El veterinario Y El Lindo Conejito

Capitulo 1: Dos carnívoros Y Un Conejo.

Polet estaba profundamente molesto. Ya había pasado un mes entero sin hablar con Gulf, según su secretario. Todos los servicios del penthouse que Polet pagaba para Gulf estaban vencidos y aún así, Gulf no se dignaba a llamarlo.

—Es un orgulloso despreciable. Ni siquiera intentó contactarme después de que cancelé sus tarjetas. Parece que tendré que buscarlo yo mismo.

El secretario mostró su tablet a Polet y lo que vio hizo que su garganta se cerrara por unos segundos.

—¡Esto es una broma!

—No, señor. Al parecer, su inocente ex novio se involucró con su primo. El joven Mew Olax, ese omega que nunca me cayó bien, tiene unas habilidades impresionantes para encontrar hombres ricos. Realmente me deja maravillado.

—¿Esto es cierto? ¿Lo investigaste? —gritó Polet desesperado mientras se levantaba de su asiento.

El secretario respondió tranquilamente:

—Por supuesto, señor. Incluso los investigadores ya los habían visto juntos —mintió.

—¡Maldito Gulf! ¿Así me pagas por sacarte de ese lugar miserable que llamabas hogar?

Milton sonrió internamente, sabiendo que todo lo que había dicho era falso. Él sabía que todas esas fotos que circulaban en las redes sociales estaban manipuladas y retocadas con gran habilidad. Simplemente aprovechó la reacción impulsiva de Gulf para separarlo de una vez por todas de su jefe, aquel lastre que amenazaba los planes de Skar, el padre de Polet, para salvar a la familia de una ruina inminente y, de paso, salvar su propio trabajo y estatus.

—¡Ese maldito se atreve a quedarse con lo que me pertenece!

—Señor, su primo es una víctima en este juego. El verdadero malo es ese omega de baja clase que solo busca encontrar al mejor partido para mantener su estilo de vida.

—Gulf no es así...

El secretario le mostró nuevamente la tablet. Estas fotos dicen todo lo contrario, así que no diga nada y concéntrese en su prometida y en su futuro matrimonio. Recuerde que esta empresa, su familia y más de 2000 empleados dependen de usted. Ya no es un niño, debe pensar como el alfa que es, un digno león blanco de la familia Pante.

Polet recobró la compostura con su mirada fría de siempre y se sentó.

—De acuerdo, encárgate de todo y hazle saber a Mew lo oportunista que es ese despreciable conejo. Él y yo no nos llevamos bien, pero es familia.

—Como usted diga, mi señor —dijo el secretario mientras se dirigía nuevamente hacia el escritorio de Polet—. Por cierto, señor, espero que no le moleste que estemos retirando todas las pertenencias del omega del apartamento y llevándolas a un depósito a su nombre. Pensé que podríamos utilizarlo en caso de que su prometida venga a la ciudad.

Polet no se inmutó al escuchar eso.

—Haz lo que quieras, lo que le suceda a ese individuo no me interesa.

Esto hizo muy feliz a Milton.

—Con su permiso, señor.

Cuando Milton salió, Polet, enfurecido, comenzó a desmantelar su escritorio.

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Gulf se sentía frustrado. Parecía que las fotos no habían tenido ningún efecto, ya que Polet no había hecho nada por comunicarse con él. Al menos había logrado reunir el dinero suficiente para pagar el apartamento y mudarse tranquilamente, lo cual le alegraba. Sin embargo, su entusiasmo se desvaneció por completo cuando vio a dos guardaespaldas en la puerta de su apartamento y al despreciable secretario de su ex.