Capítulo 7. Manojo de celos

189 11 1
                                    

Los dos grandes amigos tuvieron finalmente su cita, mientras los dos chicos araña trataron de resolver su desastre.

-Bueno, Íntegra... Ya que estamos aquí, recuerdo que hay un restaurante aquí cerca. ¿Quieres... Acompañarme? -el chico no pudo evitar sonrojarse ante la presencia de su dama soñada.

-Por supuesto. Vaya, qué galante se porta usted. ¿Porqué tanto misterio?

-Ya lo verás. Oh, mira. -Bastian veía un anuncio peculiar en la entrada del restaurante. -Especialidad: Tarde de Baile.

-Fantástico. Oye, ¿y si a las clases de baile de Miguel les sacamos provecho? -la elegante damisela le hizo tal propuesta a su compañero, el cuál aceptó encantado.

Ambos entraron al restaurante, en un ambiente muy tranquilo y acogedor. Se veía todo más fresco y fantástico, mostrando en todos sus alrededores una escencia hogareña.

-¿Gusta tomar asiento, señorita?

-Oh, qué caballero. -la chica se sintió más que alagada. -Ahora sí. ¿Por qué tanto misterio?

-¿Por dónde comienzo...?



Mientras tanto...

-Miguel, voy a entrar como cliente para averiguar si doy con la anomalía. -_______ y su compañero se estaban poniendo de acuerdo.

-Está bien. Pero, ¿vas a ir con tu disfraz? La temporada de fiesta de disfraces terminó, ¿lo olvidaste? -aquel hombre araña no pudo evitar recordar la conversación de la primera vez que se conocieron.

-Y todavía lo recuerdas. -______ soltó su risa ligera. -¡Eres de lo peor!

-Sí, y tú eres muy irritante. -añadió Miguel.

-Deja de verme.

-Tú deja de verme.

-Yo no te veo, tú me ves.

-Ni en tus sueños lo harías.

-Pero... ¿Qué pasa si... quiero hacerlo? -_______ preguntó ésto último con un poco de nerviosismo.

-Yo... También... Quiero verte, _______.

Se quedaron frente a frente en ese instante, contemplándose el uno al otro.

-Quiero decirte, Miguel... Que... Que yo te odio desde el día que te ví. -su tono de voz parecía ser dulce, no era apropiado como para decir "te odio".

-El sentimiento es mutuo, ________. -Miguel le respondió del mismo modo.

Sus palabras de enemistad mostraban un tono más dulce y tierno; ahora no quisieron atacarse como de costumbre. Es más, pareciera que ambos emitían sentimientos allí.
Puede que Miguel O'Hara no poseyera un sentido arácnido como el de _________, pero ambos percibían una extraña magia más allá de su poder arácnido. Un extraño sexto sentido, en dónde el odio se volvía conexión; se convertiría en amor.

-Oye, ya... Tengo que... Irme. La anomalía no se atrapará sola. -dijo ________ apartándose un poco de Miguel.

-Espera. -aquel hombre la detuvo por un segundo. -¿Te gustaría hacer algo esta noche?

_________ se quedó pensando, pero no dudó en darle una respuesta afirmativa, y una dulce sonrisa en la cara  -Sólo espero que tu mal humor no salga.

La chica rápidamente se puso su típico, pero fantástico outfit, mientras que su compañero hizo lo mismo para pasar desapercibido entre la multitud.

-Listo. -_______ le mostró su outfit clásico. -¿Cómo me veo? Ah... ¿Miguel...?

-Sí... Te ves... Te ves... Muy... -carraspeó su garganta. -Cautivadora.

Extraño Sentido ❤️💙🕷️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora