Amane sabía que al hacer eso estaba traicionando a Kagaya y a sus hijos... Pero era imposible.. Ella ya NO amaba a Kagaya.
A Tanjiro le habían pedido que cuidara al Patrón, pues su esposa había hecho un viaje y no regresaría en varios meses. Él con...
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Dharma: Joven Tanjiro.
Tanjiro: ¿Ah? -preguntó extrañado hasta contemplar a un bello cuervo con una bufanda- Mis disculpas, ¿Qué se le ofrece?
Dharma: No se preocupe. Vengo por que una misión se le ha sido asignada, y el Patrón quiere hablar con usted personalmente. -le dijo al chico, quien con una sonrisa asintió- Por favor, acompáñeme.
Tanjiro acompañó a Dharma, el cuervo del Patrón. (Me temo no recuerdo el nombre del ave, tuve que ponerle uno yo)
El ave llevó a Tanjiro por un hermoso camino de piedras y plantas con bellas flores que lo mantenían cautivado, hasta que llegó a una especie de mesa donde se encontraba el Patrón. Sus hijas se encontraban con él, e informaron en cuanto llegó.
Hinaki ‾ Kichika: Padre, el joven Tanjiro ha llegado. -dijeron al mismo tiempo con su típica sonrisa-
Kagaya: Ah, un gusto volver a verte, Tanjiro. -sonrió el hombre- Por favor, únete a nosotros a tomar té.
Tanjiro: Con mucho gusto, Oyakata-sama. -dijo haciendo una reverencia leve, haciendo sonreír un poco más a las pequeñas.
Tomaron el té con tranquilidad mientras las niñas jugaban con las mariposas, Tanjiro, notando que había mucha sombra, preguntó al Patrón si Nezuko podría salir y jugar también. Pensando que había dicho algo grosero, estuvo a punto de disculparse hasta que escuchó la tranquilizante voz del Patrón.
Kagaya: No veo algún problema, al contrario, creo que sería bueno algo de compañía para mis niñas. -sonrió el hombre, de nueva cuenta-
Tanjiro: Le agradezco mucho.
Kagaya: Disculpa que pregunte, pero, ¿Cuántos años tiene Nezuko? -cuestionó cortésmente, mientras Nezuko se unía a las jóvenes Hinaki y Kichika-
Tanjiro: Nezuko... tiene 12 años, fue convertida a esa edad. Yo tenía 16 en ese momento.
Kagaya: Amm, lo lamento, pero, ¿Qué edad tienen ahora? -volvió a preguntar, aunque un poco más incómodo-
Tanjiro: Ah lo siento! -dijo poniéndose levemente rojo- Nezuko tiene 14 y yo 18.
Ambos pasaron parte de la tarde hablando con calma, bebiendo té mientras las pequeñas jugaban entre sí y Nezuko recogía flores y hacía varias coronas con ellas, incluso queriendo ponerle una al Patrón.
Hinaki: Padre, Nezuko quiere ponerte una corona de flores. -dijo la jovencita que tenía un lazo rojo en el pelo-
Kagaya: Oh, por supuesto, no hay problema. -dijo feliz, bajando levemente la cabeza para que Nezuko le pusiera la corona- Muchas gracias, Nezuko.
Nezuko estaba muy feliz, había hecho la corona con todas las flores moradas que había encontrado en el lugar y le quedaba hermosa al Patrón. Las pequeñas Hinaki y Kichika también tenían unas coronas, pero con el color opuesto a sus lazos.
Tanjiro: Lamento si la corona le incomoda, Nezuko era muy de hacerle esto a Mamá y Papá. -confesó apenado el chico-
Kagaya: No te preocupes Tanjiro, Nezuko es una niña maravillosa. -elogió el mayor-
Tanjiro: Gracias. -comentó, y un segundo después agregó- Disculpe mi rudeza, pero, aún no me ha comentado mi misión.
Kagaya: Ah, por supuesto, -asintió el hombre- Lamento si soy muy egoísta, pero te pido me cuides los siguientes meses.
Tanjiro: Con mucho gusto lo haré Oyakata-sama, -contestó nervioso- Pero si puedo preguntar, ¿Porqué yo? No llego ni siquiera a la fuerza de un tsuguko...
Kagaya: No creo eso, al menos personalmente. -sonrió el hombre, tranquilizando al menor- Tienes un corazón gigante y una fuerza proporcional a ello.
Tanjiro: Le agradezco el cumplido... y no se preocupe, yo cuidaré de usted con mi vida.
Kagaya por un segundo pareció tener un sonrojo de vergüenza, pero después se relajó y con una leve risa, dieron por sentado el tema. Al empezar a anochecer tuvieron que retirarse a la finca, Tanjiro y Nezuko ahora debían quedarse en el lugar a vivir hasta que la esposa del Patrón regresara.
El kakushi que debía escoger ropa para Tanjiro quiso hacerle una pequeña bromita, esperaba que después, no lo mandaran a matar.
