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Y fue así como el maestro kogg junto a su otro secuaz entraron a la región obviamente sin llamar tanto la atención, miraron a link con una cara de ternura, el maestro kogg se acercó a su pequeño niño para poder acomodarle el cabello

-pero miren que lindo duerme, como un angelito demoniaco- comento el maestro kogg mientras miraba con atención a link.

-lo demoníaco se lo acepto maestro pero...¿Angelito?, ¿Acaso ya vio la marca en su hombro?, No creo que un "angelito" permita tales cosas- el secuaz quien se estaba acercando junto al maestro hablo de forma baja pues no quería despertar al hylian, kogg al escuchar aquello destapó el torso de link dejando ver asi las marcas visibles que tenía en el cuerpo, gracias a ambos yigas que estaban junto a el lograron hacer que no soltara un grito de enfado por aquello, después de haber calmado a su maestro estos dos se alejaron un poco para poder analizar toda la situación.

-bueno...no creo que sea tan malo...solo son mordidas- el yiga que se hizo pasar por viajero se sentaría en el suelo tratando de buscar una manera positiva de ver todo el asunto de link.

-¡Eso!, Se le quitarán tarde o temprano maestro, solo es cuestión de que por mientras lo tape con el traje del clan y ya, no es tan malo...¿O si?- aquello sonó casi como duda, y al no conocer mucho de omegas no sabían si las marcas en los Omega significan algo realmente bueno o malo.

-escuchen bien muchachos, si link tiene esas marcas es por algo y ese "algo" tiene que ver con el chico pez- kogg hizo una pequeña rabieta cosa por seguir pensando en las marcas, tomaron la desición de quedarse a esperar a que Link despertara o que apareciera por fin Sidon en aquella habitación, aún que también tenían la opción de llamarlo pero querían crear suspenso y drama.

Pasaron las horas y por fin era de noche, momento justo para que el clan atacará con preguntas una vez que Sidon entrara por esa puerta, se quedaron parados frente la cama en una posición casi de batalla por si al rey se le ocurría llamar a los guardias.

Sidon al dar un paso dentro de aquel habitación noto la presencia de aquellos yigas, los miro con sorpresa cerrando la puerta detrás suyo.

-pense que solo había uno aquí...¿Cómo entraron?- sin quitar su expresión de sorpresa, Sidon se acercó a ellos para así quedar frente a frente.

-eso es lo que menos te importa, ahora responde, ¿Que le hiciste a link?- decidió hablar kogg quien estaba molesto con su contrario, Sidon se sonrojo por aquella repentina pregunta y trato de dar una respuesta pero las palabras no le salían por culpa de sus repentinos nervios.

-oh...bueno...este- se afino la garganta soltando un suspiro en modo de relajación, -el tenía su celo encima y yo solo ayude, ¡Pero no lo lastime lo juro!- kogg al escuchar esto casi se le iba encima al zora pero gracias a sus secuaces evitaron alguna pelea entre los dos.

-tú, ¡Cómo te atreves, no ves que esta chiquito!- hablo entre dientes tratando de sonar amenazante.

-pues anoche no pensó mucho en su tamaño...- apenas iba a decir algo más pero se detuvo al sentir un leve golpe en su hombro proviniente de otro secuaz quien había seguido al maestro kogg hacia aquella región.

-ten más respeto hacia nuestro racimo de plátanos, o para la otra el que te golpeara será sogg- Sidon al mirar a casi todo el clan en su habitación suspiro aceptando su derrota, dejando que todos los yigas lo llenarán de quejas, reclamaciones y uno que otro consejo de como tratar a link. El maestro kogg hablo de último pidiéndole una sola cosa y esa era "no limitar a link en lo que quiera hacer" eso implicaba que si quería ir o venir a la región lo dejara y sin poner queja alguna, o si quería ir a pescar o robar algo a mano armada lo dejara con tal de que siga siendo libre.

Sidon al escuchar aquella cosa acepto sin negar nada, kogg le dio un golpesito en la cabeza al zora antes de ir a despedirse de una forma muy tierna de link, aún que esté siguiera durmiendo sintió aquellos mimos de parte de su clan pues este formo una leve sonrisa en su rostro, echo esto todo el clan salió de la región sin dejar rastros dejando así ambos tórtolos solos de nuevo.

-vaya...tu familia si que te sobreprotege mucho- el zora se iría a sentar a un lado de link mirando hacia el techo, regresaría su mirada a su menor notando que esté también lo estaba viendo, dio un pequeño salto pues no espero que estuviera despierto.

-¿Ya se fueron, verdad?- trato de sentarse en la cama pero un fuerte dolor en sus caderas lo mantuvieron acostado por más tiempo.

-asi es, aún me sorprende como es que le hacen para entrar a lugares sin ser detectados, es raro pero ingenioso a la vez- le dio un pequeño beso en la frente a aquel pelirubio mientras se recostaba a un lado suyo.

-pues es fácil infiltrarse en los lugares, pero eso funciona más para gente chiquita- se acurrucaria en su mayor sin antes morderle el brazo con fuerza ocasionando una risa del ojiambar.

-¿Es tu venganza por las marcas de anoche?- pregunto, recibiendo como respuesta otra mordida en su hombro.

-sera mejor que no te quejes que por tu culpa no me pude levantar de aquí en todo el día, por suerte me trajeron comida- el menor fue envuelto por los brazos del zora, se le hizo cálido sentir el calor corporal de Sidon pues al minuto de volvió a dormir, el ojiambar tardo un rato más despierto pues seguía pensando en lo que kogg le había dicho, bostezo un poco antes de por fin quedarse dormido.

entre dos regiones-SidlinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora