Tomioka Giyuu. Muchas miradas solían seguirle, todas llenas de escrutinio, juzgaban su aura melancólica, juzgaban el frío temperamento y más aún todos se preguntaban una cosa. Una sola cosa. “¿El Pilar que se fue, es el mismo que despertó?”
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El Pilar del Agua había despertado hace ya un día. Y a pesar de que ese momento hubiera sido esperado por tantas personas... nadie se había quedado más de dos minutos para hablar con él.
Su cuerpo ardía por haber pasado tanto tiempo en la cama, mientras que sus propias heridas no habían sanado por completo. Y si no hubiera sido suficiente. Kyojuro Rengoku, Pilar de la Llama. Había fallecido a manos del demonio que él no había sido capaz de asesinar. Gracias Shinobu, un detallazo decirle eso al tener media hora de despertar.
En el silencio absoluto que sumergía esa habitación, sólo podía hundir sus manos en su pecho, entrelazando sus dedos tan fuerte que sentía sus huesos tronar ligeramente, sus dientes castañeaban a pesar de que el clima estaba cálido y estuviera debajo de varias mantas; y su respiración estaba tan acelerada que parecía olvidar la enseñanza de su maestro acerca de la Respiración de Concentración Total.
—Por qué...— su voz estaba teñida por el dolor y la angustia que le provocaba saber que Kyojuro había sido víctima de su propia negligencia. Era un Cazador de Demonios, él debía proteger a las personas de esos seres. Él debía ser más fuerte. Él debía estar ahí.... él debía de estar en ese féretro y no él. No la persona que siempre le trató con tanta gentileza y amabilidad. Kyojuro nunca le debió absolutamente nada y a pesar de todo... él siempre estuvo ahí para él.
Era muy tarde para arrepentimientos. Lo sabía. Lo hecho, hecho está.
Pero aún así, con el cri cri de los pequeños insectitos afuera de su ventana y el tenue arrullo del reloj en la pared; su mente se destruía mientras deseaba cambiar su lugar con todas las fuerzas. Él no debía estar vivo hace ya tanto tiempo... tantas personas han muerto por su culpa y aún así era la voluntad del destino mantenerle aún con vida.
“Lo haces para causar más dolor a las personas... ¿verdad, Dios? Soy una maldición para todos... ¿verdad?”
De sus labios escapó un pequeño sollozo, aunque no permitió que ninguna lágrima resbalara de sus ojos a pesar de que estos mismos estuviesen llenos de estas. Estaba tan cansado de llorar que incluso sus lágrimas se rehusaban a derramarse.
Estaba agotado de estar despierto, su mente no dejaba de torturarle una y otra vez, pero conciliar el sueño nuevamente le era imposible, puesto que cada vez que cerraba sus ojos, podía ver a Shinazugawa Sanemi en ese bosque. Mirando esos ojos violetas llenos de preocupación siendo rápidamente reemplazada por lo que él creyó que era repulsión mientras este le daba la espalda.
¿Por qué sus ojos siempre tenían que verlo con tanto desprecio? ¿Por qué lo había abandonado así?
No era mala persona. Al menos no creía que lo fuera. Tal vez ese era su problema todo este tiempo. Tal vez era una mala persona y no se daba cuenta, tal vez por eso Dios continúa castigándole a pesar de pedirle perdón cada noche.
—Giyuu.— la voz rasposa del Pilar del Viento resonó por toda la habitación, su cabeza giró de inmediato para encararlo, no esperaba verlo de nuevo después de verle hace un día por última vez saliendo casi corriendo de la habitación después de que él despertó.
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Thoughts
ФанфикUn día en el que Sanemi Shinazugawa es golpeado por una técnica demoníaca que le permite escuchar los pensamientos de los demás. Tomioka Giyuu, quien su mente nunca está en silencio. 🍃🍃🍃 Créditos de la portada a Picsart, al chile nada más agarré...