⨰ ¿Esa?... NO ¡Ese! ⨰

🎁🎄 ¡Navidad se acerca! 🎄🎁

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XX: Entonces, ¿Regresarás? -preguntó con una sonrisa-

Amane: De echo, mis hijos ya deben estar extrañándome. -ella hizo una mueca- Además la fortuna de los Ubuyashiki no se administrará sola.

XX: Cuando tu esposo muera, regresa conmigo y formaremos la familia limpia que siempre quisiste. 

Amane: Claro que lo haré, Ganju-san. -besó a su pareja y se subió al carruaje-

Amane dejó a su hijo con su novio y regresó a casa en carruaje, aunque recibió una muy mala mirada de parte del cochero. No tomó importancia y sonrió como siempre, había pasado un año y seis meses desde que se fue, seguramente sus hijos la recibirían con mucho amor.

En casa, Tanjiro reprendía a Kagaya, había sido muy rudo y casi no podía estar de pie. Su pareja sólo lograba reírse ante el acto, pues escuchaba cómo claramente a su pelirrojo le temblaban las piernas.

Tanjiro: ¡No te rías, Kagaya! -estaba muy colorado y tenía el ceño fruncido- ¡Ahora verás! -lanzó un cojín a su novio-

Kagaya: ¡Perdón, perdóname! -sus carcajadas hicieron a Tomioka entrar- Jajajajajajaja!

Tomioka: ¿Papá...? -el encontrar la hilarante escena lo extrañó- ¿Madre? ¿Todo bien?

Tanjiro: ¡Ah, Giyuu-kun! -al estar apoyado detrás de la puerta, le sonrió a su hijo postizo- ¿Puedes ayudar a tu madre a estar de pie? 

Tomioka: Claro, ¿Qué sucedió? -tomó a su madre del codo-

Kagaya se puso rojo como tomate y Tanjiro igualó a su cabello. Tomioka decidió dejar el tema por la paz, ayudó a su madre a salir del cuarto mientras Mitsuri (Que había llegado de improvisto a la finca del pilar del agua la noche anterior) Ayudaba a salir al Patrón.

Se llevaron un muy buen susto al ver a Amane tratando de abrazar a sus hijos, quienes simplemente la repelían. No querían acercarse a su "madre", pues su verdadera madre estaba saliendo de la casa con apoyo en su hermano mayor, Giyuu.

Tanjiro: ¿Niños, que hacen afuera? -preguntó caminando hacia ellos- ¿Y sus bufandas? Ya estamos en inverno.

Kiriya: Ah, mamá. Lo siento -los pequeños voltearon a verlo y le sonrieron- La dejé anoche en casa de Giyuu-niichan. -el pequeño rascó su nuca-

Kagaya: Niños, les he dicho muchas veces que no dejen las cosas en casa de sus hermanos. -reprendió- La última vez dejaron a Hayato en casa de Iguro y casi se come a Kaburamaru!

Kiriya: Ahhh, cierto. -el pequeño se coloró- Lo lamento.

Amane se encontraba muy sorprendida, ¿Por qué sus hijos no la querían? Al contrario, parecían despreciarla y se apegaban mucho al cazador pelirrojo que acompañaba a su esposo. Aunque seguramente sólo era el niñero. 

Amane: ¡Amor, ya regresé! -sonrió cínica- 

Kagaya no prestó atención a su voz y los pilares la vieron con desprecio. La chica de pelo rosa y verde le dijo algo a su esposo en un susurro.

Kagaya: No es necesario, sé que está aquí. -la chica afirmó- 

Amane: ¿Kagaya? ¿Niños? -preguntó asustada-

Kagaya: Lo lamento Amane. Hablamos más tarde. Tengo asuntos realmente importantes que atender ahora, ¿Porqué no van a descansar? -preguntó a los pilares- Muichiro e Iguro nos llevarán a la cuidad.