Thoughts

ℱ𝒾𝓇𝓈𝓉 𝒞𝒽𝒶𝓅𝓉ℯ𝓇. 𝒴ℴ𝓊 𝓌𝒾𝓉𝒽 𝓉𝒽ℯ 𝒹𝒶𝓇𝓀 𝒸𝓊𝓇𝓁𝓈

Tomioka Giyuu, el pilar del agua, una persona que siempre pareciera mantener un rostro sereno y calmado, para algunos era signo de superioridad y egocentrismo, para otros, signo de confianza y tranquilidad, para Sanemi... cara de rata.

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—¡Ya te dije que estoy bien!— el Pilar del Viento no dejaba de quejarse de las atenciones de la Pilar del Insecto, no se quedaba quieto y llegados a un punto, este ya no la soportaba ni un segundo más. —¡Que dejes eso! ¡Sólo me golpeó la cabeza!

—Hmm... pero estabas sangrando, Shinazugawa-san...— la chica le contradijo, levantando la mirada para conectar con el rostro contrario a pesar de tener sus ojos magenta cerrados.

«Si no fuera por lo tanto que te estimaba mi hermana, ya te habría envenenado, bastardo ruidoso.» Siseó en su mente la chica, un pensamiento que de inmediato fue captado por el Masacre en Texas (Shinazugawa).

—¿Qué fue lo que dijiste, perra?— unas venas saltaron de su rostro, definitivamente estaba enojado, peor que eso, ¿cómo se atrevía esa chica a llamarle de esa manera en "voz alta" frente a tantas personas? Tanto heridos como enfermeras podían escucharla faltarle al respeto. Eso no lo permitiría.

—Si yo no dije nada, Shinazugawa-san— la chica del rostro pálido y con la incansable sonrisa habló nuevamente, mirando con confusión al contrario que no dejaba de observarla con un odio creciente en su pecho.

«¿Se habrá vuelto loco?» Pensó nuevamente la chica, sin dejar de mirar al Pilar del Viento, y este sin dejar de mirarla y fue entonces que se dio cuenta en el momento en que los finos labios contrarios no se movieron, estaba maldito... o bendecido.

—No me volví loco, loca.— renegó, mirándola intensamente al momento de levantarse de la camilla en la que se encontraba, sintiendo ligeros mareos a causa del golpe que tenía aún en la cabeza.

—Pero...— ni siquiera la dejó terminar cuando salió de la habitación, dejándola con las palabras en la boca y un muy, muy evidente enojo y proporcional a su enojo, unas ganas homicidas terribles.

«Ahh~ es un Pilar.» Ajá.

«Ojalá pudiera acercarme y pedirle que me entrene.» Ew, no.

«Ese sujeto da miedo...» Como tu futuro.

«Sus músculos son grandes» Eso último tal vez le sacó una sonrisita, una chiquita.

Parecía que ahora podía escuchar las mentes de todos y cada uno que se le cruzaban, al menos no era agobiante, sólo tenía que mirar hacia un lugar y luego...

«¿Qué hace Shinazugawa aquí? ¿Le atacaron en una misión? ¿Debería acercarme a hablarle? Se ve bien... está caminando al menos, es un alivio, no me gustaría que muriera... me agrada aunque no le agrado, eso es obvio... tal vez podría invitarle Ohagis para intentar llevarme bien con él, sé que le gustan... podría decirle ahora... no, se ve enojado, ¿tal vez mañana? Tal vez no lo vea... mejor dejarlo así, de igual manera va a negarse, a fin de cuentas ni siquiera le agrada voltear a verme, dudo que quiera comer algo conmigo... soy un desastre para comer lo que-»

Carajo. Eso definitivamente le abrumaba, al punto de cerrar sus ojos un momento y apartar la mirada del cabeza de rata como él solía llamarlo, ¿cómo es que una persona como él comenzara a pensar tantas cosas en cuestión de segundos? Y le sorprendió más que el sujeto de la mirada tan seria ni siquiera le dirigiera, tan siquiera, un pequeño vistazo al momento de cruzar a lado suyo, como si no existiera.

«Definitivamente no le gustaría que le hablara ahora.» Fue lo último que pensó el Pilar del Agua, alejándose por fin por el pasillo hasta que al doblar en una esquina se perdió completamente de su vista.

—¿Qué mierda...?— fue lo único que atinó a decir el de cabellos blanquecinos, mirando por el lugar que el cara de rata se había ido, jamás imaginó que tendría una migraña por escuchar a Tomioka hablar tanto y tan rápido... aunque no lo había escuchado hablar, pero se entiende la forma en que lo pensó... claro.

Sería unos días de mierda hasta que se le pasara lo que sea que ese demonio le había hecho. O eso creía. Sobre todo si ese chico de cabello oscuro mantenía tantas cosas en su mente... definitivamente iba a joderle sus mañanas, sus tardes y sus noches.

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721 palabras.

Informo que son actualizaciones lentas... o rápidas dependiendo qué tan belicoso me despierte.

No puedo poner el guión largo en teléfono, ayuda, me da cringe.