CAPÍTULO IV: III de copas (INVERTIDO)

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Capítulo IV: III de copas (INVERTIDO)

《Tres en el mismo baile... ¿Nunca oíste que tres son multitud?...

Esa noche lo busqué en Instagram en cuanto crucé el umbral de la puerta de mi casa. No fue un trabajo fácil, pero en el proceso descubrí que tenía una "leve" obsesión con Shakespeare... Para hallarlo tuve que pedirle el nombre de la banda a Rosana, quien nos había llevado a verla; se llamaba "Pocas nueces, mucho ruido". Sí, casi como la obra de Shakespeare. Abreviado en "PNMR", no se me ocurría forma de pronunciarlo, pero su nombre original era demasiado largo para una banda, al menos desde mi punto de vista, de cero experta. Lo más similar que había oído era One Direction.

No le hice un análisis muy profundo a la banda, pero sí revisé por completo el perfil de Romeo. "Noeldeshakespeare" era su nombre de usuario; rodé los ojos en cuanto lo leí, y solté una pequeña carcajada, para mí misma, que aparentemente irritó a mi gato, Villano, y lo hizo recostarse un poco lejos de mí. Romeo ya tenía 19k de seguidores en Instagram, lo cual me sorprendió. Tenía fotos de todo un poco: guitarras, conciertos, animales... pero predominaban las fotos que eran capturas de Spotify o vídeos de sus propios videoclips. Muy pocas fotos habían que abarcaran solamente su rostro -a pesar de que era precioso-, y esas en particular eran las fotos de su perfil con mayor cantidad de likes y comentarios, por eso quise evitar revisarlos, pero allí estaban, decenas de comentarios de decenas de chicas diferentes, y la mayoría de ellas tenían respuesta de Romeo.

Bloqueé la pantalla de mi celular, lo dejé caer a un lado y detuve mi mirada en Villano, que parecía estar juzgándome -como siempre-. Lo miré fijamente y pestañeé con lentitud; unas cuantas veces había leído que para ellos aquello significaba "te amo", pero no recibí respuesta de mi gato. Me acomodé en el sofá de forma en la que pudiera dormir sosteniendo la patita de Villano y me quedé dormida en cuestión de segundos.

Cuando desperté no volví a abrir el perfil de Romeo, o al menos no lo volví a hacer hasta la tarde, mientras estaba en mi media hora libre del trabajo y volvió a picarme la curiosidad. En su perfil no había ninguna historia reciente, y las destacadas eran solamente sobre canciones de la banda. No quise escuchar sus canciones, no quería decepcionarme y que se perdiera la chispa; y no porque fuera una persona musicalmente exquisita, pero no quería destrozar la noche que habíamos pasado con el recuerdo de alguna canción incómoda y desafinada.

En el perfil de la banda sí había una historia reciente, era una promoción del mismo bar en el que nos habíamos conocido, junto con un corto texto de disculpas por la cancelación del show. Le reenvié la historia a mis amigas, junto con un mensaje de "estamos ahí el viernes", que Rosana contestó con un: "vos solo querés ver a Romeo, pero dale, tocan bien".

Igualmente no confiaba demasiado en los gustos musicales de mi amiga. Si el artista era lindo sería su favorito durante esa semana.

Así que, eventualmente el viernes llegó, y allí estábamos todas frente a la puerta del bar, arregladas y dispuestas a pasarla bien... O al menos Rosana estaba dispuesta a pasarla bien. Sería innegable que: yo venía por Romeo, Maite porque era la conductora designada y Abril se quería quedar durmiendo con su novia, pero la acusaron de pollera así que nos había acompañado para probar lo contrario. A mí nunca me había molestado ser la polleruda del grupo, me encantaba tener con quién serlo.

—Ojalá la pongas, amiga— deseó Rosana echándome una mirada—. Te caería bien, después de tanto...— concluyó con un poco de humor.

Rodé los ojos sin devolverle la mirada, sabiendo que me estaba contemplando.

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