Albedo x Dehya Genshin impact fanfic

Mi Camino junto a ti

Todo lo que paso la noche anterior parecia ser un sueño, o almenos eso pensaba Dehya que apenas sintió el primer rayo de sol entrando por la ventana y abrió los ojos se sorprendió que estaba Albedo dormido frente a ella sin pensarlo coloco su mano en la mejilla de Albedo mientras sonreía.
Albedo sintió la mano de Dehya y enseguida abrió los ojos solo para ver que Dehya abrió los ojos de la vergüenza que albedo la haya visto.

Albedo: Buenos días Dehya, *sonríe un poco* me puedes decir que estas haciendo?

Dehya: (se levanta rápido y se abalanzó hacia atrás callendose) *en el suelo sin despegar la mirada de Albedo* Y-yo lo siento no se que estaba haciendo.

Albedo: *se ríe* Descuida, *mira por la ventana* ya es de día, vamos a desayunar?

Dehya: *se levanta y mira a albedo* si, claro que quieres desayunar?

Albedo: Cualquier cosa.

Luego de haber salido de la posada se dirigen al gran bazar en donde venden varias frutas, algunas comidas y objetos de uso cotidiano, caminaron a lo largo del bazar hasta que Dehya se detiene un momento.

Albedo: Que ocurre?

Dehya: (cierra los ojos y olfatea un aroma que le es muy familiar) conozco ese olor, sígueme *agarra la mano de Albedo y empieza a correr*

Albedo no tubo ni tiempo para decir algo que al segundo se encontraba corriendo en contra de su voluntad, Dehya no dijo ni una sola palabra hasta que se detuvieron en un puesto de donde brotaba un olor dulce que te abría el apetito.
Al parar en el puesto Dehya suelta la mano de Albedo y pone toda su atención en un plato con un postre, inmediata mente dehya mira a Albedo y Albedo le devuelve la mirada.

Dehya: *emocionada* Sabía que eran dátiles caramelizados!

Albedo: Te gusta mucho este plato no?

Dehya: Por supuesto que si, es mi platillo favorito *mira a Albedo con entuciasmo* tienes que probarlo Albedo.

Albedo: Entonces señor quiero 2 porciones de dátiles caramelizados por favor.

Dueño del puesto: Enseguida joven.

Después de unos minutos el hombre le da el pedido a Albedo y Albedo le entrega la paga por la comida.

Albedo: Toma dehya tu porción *le da la bolsa donde viene 1 porcion*

Dehya: *sonríe* Gracias albedo, pero déjame devolverte el dinero.

Albedo: No te preocupes por eso tómalo como un regalo, además esto huele delicioso vamos a sentarnos para comer estos dátiles caramelizados (dice albedo mientras toma la mano de dehya y proceden a caminar hasta una mesa)

Dehya sorprendida de que Albedo haya agarrado su mano, solo camina en silencio mientras en su cabeza hay un desorden de emociones.

Dehya:(en su cabeza) P-porque agarro mi mano tan despreocupada mente?
No lo había pensado antes pero esto parece una cita! (El corazón de dehya parece que se va a salir de lo rápido que late mientras camina)

Albedo: Aquí es una buena mesa no crees? *mira a dehya* dehya pasa algo?

Dehya da un pequeño salto al darse cuenta que albedo la está mirando y rápidamente repone el aliento.

Dehya: Ah, s-si es una buena mesa para comer.

Albedo y dehya se sientan a comer, ambos sacan su comida, albedo ve los dátiles y no puede evitar pensar que seguro sabrán bien, pero antes de comer mira a dehya, que miraba los dátiles con ojos de asombro "realmente le encantan los dátiles" pensaba albedo al verla como disfruta de sus dátiles caramelizados con una sonrisa.

Albedo: Dehya, estuve pensando como mi camino me llevó hasta aquí a Sumeru y como nos conocimos, la verdad disfrute mucho el día de ayer, y quería preguntarte si quieres viajar con migo juntos, quieres?

Dehya: (Sorprendida de la pregunta de Albedo traga el dátil que estaba comiendo muy rapido) *mientras mira para aún lado* Sabes albedo fue inesperado conocerte y la verdad me alegro mucho de haberte conocido, Y si quiero viajar junto a ti, esperaba preguntarte lo yo pero te me adelantaste *sonrie*.

Algo en Albedo cambio al ver a dehya sonreír de esa manera tan "hermosa" era la palabra que salio de la mente de Albedo al verla a ella.
En ese momento Albedo recordó que el antes había tomado su mano, al principio era a modo de vengarse de dehya por haberlo hecho correr hasta el puesto de dátiles caramelizados, pero ahora siente que eso fue muy vergonzoso, al parecer nuestro alquimista de corazón gélido empezó a sentir un calor que derrite ese hielo.