Capítulo 8

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Se separaron de golpe para mirar a la persona que les había dicho tal cosa: Soobin. Pudo haber sido cualquier persona, incluso si los descubría Taehyun no habría problema, pero justo tuvo que ser el pelinegro. Se los recordaría hasta el día que se murieran, Yeonjun lo sabía en lo profundo de su ser.

Se arreglaron la ropa un poco, tras ese agarre en la cintura que Yeonjun le dedicó, la playera de Beomgyu se había levantado tan sólo un poco, exponiendo un gramo de piel.

Pero el cabello los delataba. Yeonjun lo tenía revuelto, con algunas hebras flotando. Soobin tuvo que echarse a reír un minuto por tal escena frente a sus ojos. Yeonjun pudo ver el triunfo en los ojos del más alto de los tres; observó cómo le estaba dando de cierta forma la razón a lo que le había dicho una semana antes cuando estaban ocupados almorzando algo.

Beomgyu no sabía dónde esconder literalmente todo su ser; sus labios habían tomado un poco de color rosa, también estaba un poco despeinado y para colmo, estaba consternado. Yeonjun lo había besado, tal vez, como nadie lo había hecho antes, y había sido totalmente delirante.

Delirante como el hecho de que Taehyun estaba bajando las escaleras a toda prisa y justo volteó a verlo en el momento en que se sonrojaba porque Soobin los había descubierto — y retado, además, — y había hecho esa pregunta que quedó claramente suspendida en el aire.

— Beomgyu, nuestra clase va a comenzar pronto, vamos — le tomó por el hombro para dirigirlo a las escaleras.

Se quedó mirando a Yeonjun, a su sonrisa nerviosa y a la mirada tan extraña que le dedicaba ahora. Todo había sido tan fortuito que estaba seguro de que quedaría en su mente todo. Cuando volteó para mirar a sus pies subiendo las escaleras, sonrió, fue una sonrisa diminuta pero que sabía Beomgyu que representaba demasiadas cosas. Su mente estaba revuelta en emociones que no había sentido con frecuencia en su vida. 

Sabía que quería besar a Yeonjun, por dios, sería bastante tonto seguir negando su atracción hacia él, pero seguía sin lograr despejar a su mente para poder pensar en su orientación sexual. ¿Soy gay o soy bisexual? Tal vez si le preguntaba a Taehyun, éste le ayudaría, tendría que decirle del gran acontecimiento del que se había perdido hace unos minutos. Podía tragarse el orgullo, eso esperaba al menos. 

De algo que estaba seguro al menos era en que, era por lo menos, uno de los mejores días de su año. 

[...] 

— Y bien, ¿no vas a decir nada? — Soobin le estaba sonriendo. Una gran sonrisa que se estaba burlando de él, por supuesto. 

— Bueno, ¿qué debería decir, Soobin? — ahora estaba usando su tono de ofendido para tratar de pelearse con Soobin y lograr que pasara desapercibido el tema, aunque sabía que no podría, literalmente una semana antes Yeonjun había dicho que molestaba a Beomgyu porque le divertía verlo enojarse, lo que había hecho ahora demostraba que era más que eso. 

Probaba que el punto de Soobin acerca de que los dos se gustaban era cierta y que Yeonjun se había acercado al otro para besarse con él, no para ningún plan siniestro ni nada parecido. Porque Yeonjun tenía que ser honesto, ¿de verdad tenía un gran plan? ¿no era simplemente su ego lo que lo hacía negar sentir algo hacia el otro?

— Si no vas a decir nada, vamos a la cafetería, tengo hambre — se encaminó al lugar antes mencionado sin decir una palabra más. 

— Bien... Agh. En serio te odio — Soobin se volteó para sonreírle, como para decirle "eso lo sé" — Mira, sé que dije que hacia las cosas para un motivo más feo, malvado o como sea pero a ver, Beomgyu es bastante bonito ¿sabes? Y sé que me burlaba de él pero en serio, estaba huyendo de mí, me llamó idiota y luego se pegó a mí y yo...

Soobin tenía una ceja alzada con una sonrisita, literalmente, una sonrisita. Yeonjun podía ver cómo esa boca en forma de corazón pegaba los labios en un esfuerzo por no reírse estrepitósamente o decir un "Te lo dije, yo tuve razón todo este tiempo," Soobin se estaba muriendo por decirlo, no, por gritarlo. 

— Y de repente tenías la lengua metida en su garganta y él te estaba literalmente asaltando el cabello, si, Yeonjun, así pasa a veces, un minuto discutes con quien dices que es tu rival y luego fajas con él, sí, claro, me pasa todo el tiempo — se comenzó a reír, era una risotada, de esas que sacas cuando algo ha sido tan divertido que no puedes evitarlo. El otro estaba totalmente rojo, como un camarón. Dios, quería enterrarse en cualquier lugar como una avestruz y no salir nunca. 

— No tenía la lengua en su garganta, yo... — Soobin le dedicó una mirada incrédula. No podía mentir, Soobin los había visto, seguro hasta había estado escuchando un poco antes de interrumpirlos. 

— Déjalo, ya, no hablemos de eso — ahora estaba actuando como si estuviera enojado.

— Como tú quieras, ya no hablemos de Beomgyu, entonces.

— Sí, como sea. 

— Sí, sin problema. 

Soobin siguió caminando hasta la cafetería, Yeonjun estaba pensando, pero a la vez estaba gritando internamente. Había logrado la última parte de su plan: besar a Beomgyu. Su beso había sido dulce, los labios de Beomgyu tenían un sabor como a duraznos en almíbar, besaba como si no estuviera seguro al principio de lo que estaba haciendo. Sus labios eran suaves y sus pestañas eran largas, era lo que notó cuando el otro cerró los ojos tan tranquilamente. Después, reconoció esa pasión que salía del pecho de Beomgyu hacia su boca, el momento justo cuando Beomgyu le tomó los cabellos para acercarlo más, como si no pudiera escapar nunca de Yeonjun y su beso. 

Ahora que había besado a Beomgyu, su plan había terminado, no sabía hacía dónde ir ahora. ¿Y si Beomgyu ahora se alejaba? ¿Y si todo esto sólo iba a ser de una vez? Yeonjun no quería eso, quería volver a sentirlo bajo su toque, justo cuando el otro cedía a él. Ante Yeonjun se abría la posibilidad en su mente de poder hacer algo más, de poder dar un paso que nunca había dado: pedir una cita. Las citas que desde que era adolescente había anhelado tener pero nunca encontró a alguien que despertara en él esa necesidad. 

— Soobin — cuando volteó, éste estaba tomando de su agua fresca con una sonrisa en la cara — ¿me puedes ayudar a planear una cita? 

Soobin escupió el líquido en su cara.

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Me bloqueé un poco tratando de escribir este capítulo porque no sé, pasó. Lo siento por la tardanza, fue casi un mes desde la última actualización. Ya casi 700 lecturas, les agradezco mucho que me lean, es un placer poder hacer lo que me apasiona y recibir apoyo. 

Seguiremos con la agenda gay, esperando que Beomgyu y Yeonjun tengan esa merecida cita. Nos vemos en una próxima actualización, gracias por esperar nuevamente. 


bad boy ; yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora