Winter Nights

11.

Esa sensación estaba presente en mí al igual cuando era una niña pero era una situación del pasado que no me atrevo a hablar, la muerte de mi madre afectó mucho mi vida y lo sigue haciendo trato de dejarlo en el pasado y sanarlo pero es imposible.

-Hey, ¿Estás bien? ¿Qué pasó?- La voz dulce y cálida de Nat entraba en mi como una pastilla adormecedora que me hacía relajarme.

-Sabes, cuando mi madre murió la pasé muy mal la extrañaba muchísimo cada día me preguntaba porque se había ido, recuerdo que me gustaba ir a ballet y ambos siempre me iban a ver bailar era fantástico salir cada fin de semana a pasear o quedarnos viendo películas éramos una bonita familia pero cuando ella se fue todo cambió mi padre se pasaba de copas y me dejaba al cuidado de una nana, no me quiso ver por días él decía que no tenía cara para decirme que no pudo salvarla pero lo que él no sabía es que lo necesitaba mucho, necesitaba a mi padre y siempre que quise hablar del tema lo hacía a un lado siempre me mantuvo alejada con todo esto de mi madre y por estar al tanto del caso no se enfocaba en mí hasta que Pepper llegó a ser más cercana a nosotros fue como empezó a cambiar todo, y ahora mismo necesito a mi padre pero el ya se fue porque está molesto por su error, es un gran padre pero no lo entiendo- mire a Nat ella me ponía atención mientras sus cejas se arrugaban.

-Lo siento mucho cariño, no estás sola me tienes a mí y siempre estaré para ti recuerda que eres mi hermana pequeña y te adoro con el alma, eres valiosa- Sonrió y me enredó en sus brazos, Nat me hacía sentir como si fuera de mi sangre no como una amiga, como una hermana.

-Te adoro más, por cierto ¿En donde está Buck?-

-Vamos al auto y te explicaré un poco- Ambas fuimos al auto de Nat para charlar mejor, ya que dentro de la empresa nos daba un poco de desconfianza por todo lo que a ocurrido. -Bien contacte a Barners por medio de Sam Wilson el fue, fue un buen compañero mío y es mejor amigo de Barners antes de dormir pensé en que estaría con Sam y al otro día lo contacté él me decía que no estaba con Bucky para protegerlo pero al final le expliqué todo y accedió a mi ayuda ya tenía yo todo para desenmascarar a Carter y Bucky está cerca está a unas pocas horas de aquí me pidió que no te preocuparas el volverá pronto no me dijo cuando pero quiere que estés tranquila-

-Espero que sea pronto en verdad que tengo muchas ganas de verle y pedirle una disculpa, no quise dejarlo sólo-

-Tranquila, está bien pero cuando se vean habla desde el corazón siento que ambos tienen una química hermosa y él entenderá es un gran chico-

-Ojalá que sí- Nat sonrió y llegamos por fin a casa después de un largo día, me despedí de ella y entré a casa.

-Cariño ¿Cómo estás?- Peper quién estaba en la barra de la cocina se levantó de inmediato al verme entrar y me enredó entre sus brazos.

-Ya mejor Pep muchas gracias- sonreí y la apreté un poco más. -Me imagino que papá no está-

-No, el se fue dijo que tenía cosas que arreglar-

-Me voy a duchar- Subí a mi habitación como de costumbre, me quite los zapatos y mientras me quitaba mis aretes vi que mi celular tenía una notificación, un número extraño.

“Te hecho de menos muñeca no hay día que no piense en ti, nos vemos pronto.
-Bucky”

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y mi corazón latía fuertemente y me temblaba la mano, quise responder el mensaje pero el número me bloqueó, una sonrisa se dibujó en mí y unas pequeñas lágrimas salían de mis ojos dejé mi teléfono en donde estaba y me metí a duchar ya quería dormir de inmediato para que fuera mañana tenía el presentimiento de que mañana lo vería.

*Steve*

Cuando llegué a casa de inmediato me puse a contactar a Carter, tenía miedo de que dijera algo de más pero su teléfono ya no estaba disponible. -Carajo- tire el teléfono después de llamar innunerables veces pues me quedé sin nadie que me respaldará hasta que pensé en un viejo compañero el cual me debía unos favores. Tomé nuevamente mi teléfono y llamé.