Los paparazzi ya los estaban esperando afuera del restaurante. Porque por supuesto que iban a estar. Nada se vende mejor que un buen escándalo lascivo que involucre a alguien relacionado con la familia real.
Taeyong se sintió casi mareado por el déjà vu mientras miraba aturdido a la multitud de reporteros que gritaban.
¿Cómo llegaron aquí tan rápido?
No, esa era la pregunta equivocada. ¿Qué había estado pensando? Era la pregunta que debería haberse estado haciendo.
Taeyong trató de recordar cómo había llegado a este punto y fracasó. Había venido a este restaurante con la intención de hablar con YoonOh. Hablar, nada más. Follar con YoonOh de nuevo definitivamente no era un plan. Ser atrapado haciéndolo definitivamente no era lo esperaba.
—Sin comentarios. — dijo YoonOh concisamente, poniendo una mano sobre el hombro de Taeyong y guiándolo a través de la multitud de reporteros y espectadores.
Lejanamente, Taeyong se sorprendió de que todavía estuviera allí. Había pensado que se escabulliría en silencio gracias al hecho de que Taeyong era el centro de toda la atención y YoonOh no era inmediatamente reconocible en Inglaterra. No es que Taeyong tuviera la ilusión de que la identidad de YoonOh permanecería en secreto por mucho tiempo, pero YoonOh podría haber estado a salvo en Corea cuando se descubriera. Era poco probable que a los coreanos les importara una mierda que un alfa no vinculado fuera atrapado en una situación inapropiada con un omega. Los ingleses eran otro asunto completamente diferente.
Pero YoonOh todavía estaba allí, a su lado, dejando que los paparazzi les tomaran fotos juntos. No les llevaría mucho hacer un reconocimiento facial a YoonOh y descubrir que era un Jung y que era el médico de Taeyong.
—Ve, — susurró Taeyong. —Te meterás en problemas en el trabajo por esto.
El agarre de YoonOh en su hombro solo se intensificó. —Sigue caminando. Mi helicóptero está justo adelante.
—Pero tu carrera...
—No te voy a dejar. — gruñó YoonOh, con el rostro pétreo y resuelto.
Contra su buen juicio, Taeyong sintió un profundo alivio. Racionalmente, él sabía que YoonOh probablemente estaba empeorando las cosas al permanecer junto a él, pero todo se sentía mágicamente mejor cuando YoonOh estaba a su lado. Parecía que algunas cosas no cambiaban, tuviera dieciocho o veintidós años.
Ignorando las preguntas lascivas e insultantes, entraron en el helicóptero de YoonOh. —¿A dónde?
YoonOh dijo, la mirada en sus ojos sombría. —Podemos ir a mi casa y hablar sobre nuestras opciones.
¿Nuestras opciones?
Taeyong deseaba ser mejor para leer a la gente, pero era tan inútil en ello, como siempre, y la expresión de YoonOh parecía absolutamente ilegible.
—¿'Hablar' como 'hablamos' en el restaurante? — Taeyong dijo con una torcida sonrisa. —Llévame a casa. Eres mi médico, ya sabes mi dirección.
YoonOh le lanzó otra mirada inescrutable y asintió con la cabeza antes de indicarle a su piloto adónde ir.
Taeyong pasó el viaje mirando por la ventana el cielo rojo anaranjado. El sol se ponía.
Hizo caso omiso de su teléfono que sonaba constantemente; sin duda, era su familia enloquecida por otro escándalo en el que se había metido. La culpa le hizo sentir náuseas. Sus hermanos no merecían tener un hermano tan jodido. Pero no pudo deshacer sus errores.
La peor parte era que no estaba del todo seguro de que de alguna manera sería capaz de comportarse de manera más inteligente si pudiera retroceder en el tiempo. Incluso ahora, a pesar del pánico y el miedo que se habían asentado en su estómago, estaba hiperconsciente del alfa sentado tan cerca de él. Podía sentir los ojos de YoonOh sobre él con cada fibra de su ser. La tensión en la cabina se podría haber cortado con un cuchillo, o al menos así lo sintió Taeyong. Nunca había sido tan consciente del cuerpo de otro hombre o del suyo propio. O el aroma embriagador de alfa en el aire. Incluso ahora, todo lo que él quería era subirse al regazo de YoonOh, enterrar la nariz en su cuello y desaparecer en él, dejando que YoonOh se encargara de todo.
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Blurred Lines | Jaeyong
FanfictionEnamorarse de un caliente doctor alfa no estaba en los planes de Lee Taeyong cuando acude a una clínica para curar sus extraños calores. Por desgracia, parece que eso no será fácil cuando el Dr. Jung sugiere un tratamiento experimental para ayudarlo...