Amane sabía que al hacer eso estaba traicionando a Kagaya y a sus hijos... Pero era imposible.. Ella ya NO amaba a Kagaya.
A Tanjiro le habían pedido que cuidara al Patrón, pues su esposa había hecho un viaje y no regresaría en varios meses. Él con...
Desde ese día, la familia había estado asistiendo a pequeños festivales y uno que otro carnaval.
Ese día, o más bien noche, sólo estaban fuera Kagaya y Tanjiro, los niños se habían quedado en casa a cuidado de Tomioka y de Mitsuri. Uzui había convencido a Tanjiro y al Patrón para que fueran a un festival con varios toques de diferentes culturas.
Ellos, más que emocionados, fueron. Kagaya portaba un formal traje blanco con detalles dorados tirando más a rojo o naranja, con un bello saco muy largo; mientras Tanjiro portaba un vestido blanco con bellas flores azules.
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Sinceramente Tanjiro estaba algo avergonzado del vestido, pero con Kagaya a su lado, no podía sentirse así, después de todo, Kagaya siempre lo convencía.
Ambos estaban yendo en coche al lugar del festival, Tanjiro, antes de bajar cambió sus zapatos por unos tacones blancos con los que apenas y alcanzaba a Kagaya, odiaba ser 10 cm más bajo.
Kagaya estaba feliz, incluso había podido usar un traje de los que, en el pasado mandó a hacer para salir con Amane, pero esa mujer ya no era lo suficientemente digna como para poder recordarla, ni siquiera merecía el tiempo en sus memorias, así que centró sus pensamientos en su hermoso acompañante.
Tanjiro: Mi amor? -preguntó dulcemente-
Kagaya: ¿Si, mi solecito?
Tanjiro: ¿Está todo bien? Te fuiste por un rato... -cuestionó sosteniendo el brazo que el contrario le ofrecía-
Kagaya: Me siento mejor que nunca por tenerte a mi lado. -sonrió, dejando rojo al contrario-
Tanjiro: Tu siempre tan halagador -rio con las mejillas rojas- ¿Cuál es tu plan para hoy, cielo?
Kagaya: Mm, pasar la noche con el amor de mi vida y, quizá luego bailar un poco, ¿Qué te parece, Amore mio?
Kagaya, al venir de una familia adinerada, siempre había aprendido mucho de varias materias, incluidos varios idiomas. Tanjiro sólo sonrió con aprecio y se pegó al cuerpo del contrario. Ellos estaban enamorados, y si al mundo no le gustaba que se jodiera.
Caminaron por todo el lugar, hasta que por accidente Tanjiro chocó con una figura un poco más baja que él, y por tanto quedó incrustada en su pecho. Pronto escuchó un leve grito ahogado, al bajar un poco la mirada notó a Iguro Obanai tenso en su pecho.
