Diecinueve

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Capitulo Dedicado:
@MichellePolanco08. Gracias por votar siempre. Por tus leídos... Espero que estes bien, Linda

***

Hola, chica bajita:

Tus amigos no vinieron... Y te veías devastada. No me gusto verte así, nunca me ha gustado. Mi pequeña.

Presente

Nick al ver a su pequeña chica bajita, sola, triste y devastada.

Quizás -se le paso por la cabeza- ir donde ella.

La quedó observando mientras ella jugaba con su cabello, trenzandolo.

— ¿Qué pasa, hermano?—dijo Dylan, él mejor amigo de Nick.

Él suspiró.

—Ella... la del pelo morado me tiene loco.

Dylan soltó una carcajada. Él estaba seguro de eso, él lo notaba. Se sentía feliz que a su amigo le gustará esa chica, pero era lo suficientemente reservado para admitirlo en voz alta.

—Como si no lo hubiera notado. Mira Nick... No te acercas, o no le hablas, nunca la podrás saber que pasaría. Debes luchar por ella. No te quiero ver aquí sentado—dijo Dylan—. Mueve tu trasero... esta allí sola, ¡ve!

Alentó Dylan a su amigo, de todas maneras él tenía razón, Nick me dio una mirada. Sabía que su amigo tenía razón.

—Eres genial... Lo haré—sonrió.

Él se levantó, y caminó hacía la chica. Se sentó a su lado de manera despreocupada. Los estaban en una banca que estaba aislada de todos y no muchos estudiantes iban hasta allí.

La chica lo miró, y se sintió a gusto con él. Hace unos días habían hablado y se había derrumbado por alguna razón delante de su presencia, solo había tenido las inmensas ganas de llorar.

–Hola Nick—dijo con su dulce voz.

El río, se sentía estúpido por no saber su nombre. Debería saberlo pero nunca quiso preguntar porque sabía que los rumores iban rápido y no quería revelar que le interesaba alguien.

—Hola—la observó levemente y soltó una sonrisa ladina, sus ojos mieles lo examinaron—. Se qué esto es tonto... Pero ¿Como te llamas?

Ella río. Nick disfruto eso, él la había echo reír y tenía unas inmensas ganas de besarla. Controla tus pensamientos, Nick. Pensó.

—¡Nick! ¡Dios!—ella no paraba de reír. Él le siguió—, me llamo Naiara—dijo acomodando su cabello detrás de su oreja.

Para Nick ese era un peculiar y original nombre. Él la miró confundido.

—Lo sé, lo sé... Es raro ¿cierto?—Nick asintió—. Es de origen árabe, mi madre es árabe... Pero lo dejó todo por mi padre—explicó Naiara.

—Oh...

Lo único que salió de la boca de Nick. Los dos habían creado un silencio incómodo. No sabía que decir exactamente ante eso.

No tenían idea que temas hablar, solo estaban allí en silencio. Naiara se sentía avergonzada. Nick la ponía nerviosa.

—Naiara-—probó el nombre de su chica bajita, en sus labios.

—Nick—hizo lo mismo. Con voz suave y divertida.

Él la observó, se removió incómoda. Porque las cosas que le hacía sentir la presencia de él eran extrañas.

Entonces en eso, Nick se acercó, poco a poco. Naiara solo soltó una sonrisa y se acomodó un poco más cerca, sabía las intenciones y no estaba dispuesta a rechazar.

Llegó el momento que Nick estaba casi a centímetros de los labios de su querida chica, al final podía sentir su olor, rozar levemente esos labios que habría querido hace mucho tiempo, los ojos mieles no se quitaban de la vista de Nick y estaba pendiente de cada movimiento.

Ella sonrió tímida, Nick paso las yemas de sus dedos por el brazo de ella. Y luego la tomó su rostro bajando levemente hasta acomodar su mano en su cuello. Ella jadeo a su acto, un suave roce sintieron los dos.

— ¡Naiara!—gritó su amiga de la nada—, te estaba buscando.

Dieron un salto por el susto, dlla se dio vuelta y le sonrió.

Nick la soltó, y maldijo por lo bajo. Estuvo cerca, tan cerca que de solo pensar que no pudieron era tortuoso.

La amiga de Naiara, se acercó y la abrazó.

—Ups... ¿Interrumpía algo?—dijo la chica.

—No, no—dijo rápidamente Naiara, un poco avergonzada.

—Claro que sí—dijo Nick un poco molesto pero le daba una mirada divertida a Naiara.

Se levantó y acomodó su chaqueta. Se sentía molesto consigo mismo, si hubiera sido más rápido. Una sensación de felicidad lo recorrió al darse cuenta que ella igual quería besarlo, con una sonrisa pegada al rostro se devolvía donde su amigo, quien lo esperaba, al verlo Dylan llevó una mano a su frente golpeándose dando a entender te arruinaron el momento.

Pero su mente staba ocupada en pensar que si, estaba enamorado de su chica bajita, Naiara.

Hola, chica bajitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora