Enid, la fantasma amistosa - Wenclair

4.- Soluciones y Terapia para fantasmas

A primera hora de la mañana Marilyn y Tyler volvieron acompañados de un exorcista, que poco o nada pudo hacer por la Mansión y las aterradoras entidades que la atormentaban, conversaron con pseudo-especialistas, intelectuales de lo paranormal y hasta una monja, pero cada una de las soluciones resultaba peor que la anterior puesto que los espectros no parecían dar tregua a nadie, hacia el atardecer del tercer día Thornhill tomó una sabia decisión.

— Hay que derrumbar este lugar.

Con un servicio de construcción completo llegaron armados de maquinarias pesadas, martillos eléctricos, combas, picos y todo lo necesario para desmoronar el sitio hasta sus cimientos, mientras Marilyn observaba la escena con tranquilidad.

— ¿No crees que estamos exagerando un poco?

— Tyler, he intentado por las buenas y ahora quiero demolerlo en pedacitos, quiero mi tesoro y si ese lugar termina convertido en una pila de escombros no tendrán nada que aterrorizar, asunto arreglado.

Del interior de la casa sonó un crujido, como si una tormenta se hubiese desatado dentro, las risas maniacas acompañaron la marea de hombres de la construcción que corrieron rumbo a la salida.

— ¡Oigan! ¿¡A dónde creen que van!? ¡No sean cobardes! —Marilyn los llamó inútilmente puesto que uno a uno hasta que no quedó nadie, abandonaron el lugar.

A través de la reja apareció Enid viendo a todos retirarse, con un suspiro de resignación miro entristecida lo que estaban ocasionando esos bromistas desalmados.

— Siempre lo mismo, todo lo que quiero es un amigo. —susurró resignada.

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Enid regresó a su rutina de todas las noches, prendió la televisión y comenzó a saltar de canal en canal pensando en la milenaria vida solitaria que la esperaba, había días donde simplemente le aburría su eterna falta de compañía, claro que sus ruidosos compañeros fantasmas no podían considerarse precisamente la mejor compañía, no eran como ella, parecía que existían únicamente para provocar caos y ella, solo anhelaba la tranquilidad y la alegría de convivir en armonía, una tarea prácticamente imposible con todo lo último que había pasado.

— ¡Despídete Sigmund Freud! ¡A un lado psiquiatras! Llega el especialista Homero Addams, psiquiatra de... ¿muertos? —la voz de la presentadora de noticias llamó la atención de la fantasma, ¿había escuchado bien?

— ¿Eh?

Mantuvo el canal y subió el volumen, en la pantalla apareció la imagen de un hombre de aspecto perturbador pero calmado mientras una voz sonaba de fondo.

Presentadora: ¿Está deprimido? ¿Sufre de ansiedad? ¿Está solitario? ¿Necesita con quien hablar? No hay problema, si usted es un fantasma.

Homero: Puede llamarlos fantasmas si quiere o como yo prefiero "los menos vivos", pero la verdad es que necesitan ayuda algunas veces, igual que nosotros.

Presentadora: Después de la repentina muerte de su esposa Morticia, Homero Addams abandonó la psiquiatría tradicional y algunos dicen la "cordura" tradicional, ahora con su solitaria hija Wends, diminutivo de Wednesday, él viaja de ciudad en ciudad en busca de duendes paranoicos, espectros asustados y muertos deprimidos.

La escena cambió para mostrar a una joven de cabello negro ordenado en dos trenzas y una vestimenta que hacía juego con su sombría mirada mientras se dirigía a clases. Enid se sintió extrañamente nerviosa al verla, como si algo cosquilleara en algún punto inexistente de su ser incorpóreo.

Debía reconocer que se veía linda mientras intentaba deshacerse de la prensa que no dejaba de atormentarla con preguntas. De repente tuvo una idea ¡Marilyn! si lograba convencerla de que llamara a ese especialista quizás podría conversar con alguien que estuviera interesado genuinamente en el más allá.

Y claro... conocer a su hija de paso.

Emocionada como estaba no dudó en saltar hacia los cables de luz fuera de la casa, sabía dónde se hospedaban ese par, los había escuchado antes de alejarse de la Mansión ese día, así que simplemente fundida en una pequeña bola de luz se deslizó con rapidez hasta el hotel donde estaban y llegó a la habitación de Marilyn tomó posesión del televisor y lo encendió justo en la entrevista, que para su suerte no había terminado.

En ese momento la mujer se hallaba discutiendo por el teléfono intentando pedir infructuosamente algo de cenar, cuando reparó en que el televisor parecía perseguirla se detuvo a escuchar justo cuando el especialista habló.

Homero: Los menos-vivos se especializan en atormentar, mi pregunta es qué los atormenta a ellos, es falta de resolución, los fantasmas son espíritus con asuntos sin resolver, asuntos pendientes, mi trabajo es averiguar cuáles son.

Presentadora: Y así el especialista Homero Addams continúa su trabajo, arrastrando a su hija a cada aventura, esta semana están en Nueva York, pero la siguiente quién sabe.

Marilyn anotó el número que se veía en pantalla y cortó su discusión telefónica para una nueva llamada.

— Buenas noches, Homero Addams, le saluda Marilyn Thornhill. Tengo un nuevo caso para usted, directamente en San Francisco. ¿Puede venir mañana mismo? 

OFF:

Y tenemos un nuevo cap más.

Espero que lo disfruten, ahora se me ha hecho mucho menos tedioso volver a actualizar este fanfic así que seguiremos, ya falta poco para el encuentro de Wends e Enid :3  

Abracitos de colores <3