Capítulo 8. Cena fallida, defensa paralizante

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Pasaron varios días después de lo sucedido. Miguel y _______ seguían sin dirigirse la palabra, al igual que Íntegra y Bastian. Debido a la fatídica situación, el pobre chico decidió irse por un tiempo a vivir a otra parte, en este caso a la casa de un amigo. Mientras que Miguel... Bueno. Se quedó en el cuartel. Así que solo ambas chicas son las que se quedaban en la casa fraternal.

-Esta casa se siente algo vacía sin... Ya sabes quién.

-Sí, como sea. -la amiga intentaba evitar hablar sobre él.

-Ay, vamos Íntegra. No puedes ser tan cruel con Bastian, y desde hace meses que sabía que tendrían química.

-No. Es tarde. Ahora es demasiado tarde.

________ a modo de súplica: -Oh, vamos... Sabes que no es lo mismo sin tu "media naranja".

-Mira. No me digas lo mismo, ya que usted... Señorita... Rechazó el afecto de Miguel hacia tí.

-¡Estaba celosa!

-¡Eso no es ninguna excusa amiga! -entre pequeñas risas, Íntegra le dijo.

-Reconozco que me excedí con él... Por eso no he tenido el valor de verle estos días.

En ese momento, una llamada interrumpió la conversación de las dos. Llamaban a Íntegra, así que ella contestó.

“¿Hola?”

“No... Aún no sabe."

“Awwww, amor... También te A a tí, B."

________ se le quedó viendo sospechosa a su gran amiga.

“¿Esta noche? Ahí estaré, y después... Jijijiji”

“Cuídate, mi amor.”

Cuando la llamada terminó, _______ le clavó esa mirada de sospecha.

-Es mi mamá. Se llama Bessie, y me llamó para saber si todo estaba bien...

-No sabes mentir. -______ respondió frunciendo el ceño.

-Está bien, me atrapaste. Le daré a Bastian otra oportunidad. -una sonrisa se asomó en ese rostro.

-Debes admitir que se esforzó para impresionarte, Íntegra.

-Aunque no debió hacerlo. Él es la alegría merodeando por la casa, y en mi corazón. Hace que lata más fuerte cada que lo veo. No tiene porqué impresionarme.

-¿Quieres saber por qué lo hizo? Porque te mereces lo mejor. -_______ la sujetó de los hombros mientras soltaba esa respuesta.

-Al igual que tú. Ya perdona a Miguel, no seas así... -Íntegra le dijo suplicándole.

-Pues... En esa última vez, él me puso muy furiosa.

-Mmmmm, puedes aplicarle lo mismo. -la amiga le dió aquella peligrosa sugerencia.

-¿Y sacarlo de quicio? No le gustará.

Tocaron el timbre de la puerta. Era un estallido de molestia eterna y fastidio al extremo, que no tardaría en explotar.

-¡________! Soy Roland.

-Boom, boom, kapow... La bomba ya aterrizó. -______ le dijo a Íntegra en voz baja. -Dile a Roland que no estoy aquí.

Rápidamente, _________ subió a su cuarto para no ser vista por ese imbécil. Íntegra abrió la puerta de inmediato para verle la cara.

-Ah, discúlpame amigo. Pero _______ no está en casa ahora.

-¿Estás segura, Íntegra?

-Sí. Me lo dijo ahora. -soltó esa respuesta inconscientemente.

-No... ¡Íntegra! -_______ le dijo del miedo, mientras espiaba la situación desde su Gizmo en la seguridad de su cuarto.

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