorcio. Viran en la casona que era de tus abuelos y espero de todo corazón hija que las cosas funcionen. 

La plática termino ahí sin más que decir de mi par de mi padre. Todo lo último que mi padre dijo era cierto, cuando salí de casa para vivir en otro estado fue para ser alguien en la vida y más que nada para alejarme de todo lo malo que sufrí. Los prejuicios de la sociedad me lastimaron tanto al grado de ser una mujer sola e independiente, trataría de llevar las cosas bien con Camila y aparentar algo que a lo mejor no llegaríamos ser "Un matrimonio" pero si ella de verdad se comprometió a poner todo de su parte podríamos ser amigas.

La hora de cena había llegado y Camila junto con sus padres ya habían llegado, pero el problema es que no quería salir de mi cuarto para enfrentar la realidad. Cuando baje todos estaban se encontraban en la sala en una amena platica, pude ver a dos señores platicando con mis padres y una niña de quizás unos 9 años junto con una joven quien mantenía su cabeza agachada y tratando de hacer caso a lo que la pequeña le decía. 

-Bunas noches, disculpen la espera- dije a los presentes y pude fijarme en aquella joven.

Era de tez morena con una facciones muy perfiladas, labios no muy gruesos pero perfectos y sus ojos fueron lo que hizo que mi mirada quedara atrapada, un color chocolate que te envolvían hasta el alma. Lleve la mano derecha a mi corazón por que sentí una punzada, a lo mejor me encontraba enferma y no sabía. Todos se pusieron de pie fue casi imposible quitar mi vista de aquella joven pero mi padre me llamo.

-Hija ellos son Alejandro y Sinuhe los padre de Camila- señalo mi padre a los señores que estaban de pie a un lado de él.

-Alejandro Cabello- dijo el hombre estirando su mano para darme un ligero apretón a mi mano –mi esposa Sinuhe- a quien también salude –mis hijas Sofía y Camila.

-Un placer conocerte Lauren- dijo Camila.

-Hija los papas de Camila y nosotros hablábamos de la boda y lo ansiosa en que estas por casarte con ella- dijo mi padre con una esperanza para que yo no dijera lo contrario, tal vez esta era mi oportunidad de decir que mi voluntad no era casarme con ella. Pero solo me basto una mirada de Camila para no decir nada de lo que estaba pensando.

-Así es señores, creo que seremos un matrimonio muy feliz con la bendición de ustedes por supuesto- dije con una sonrisa fingida.

-Me gustaría hablar contigo y tu padre a solas si se pudiera antes de pasar a cenar si te parece Lauren- Dijo un apenado Alejandro y volteando a ver a su hija.

-Por supuesto, si a mi padre no le molesta, pasemos a su estudio- sugerí.

-Por supuesto que no, pasemos, pasemos- mi padre hizo un ademan para que nos pusiéramos en marcha, di un último vistazo a Camila para salir rumbo al estudio con mi padre y mi futuro suegro.

Ya en el estudio Alejandro me dijo –Se que esta no es tu voluntad Lauren y estoy en deuda eternamente por darle honor a mi hija y no ser una mujer a la que juzguen por ser madre. Quiero que sepas que los gastos que ella y aquel bebe generen yo me hare cargo, Camila sabe que estas al tanto del embarazo y aceptara las condiciones que tu impongas para que puedan llevarse bien- seria madre soltera y juzgada por los prejuicios de este estúpido pueblo, por lo menos yo podría evitar que ella pasara por eso junto con su bebe.

-Sin ofenderlo señor Alejandro, cuando tome a Camila como mi esposa será eso, mi esposa y todos los gastos que ella o su bebe me generen correrán por cuenta mía únicamente mía. Con respecto a las condiciones que sugiere que pondré, eso es un tema que solo tocare con ella, con nadie más y si me disculpa quisiera pasar a cenar para que acordemos la fecha con todos presentes- dije esto último pasara salir de estudio y caminar directo a la mesa en la que ya se encontraban en espera de nosotras mi madre y la mama de Camila con ellas ahí.

-Disculpen si nos demoramos mas de lo planeado- dude en donde me iba a sentar pero mi madre con la mirada mi sugirió sentarme a lado de Camila.

La cena transcurrió y solo se hablo de la boda, en ningún momento Camila hablo mas de lo que me hubiese gustado escuchar, cuando nuestras madres sugirieron fecha para la boda la cual se llevaría a cabo en dos semanas por que a Camila le crecería su panza por el embarazo, ella solo contestaba "si a Lauren le parece estoy de acuerdo". Todo seria rápido para que las habladurías fueran de que fui yo quien embarazo a Camila y por eso la precipitación de la boda. También sugirieron que Camila debía de vivir ya conmigo ya que no había motivo por el cual estuviéramos separadas si ya venia un bebe en camino y con eso confirmaríamos que aquella criatura era mía. Lo que mas me sorprendió fue Camila apenas había probado bocado y que siempre la mayor parte de la cena estuvo con su cabeza agachada, creo que  no hubiera sido por la insistencia de nuestras madres al preguntarle o por su hermana ella hubiese permanecido en esa misma postura toda la cena. 

-Bien, en el transcurso de la semana iremos Lauren y yo a buscar a Camila junto con sus cosas, todavía están haciendo unos arreglos a la casa en donde vivirán por eso Lauren no se ha mudado igual- dijo mi padre a los papas de Camila, ni siquiera estaba enterada que ya estaban alistando la casa de los abuelos para nosotras.

-Todo estuvo muy rico- dijo la madre de Camila mientras se despedía de mi madre -espero que podamos repetir ahora que nuestras hijas se casaran.  

-Por supuesto que si- dijo mi madre despidiéndose de todos igual.

Cuando Camila estuvo enfrente de mi, baje un poco para despedirme de ella ya que era un poco mas baja que yo.

-Gracias Lauren, en verdad muchas gracias- pude ver como sus ojos se cristalizaban, aguantaba sus ganas de llorar.

Puse mi mano en su mejilla y le di un beso en la otra -No agradezcas Camila haremos que esto lo llevemos bien, te lo prometo- dije mirándola a los ojos, la jale para darle un abrazo, abrazo que me costo soltarla y desde ahí supe que a partir de ese momento me comprometía a cuidarla a ella y al bebe para que ninguna persona los dañara.  

LA FAMILIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora