-A ver si entiendo...¿Me estás diciendo que te ayude a pedirle a una chica salir contigo y que tus planes son follártela y luego dejarla tirada?
-Básicamente- Samuel se encogió de hombros.
-Pero...¿te estás escuchando? Nunca haría eso- lo miré frunciendo el ceño.
-¿Por qué? Follar es algo natural
-Si, lo que no es natural es que vayas por la vida seduciendo chicas y rompiendo su corazón.
-Y allá vamos otra vez- protestó.
-Sabes que te daré este sermón siempre que haga falta. No puedes...simplemente hacer eso. Es horrible- le dije.
-¿Te recuerdo quien fue la que me sugirió ser así?- se cruzó de brazos.
-Fui yo, pero en ese momento estaba cansada de ver como te hacían lo mismo a ti, así que no viene al caso- suspiré - el punto es...que no te voy a ayudar a romper el corazón de esa chica.
-Pero si no voy a romperle el corazón. Le romperé el...
-Cállate- lo señalé y este comenzó a reír.
Samuel a veces podía llegar a ser muy insistente. Y digo a veces para no decir siempre. Es mi mejor amigo hace cuatro años, desde la secundaria y lo quiero tanto como si fuera mi hermano. Y si, al principio le sugerí ser el típico fuckboy que le encanta jugar con los sentimientos de las chicas. Lo siento, ¿vale? No sabía que se lo iba a tomar tan enserio y aparte lo hice por una buena causa, que no le hicieran más daño.
Hace un rato estábamos hablando en la cafetería de la escuela y él le había hechado el ojo a una chica muy bonita que jamás habíamos visto. El pelo rubio y lacio le caía en los hombros y sonreía mientras miraba su portátil.
-Entonces, ¿me ayudarás o no?- insistió nuevamente.
Me crucé de brazos.
-Vaaamos- hizo un puchero.
-Odio que hagas pucheros- puse los ojos en blanco.
-Te prometo que no le haré daño- sonrió.
Entrecerré los ojos, desconfiada: - Más te vale.
-¿Eso es un si?
Me encogí de hombros: - Ya que.
-Dios, no sabes cuanto te quiero. ¡Eres la mejor! - sonrió victorioso mientras hacía un baile raro.
-Soy la mejor, lo sé. Pero no creo que le llames la atención bailando de esa forma, Samu- reí.
Él se acomodó en la silla mientras carraspeaba la garganta.
-Bueno, si me disculpas, tengo una amiga que hacer- recogí los pocos libros de la mesa.
- Oh si, me escribes luego- me hizo un guiño.
Asentí y me dirigí a dónde estaba la rubia.
Cuando estaba un poco más cerca la pude ver mejor. Tenía la mano llena de pulseras de viejos festivales o pulseras tradicionales. Llevaba un atuendo muy hippie y seguía sonriéndole a la pantalla de su laptop.
-Hola- me miró- ¿puedo...?
-Ah claro- señaló la silla que había a un lado y me senté.
-¿Eres nueva?Jamás te había visto por aquí - acomodé mis lentes y sonreí.
- Emm si , vengo de otra ciudad- respondió.
-Ya veo.
-Y bueno. ¿Se te ofrece algo?- preguntó, curiosa.
-Ah no, es que como ví que estabas sola...- me encogí de hombros.
-Oh- rió - de hecho estaba con mi hermano, pero el muy tonto desapareció.
-¿Tu hermano?
-Si, también lo trasladaron como a mi. ¿Tu eres...?
-Oh, lo siento, de verdad. Heiry, un gusto- le tendí la mano.
-Heiry, que lindo nombre. Nunca lo había escuchado. Soy Jessica - correspondió.
-Mis padres tuvieron mucho tiempo para pensar mi nombre - sonreí y ella hizo lo mismo- ¿Y que haces en tu portátil, Jessica?
Ella se movió incómoda.
-Si no es molestia que me digas, claro.
- No, no es eso. Estaba buscando un lugar donde comer esta noche, porque a mis padres se les ocurrió cenar fuera- puso las manos en su boca como si nadie pudiera enterarse- en lo que veía algunos memes.
Reí.
-Entiendo. Si quieres te paso la ubicación de uno de los mejores restaurantes de esta zona.
-Oh, me harías un gran favor.
- Vale, me das tu...emm- señalé el celular.
Ella asintió y me lo alcanzó. Archivé mi número y luego ella guardó el suyo en mi móvil.
-Te lo envío en un momento. Ahora tengo que irme- volví a acomodar mis lentes.
-Por supuesto. Muchas gracias, Heiry. Nos vemos por ahí.
Asentí: - Un gusto, nos vemos.
Misión: Conseguir el número de la chica nueva - Cumplida
Le envié la ubicación a Jessica y luego le escribí a Samuel.
Heiry: Listo👍 *ha enviado un contacto a Samuel*
Samu: Gracias, te lo compensaré :)
Sonreí y negué con la cabeza en lo que me dirigía a mi próxima clase.
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Cúrame
Novela JuvenilLas personas que si conocieron el amor es su más sincera faceta, dicen que : "El amor llega cuando menos lo esperas, pero cuando más lo necesitas". Aunque, para Heiry y sus muy logrados diecisiete años, esta era una frase ridícula que alguien se...