Nunca leerás lo que te escribí.
Nunca sabrás lo que sentía.
Solo ve viste como amigo.
Yo te vi como mi mundo.
Un mes sin verte. Una vida sin ti.
La última vez que te vi, fue cuando te despediste de mi.
Todo esta perdido, todo se ha ido contigo...
No puedo mirar a otra mujer, porque tú fuiste la única que me robó el corazón, la única que ha tenido mi amor.
He estado cuidando bien a tu gatito vainilla. Tus padres me ofrecieron cuidarlo, tu partida fue tan imprevista que ellos no tendrían el tiempo ni la cabeza para cuidar de él, encantado accedí.
Tú amiga me explicó todo. Tú tenías cáncer. Nunca me dijiste, a lo mejor por qué sabías que eso me lastimarla, todo de un momento a otro tuvo sentido para mí, tantas cosas, si hubiera sabido que todos los días podría haber sido el último, si hubiera sabido...
En estos momentos no sé cómo sentirme, son tantas emociones juntas, como tú amiga llegaba a mi corriendo desesperada susurrando tú nombre "Naiara, Naiara, ella... ella..." me quedé en blanco. Si hubiera hecho las cosas diferentes, podríamos haber tenido más momentos juntos, recuerdos, ser amigos, tal vez algo más, todas las oportunidades que perdí.
¿Porqué siempre me quedé con la intención? Ahora me siento como un estúpido, no valoré el tiempo que tuve. Mi peor error. Creer que dejar pasar las cosas es mejor, pero no sabes lo que te estarás perdiendo en el camino.
Y ese día que nombré en mi anterior escrito, ese día, que podría darte mis notas para que leas aquello que escribí.
Nunca llegará.
Como todo fue tan rápido, tan inusual. Decidí que tal vez esta sea la última nota que te escriba ha si que... Te voy a explicar como me enamoré de ti, aunque nunca podré decírtelo a la cara, mirando tus ojos.
«Hola chica bajita,
Era la segunda semana de clases, siempre me ganaba en el segundo piso, para mirar todo el patio. Analizaba todo, hasta que tú apareciste, llamando la atención con tu cabello morado, tus ojos mieles demostraban miedo, a ser rechazada, tal vez.
Luego de unos días saqué una pequeña libreta que tenía, cuando te miraba iba anotando todo. Pero en ese entonces no caía en cuenta que estaba perdidamente enamorado de ti.
Luego te sentías acogida en el colegio, reías y eso era lo mejor, ese hoyuelo que se formaba en tu mejilla derecha, ese flequillo que caía por tu frente y lo apartabas tanto, cuando tus ojitos mieles se quedaban mirando un lugar fijó, tal vez, solo tal vez pensabas.
Tus manos tan delicadas, con ese manicura desgastado color beige, ese cabello aveces trenzado, ese flequillo tan molesto, es risa tan dulce que te contagiaba, esa voz tan cálida, esos ojos que hacían que me perdiera, en tu brillo e ingenuidad. Toda tú.
Una semana antes pude ser tu amigo, una semana antes casi te besé, una semana antes pude mirarte directo a los ojos. Una semana antes, me atreví a hacer algo que pude en tres meses atrás.
Pude hacerte reír.
Pude hacerte enfadar.
Pude- tal vez - hacerte sentir.Esta es mi última nota.
Solo te digo.
Adiós, mi chica bajita.
Te amo.»