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Valquiria aparecerá en este episodio pero sólo al final, ya vamos avanzando, y creo que en este si habrá un poco más de capítulos porque quiero meter un poco más de algunos temas que tienen que ver con la manada a la que pertenecen Emy y sus hermanitos ❤️

Feliz Lectura






Ese lobo tarado que llamo pareja se quedó en la mansión mientras yo vengo a ver a mi padre, o eso acordamos, el idiota me viene siguiendo.

Lo olí hace dos manzanas y desde entonces no he dado una mirada para atrás, solamente sigo caminando tratando de pensar en que no hará por alcanzarme y eso lo agradezco, pero sí que sabrá dónde vive mi papá. Bueno, ahora es su suegro y debe saber cómo llegar cuando me le pierda en distintas ocasiones mientras estemos aquí.

Doy la vuelta en mi cuadra mientras mis pasos me llevan por la banqueta antes de llegar a mi casa, abro la reja de madera para pasar y encontrarme a mi padre sentado en su silla de ruedas con la mirada triste viendo la madera que debió tallar el día de hoy.

Ladeó los labios antes de acercarme y ver qué es una figura de mamá, por como hizo el trazo mi madre guarda un bebé en su vientre.

—Papá—me mira antes de suspirar triste.

—Quiero ir al parque.

Le ayudo en lo que puedo y lo llevo en su silla a dónde me pidió, en el camino nos topamos a Darius que no hace nada, sólo nos abre espacio en la banqueta. Se tomó muy en serio el no andar detrás de mí como matón a sueldo.

Llegamos a la plaza y voy a comprarle a mi padre manzanas acarameladas que es lo que más le gusta, lo dejó junto a la fuente antes de sentarme en el filo de la misma. Les quito las envolturas y es cuando papá gira su vista a la figura de piedra que está en el medio del lugar, sonríe antes de ladear la cabeza despacio.

—Tu madre soñaba con traer a tus cachorros aquí—mamá me había dicho algo de eso—. Murió sin conocerlos y lo haré igual.

—Papá, sólo tienes que tomarte tus medicamentos.

Papá me mira con un gesto frío antes de sacar el frasco con pastillas y destaparlo para luego tirarlas al agua de la fuente.

—Al diablo con las putas pastillas.

—¡Papá, por favor!—derramo las lágrimas que estaban purgando por salir—. Tómate tus pastillas…

—¿Con qué propósito?

—¡¿No soy suficiente propósito para que vivas y pelees?!

Ni siquiera note cuando Darius se puso frente a mí y puso las manos sobre las mías para ayudarme a regularizar mi respiración que se descompensó por mi alteración de hace unos segundos.

Me ayuda con entrenamientos de respiración hasta que me tranquilizó, me quita las lágrimas con sus pulgares antes de darle una mala cara a mi padre y mirarlo de arriba abajo con enojo.

—El que mi hija me pida debe ser suficiente motivo para tragarme el medicamento.

—Emily, ¿quién es?—paso saliva tratando de tragarme mi dolor.

—Su pareja.

La forma en la que resaltó las dos palabras hacen que mi padre me mire con un gesto seco en el rostro. Mi padre tiene ese mismo toque que James, el de hacerte saber que es o será Alfa y no tiene porque discutir contigo de algo en específico. Ese es el mismo gesto que tiene mi padre en el rostro.

Cuando era una niña siempre pensé que había algo que mis padres ocultaban, pero siempre me respondía que eso era absurdo. No podían ocultarme nada. Además mi padre siempre fue un hombre que imponía a pesar de estar en donde está, mi madre incluso era lo que podría decirse que se espera de una Luna, cariñosa y comprensiva que ponía de vez en cuando sus necesidades por encima de otros.

Noche OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora