Dark y Lokir ingresaron con reverencia a la Biblioteca de la Academia, y al cruzar el umbral, se encontraron inmersos en un mundo de maravilla y magia. El ambiente resonaba con el suave susurro de páginas volteándose y un brillo difuso que parecía emanar de todas partes. Los libros flotaban en el aire, danzando en una coreografía mística mientras sus páginas se abrían y cerraban con gracia.
Las estanterías parecían estirarse infinitamente hacia arriba y hacia abajo, llenas de tomos encantados que brillaban con una luz tenue y etérea. Luces resplandecientes, como pequeñas estrellas, se adherían a los techos y las paredes, guiando a los visitantes en su búsqueda de conocimiento. Cada una de esas luces tenía un brillo especial, otorgándoles una presencia casi celestial.
El aire estaba impregnado de una fragancia peculiar, una mezcla de polvo antiguo y energía mágica que llenaba los sentidos de los aprendices. Mientras avanzaban entre los pasillos serpenteantes, los libros parecían susurrarles sus secretos más profundos, invitándolos a descubrir sus conocimientos ocultos. El ambiente estaba cargado de una energía palpable, como si el flujo de la magia misma estuviera presente en cada rincón de aquel lugar sagrado.
Las mesas y escritorios estaban salpicados por brillantes plumas y pergaminos, donde los estudiantes dejaban sus notas y reflexiones. Pequeñas esferas de luz flotaban cerca de ellos, iluminando sus palabras y guiando su inspiración. Cada libro abierto parecía tener su propia aura resplandeciente, emanando destellos de sabiduría que llenaban el espacio con un brillo mágico.
Mientras Dark y Lokir se sumergían en la maravilla de la Biblioteca Mágica de la Academia, una figura conocida se acercó a ellos. Era Mjoll, la encantadora maga de cabello rubio ondulado. Su presencia trajo consigo una sensación de familiaridad y calidez en medio de aquel mundo de conocimiento y magia.
"Nos volvemos a ver, Dark. Espero que hayas podido conciliar el sueño anoche", dijo Mjoll con una sonrisa. Estas palabras sacaron a Dark de su ensoñación, recordándole el encuentro de la noche anterior. Agradecido por los consejos que Mjoll le había brindado, respondió con sinceridad: "Sí, gracias a tus consejos, pude descansar mejor".
Mjoll asintió amablemente y agregó: "Si necesitas ayuda en cualquier momento, no dudes en decírmelo. Estoy aquí para apoyarte". Sus palabras resonaron con una genuina oferta de asistencia y Dark sintió un destello de gratitud por la amabilidad de Mjoll.
Aprovechando la oportunidad, Dark decidió compartir su búsqueda actual con Mjoll. "Bueno, con mi compañero Lokir, estamos en busca de las técnicas de meditación para principiantes", expresó con una mezcla de interés y determinación. Sabía que Mjoll, con su experiencia y sabiduría, podría ser una guía valiosa en su viaje de autodescubrimiento.
Mjoll asintió con entusiasmo, captando el deseo de aprendizaje de Dark. "¡Bien! Sígueme", dijo con una chispa de emoción en sus ojos. Sabía exactamente dónde encontrar los recursos necesarios y estaba dispuesta a compartir su conocimiento con Dark y Lokir, allanando el camino hacia las técnicas de meditación que tanto anhelaban explorar.
Con Mjoll liderando el camino, Dark y Lokir se adentraron más profundamente en la Biblioteca Mágica de la Academia, siguiendo el sendero de la sabiduría que se extendía ante ellos. Sabían que estaban a punto de sumergirse en un viaje transformador, guiados por la magia del conocimiento y la guía amistosa de Mjoll.
Cuando finalmente llegaron al pasillo dedicado a las Técnicas de Meditación de Principiantes, Dark y Lokir quedaron maravillados por la vasta cantidad de opciones que se extendían ante ellos. Como niños curiosos que descubren un nuevo mundo, sus ojos brillaban con fascinación mientras exploraban los títulos de las técnicas que decoraban los estantes.
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Reencarne con un Sistema Mágico
FantasyEn un mundo donde la magia es una fuerza omnipresente, Dark, un joven reencarnado de la Tierra moderna, se encuentra en un viaje hacia lo desconocido. Despertando en un carruaje en movimiento, sin recuerdos claros de su pasado ni conocimiento sobre...