CAPITULO 8

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POV OMNISCIENTE

Ambas mujeres se habían despertado por el lado de Camila su madre había entrado sin ni siquiera tocar junto con una Normani abarrotada de cosas que la señora Sinuhe Estrabao le había pedido que subiera por ella. Decir que Camila se había levantado feliz sería una mentira, ella había levantado un poco triste y es que aunque la noche antes se había prometido hacer feliz a Lauren ahora mismo la invadían. Confió en el que el destino haría su deseo realidad y pudiera darle a toda la felicidad que Lauren necesitara.

Hacia una mañana hermosa, con un radiante sol ya en su posición, después de hacer su aseo matutino y darse una ducha solo con una bata de baño puesta camino hacia la ventana que daba al jardín de la casa, más a lo lejos se podía ver el lago que la tenía cerca aquella casa de los abuelos de Lauren. Su madre la saco que aquella hermosa distracción para apresurarla arreglar para la boda.

Del lado de Lauren ella después del sueño que tuvo donde creyó ver como sería el hijo de Camila volvió a dormir muy poco y antes de que el sol saliera ya estaba de pie, junto con un dolor de cabeza insoportable, se ducho y se puso algo ligero para ir a la cocina y poder comer algo. Pudo ver que la cafetera ya estaba lista con café, había pan recién hecho en la mesa y se dispuso a comer algo, pudo tomar incluso dos tazas de café antes de que su madre la encontrara y la llevara de nuevo a su habitación para poder empezar a arreglarse para la boda, misma que se llevaría en eso de medio día.

Cada un tomo su tiempo para pensar mientras eran arregladas por sus madre y personas especialistas en maquillaje. Camila vestía un vestido de novia que la hacía lucir hermosa, tenía mangas sueltas hasta medio hombro transparente y en la parte del tozo era cruzada la tela con un pequeño cuello V, de la cintura para abajo era suelto, llevaba un peinado recogido y algunas mechas de su cabello suelto su ramo era sencillo, eran rosas blancas naturales pues así lo había decidido.

El en jardín se estaba acomodando de acuerdo a las instrucciones de las chicas, eran cien sillas, los más importantes para ambas familias asistirían y querían que estuviera todo radiante, no habían escatimados en gastos pues habían llenado de flores el lugar, creyendo que ambas lo notarían y verían el día como el mejor día de sus vida ¿sería esto cierto? Quien sabe, solo aquel par lo podrían decir.

Aunque la madre de Lauren hubiese preferido que vistiera un vestido de novia, Lauren había rechazado aquella oferta pues le había pedido a su amiga Dinah Jane que le hiciera un traje para la ocasión invitando a ella y su amiga Alexa Ferrer a la ceremonia, mismo que Dinah había hecho un maravilloso trabajo, con las medidas adecuadas quedo justo a talla. Llevaría un pantalón alto blanco, había diseñado una camisa con un tipo de telera que parecía ser de una perla, y un saco de un solo botón del mismo color que el pantalón, ese día había decidido llevar el cabello suelto con una ligera capa de maquillaje no quería algo ostentoso pues quería ser natural para la mujer que desposaría. Se puso sus zapatillas color rojas mirándose al espejo junto con su madre a lado de ella dándole su bendición. Ambas madres dieron su bendición a sus hijas y lloraron al ver a sus hijas tan hermosas, al saber que formarían una familia y se amarían por que tanto la madre de Camila como la de Lauren querían eso, que sus hijas fueran feliz amándose.

El momento de la boda había llegado, los invitados estaban listos en sus lugares y Lauren entraba al altar con su madre a lado. No escuchaba nada de ruido ni la orquestas que tocaba alguna canción seguramente hermosa, solo podía escuchar aquel lago que se encontraba atrás del altar haciendo aún más perfecto el momento, sus manos sudaban y sentía que su corazón palpitaba más rápido de lo normal, su madre le apretó fuertemente la mano e hizo seña de que mirara al frente, ahí pudo ver a una Camila caminando del brazo de su padre con un velo puesto en su cabeza, era un sueño hecho realidad, aquella mujer parecía una hermosa hada de algún cuento y no una princesa porque en ese momento para Lauren Camila era un ser de otro mundo.

Cuando estuvieron cerca Lauren tomo la mano de ella y le dio un beso en ambas, Alejandro Cabello que aún se encontraba a un lado de Camila –Lauren te entrego a mi tesoro más preciado, confiando que la cuidaras con tu vida si es necesario y amaras incluso más de lo que yo la amo- este extendió la mano para que Lauren sellara aquella petición.

-Así será Alejandro, nada le hará falta a Camila, la hare feliz hasta el final de mis días- dijo está recibiendo una ligera brisa de aire.

Aunque no lo crean ellas se casaron por la Iglesia y por lo civil, por parte del sacerdote dijo que Lauren era un Ángel que dios había mandado así a la tierra y el no sería quien le quitara el derecho que como buena cristiana tenia, bendijo aquel matrimonio y ante los ojos de dios Camila era su esposa. El juez que los caso era amigos de ambos padres de Camila y Lauren, había visto crecer a Camila siendo una niña muy feliz, este sintió que fue un honor cuando ambos padres pidieron que fura aquel viejo juez a punto de retirarse que las casara. Los tiempos cambiaban señores y para ambas mujeres estaba cambiando para bien, cuando el padre y el juez dijeron que estaban unidas en matrimonio y que podían besarse, fue Lauren quien impacientemente levanto el velo de Camila para darle su primer beso como esposas, al principio fue solo un beso ligero que fue tomando fuerza cuando Camila puso sus manos en el cuello de Lauren.

Los gritos y euforia de los invitados hicieron que se separaran regalándose una sonrisa cada una -Perdón- dijo Lauren tomándola en un abrazo –perdóname por ser una idiota- dijo en un susurro en su oído –te hare feliz mi amor, lo juro con mi vida- dijo separándose de ella y dejando un pequeño beso en los labios de una confusa Camila pero quien al escuchar aquellas palabras la hicieron que casi se desmallara por el latido tan rápido de su corazón.

-No tengo nada que perdonarte Lauren- negó con su cabeza e iba a seguir hablando hasta que fueron interrumpidas por sus padres y hermanos para felicitar al matrimonio "JAUREGUI CABELLO".

-Hablaremos después de esto, solo disfrutemos nuestro momento, nuestra boda mi amor- dijo Lauren con brillo en sus ojos al decirle así a una Camila que empezaba amar las bellas palabras de Lauren. Asintió con la cabeza y ambas se dispusieron a recibir abrazos y felicitaciones de ambas familias dándole la bienvenida a la familia Cabello y familia Jáuregui.



Un capitulo mas, esperando que sea de su agrado.

Sigan votando plis y comentando, besos y abrazos.

¡¡¡By the way, Happy 4th of July!!!

LA FAMILIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora