EL HÉROE MIEDOSO

Capítulo 2: ¿Cómo paso?

Katsuki se hallaba en la cama del hospital, sus ojos se cerraron levemente al percibir la luz del sol ¿Estaba inconsciente? ¿Por cuánto? Esa y más preguntas surgieron en su mente, apenas tuvo tiempo de buscar respuestas cuando un jadeo de sorpresa de alguien se escuchó — ¿Eh? —  dirigió su mirada en dirección a la puerta, donde provenía el sonido, pudo visualizar a su madre, con ambas manos en su boca, expresando la sorpresa que tenía — Vieja... ¿Qué – ay — no termino de formular su pregunta cuando un dolor en la parte trasera en su cabeza le interrumpió — Mocoso... que bueno que despiertas, me tenías preocupada — su madre fue a lado suyo echándolo levemente en la cama – No te muevas, avisare al doctor — ella iba a avisar al doctor, cuando sintió un jalón de Katsuki, ella confundida giro su cabeza en dirección a su hijo — ¿Qué sucedió? — ella giro su cuerpo entero en dirección a su hijo, para poder darle respuesta a su pregunta — Lo mismo quiero saber — Después de esa respuesta, se retiró en busca del médico, dejando a Katsuki confundido, entonces varios recuerdos vino a su mente, polvo, gritos de auxilio, dolor, sirenas. Sus recuerdos fueron interrumpidos, cuando un dolor en su cabeza se hizo presente, buscando descansar se recostó en la cama evitando pensar.

Luego de unos chequeos por parte del médico, Katsuki pudo nuevamente estar algo tranquilo, pero las dudas le carcomían la cabeza — Vieja... — llamo Katsuki a su madre que estaba sentada a lado de su cama, ella contesto su llamado con un "dime" — ¿Cuánto tiempo estoy aquí? O ¿Cómo llegue aquí? — Mitsuki suspiro pesadamente, tratando de encontrar una respuesta a todas las dudas de su hijo — Estuviste inconsciente un día, te diste un golpe fuerte en le cabeza, el cómo... al parecer la secundaria fue atacada por un villano, pero no confirmaron nada, es una hipótesis de las madres — Kacchan solo pensaba en una cosa o más bien en alguien — Bruja ¿Dónde está Deku? — La madre al no conocer quién era el dueño de ese apodo, levanto la ceja en señal de confusión, siendo identificado por Katsuki — Izuku ¿Dónde está? — La madre iba a contestar, cuando la puerta fue abierta, dejando ver a un hombre de porte, con un saco y sombrero.

Buenos días, ¿Qué desea? — Pregunto Mitsuki, mientras Bakugo recordaba el cómo llego a esa situación, ignorando por completo la conversación que entablaba entre el hombre y su madre, no fue un ataque de villano, si no había sido... — ¡Katsuki! — El chico atendió el llamado, notando que tenían la vista fijada en él por parte de los dos adultos — Joven, espero que se encuentre bien — Bakugo gruño en respuesta — Me presento, soy el detective Naomasa, estoy aquí para tomar unas declaraciones si no le importa, tengo entendido que es alguien cercano al joven Izuku Midoriya — Mitsuki reacciono al escuchar el nombre de su "sobrino" — ¿Qué tiene que ver Izuku en esto? ¿Le paso algo? — Tiene que ver mucho vieja — Katsuki interrumpió en la conversación de ambos, ahora la confundida era Mitsuki — Adelante, pregunte, no me haga perder el tiempo — El detective tomo asiento y saco su libreta — ¿Sabe cómo ocurrió el incidente? — Bakugo lo medito un tiempo ¿Sabia a exactitud lo que paso? — No... — Esa respuesta desanimo un poco al oficial — Pero... solo sé que, de una u otra forma está relacionado con Deku — Naomasa anoto todo en su libreta y volvió a dirigir su mirada hacia Katsuki — ¿Por qué lo dice? ¿Qué sucedió antes del incidente?

Hace un día y medio: Hora de entrada a la secundaria

En los pasillos de la escuela se llevaba cabo una persecución, cuatro jóvenes perseguían a un peliverde quien corría llorando — Por-por-por favor, no me lastimen — Muchos lo ignoraban mientras lo veían correr, algo de lo que era seguro es que, si bien a Deku se le conocía por ser un rarito, inútil y cobarde. El maldito corría muy rápido y tenía reacciones rápidas, tales como demostraba esquivando los cuadernos que le lanzaban con el afán de frenarlo un poco, sin embargo era algo torpe, llego a su clase notando que no había nadie más, quiso retirarse, pero ya se hallaba acorralado por sus agresores — Ha... ha ya no tienes donde huir, maldito perdedor — exclamo jadeante del cansancio uno de sus agresores, los otros cerraron la puerta, detrás de ellos — Tenemos 25 minutos, antes de que las clases comiencen, tenemos tiempo para divertimos, no está tu perro guardián perdedor — exclamo uno de ellos, haciendo tronar sus nudillos, en consecuencia comenzó con su típico temblor, algo característico de él — (Kacchan ¿Dónde estás?) — soltó unas lágrimas antes de recibir un golpe que lo tumbo al suelo, de esa forma comenzó su típica agresión de todos los días.