Capítulo 16

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Ese día con Cindy fue estupendo, tras pedirle que me esperase un poco porque todavía tenía un par de pendientes (como revisar los documentos que me entregó Janeth un par de minutos antes de que Cindy llegara a verme de sorpresa); pero en cuanto salí, estuve con Cindy el resto del día ya que fuimos a caminar, encontramos un parque cerca de donde estábamos, le compré un paquete de chocolates suizos (los chocolates suizos eran absolutamente deliciosos y ese día ella lo comprobó).

Al llegar a mi casa, se sorprendió mucho de cómo era mi vida; aunque yo no consideraba que mi vida fuera tan lujosa como ella juraba que era, pero sí se enojó cuando me sacó la sopa al descubrir que papá me había apoyado mucho con los gastos de esa casa en particular; ya que él pagó por la casa, pagó todos los servicios e incluso me había comprado muebles.

—Yo tuve que trabajar duro por la casa en la que vivimos Peter, Mike y yo —ella tenía razón; además de que estaba un poco ofendida e incómoda, así que le pregunté si Peter no había puesto nada de su bolsillo para pagar por la casa—. Claro que Peter también puso de su bolsillo; pero eso no es a donde quiero llegar, lo que trato de decirte es que siempre has sido el favorito de mamá y papá; yo nunca lo fui ya que siempre te han preferido a ti, Richard.

—Tal vez sí lo sea, pero también tienes que entender que soy el menor y siempre ha habido un cierto tipo de preferencia ante las hijas e hijos menores, Cindy; ¿o me vas a decir que nunca te habías dado cuenta de ese pequeño detalle? —Cindy estaba molesta, eso era evidente; sin embargo, sí tenía razón porque yo siempre fui el favorito de mamá y papá, aunque ella y él también amaban mucho a Cindy por ser la primera hija en nacer de la familia Vallaj; aunque yo fui el primer varón en la familia Vallaj y eso también debió contar para algo.

—En serio es molesto que hayas sido el primer varón en toda la familia porque te tienen más preferencia a ti que a cualquiera de nuestras primas o primos ya que a esa parte de la familia no tienen el mismo cariño, privilegio o respeto que a ti y por ser hombre —no era misandria lo que Cindy me decía, al contrario: era verdad; me lo dijo de una forma muy cruda—. Ni siquiera por ser la primera en nacer de toda la familia Vallaj, me pueden dar el mismo trato que a ti y lo sabes bien.

—Sí, Cindy, lo sé —lo acepté son preocupaciones—. Desgraciadamente vivimos en un mundo altamente machista, sexista y misógino donde parece que ser mujer fuera un pecado; tan solo fíjate que en los Estados Unidos solo se usa el apellido paterno y ni siquiera sabemos el apellido de nuestra madre —nunca lo había escuchado, ese sí era un misterio tanto para Cindy como para mí—. Papá al ser un hombre de negocios, y ser extremadamente rico, su apellido ya es uno de los apellidos de las familias más poderosas en América; no estoy hablando del país: estoy hablando de todo el continente, porque el apellido Vallaj es muy raro de encontrar en todo el mundo; ¿te diste cuenta? —sin haberme dado cuenta, le dije a Cindy muchas cosas que era seguro que ella ya sabía; entonces tuve que pedirle una disculpa por ello.

—No te disculpes. Es que sí tienes razón, Richard; tenemos, o al menos tú sigues teniendo, uno de los apellidos más importantes de toda América en general. Yo también hablo de todo el continente americano —¿Cindy ya no era más una Vallaj?—. Mi apellido cambió al casarme con Peter, ahora soy Cindy Montgomery o podría ser Cindy Vallaj de Montgomery, ¿qué tal suena eso, eh? —le respondí que yo pensaba que eso debería estar mal porque Cindy no era un objeto para decir que era de la propiedad de su esposo al poner las palabras «de Montgomery» en su apellido; eso no debería ser así y no era algo digno de admirarse.

—Da igual, Richard —Cindy estaba en una posición muy inconforme con la mía; lo pude notar por la manera en la que le restaba importancia—. No vas a cambiar las leyes que llevamos obedeciendo por décadas y décadas; aunque tienes razón con eso: se invisibiliza mucho a las mujeres cuando se trata del matrimonio; si se divorcian y se vuelven a casar: adoptan el apellido de la nueva pareja, no importándoles nada ni los sentimientos de nosotras, así que entiendo tu molestia, hermanito.

Después del Amanecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora