Capítulo 10. Mi salto de fe

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Narra _________

Ya era medianoche, los demás empezaban a regresar a sus casas, incluyendo la Spider Banda, mientras estábamos Miguel y yo platicando en el techo de la casa fraternal, viendo la luna y las brillantes estrellas existiendo sobre nosotros.

-Y dejamos a ese tipo con maquillaje y todo. Hasta le escribimos algo en la frente como cuando ese Jack quería lastimarte.

-Jajajaja, no te puedo creer que hicieras eso. A ver si Roland le baja dos rayitas a su volumen.

-Nadie le hace daño a mi hermosa mujer.

-¿Miguel...? ¿Soy tu mujer?

-Y quiero que... Lo seas.

Estuve impresionada por esas palabras. Pero empecé a decirle algo que tenía que saber...

-Miguel... Quiero... Que sepas algo...

-¿Qué cosa, bonita? -tomó mi mano, haciéndome saber que confía en mí.

-Pues... Verás... Yo... Fui engañada. Mi dignidad la perdí... Por una apuesta.

-¿De verdad?

-Sí. Verás. -aquí le cuento mi historia.

"En mis primeros años de universidad, muchos chicos querían conmigo. Íntegra y Bastian apenas estábamos tratándonos. Y ahí conocí a Roland, diciéndome que alguien quería conmigo. Así que acepté andar con esa persona. Su nombre era Ethan.
Y... Bueno. Tenía problemas familiares a veces. Mis padres me amaban con su corazón, aunque siempre me pidieron que les cumpliera expectativas.

-¿Porqué no eres como los demás? Mírate, eres tan patética. Debiste estudiar lo que te dijimos. No sé porqué confiamos en tí. -mi madre me miraba con decepción.

-Y cuidado con tener novio, ¿eh? Solo eso nos falta para que nos avergüences. -mi padre soltaba con enojo.

Y todos esos problemas se los contaba a él. Confiaba plenamente en él. Me entregué a él. Hasta que llegó el fatídico día. Todos los demás estaban hablando mal de mí por culpa de ese hijo de perra. Me dijo que solo fui parte de una apuesta. Me sentí usaba, traicionada.
Y... Mis padres no tardaron en enterarse pronto.

-¡Eres una desgracia! ¡Ya fuimos a dar la cara por tí! ¿Que a tu edad no puedes controlarte? -gritó mi padre.

-Podrás parecer una santa, pero eres una enferma promiscua. -mi madre soltó ésto último con lágrimas en sus ojos.

-¿Sólo eso van a decir? ¿No creen que ya me siento peor? -con tanto dolor les pregunté.

-¡No nos importa! Es más, recuerda bien este momento. -mi madre me dijo.

-Nadie te va a amar jamás, ni siquiera nosotros. ¿Sabes porqué? ¡PORQUÉ ELEGISTE SER UNA IMBÉCIL RAMERA! -mi padre soltó furioso.

-¿Es una broma? -me solté a llorar. -Yo no pedí hacer ésto. No tenía idea de que fuera una estúpida apuesta. Y tampoco puedo creer que jamás me hayan escuchado por tantos años. Siempre me han querido moldear como ustedes quieren. ¿Se han preguntado lo que quiero? ¡No! Solo se enfocan en decirme qué hacer o qué no hacer. ¡Ni de broma me voy a convertir en ustedes!

Me dirigí hacia la puerta y salí de mi casa y mis padres fueron tras de mí, lanzándome blasfemia tras amenaza.

-¡Regresa, _______!

-¡Vuelve aquí, estúpida grosera!

Me los enfrenté, sin saber que lo peor estaba por venir.

-No seré como ustedes. ¡Prefiero morir a ser como ustedes!

Extraño Sentido ❤️💙🕷️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora