Colors To Remember [Manjiro Sano Y Tu]

Capítulo Siete +18

_________ y Takemichi llegaron juntos al santuario Musashi, con cuidado subieron las escaleras y se toparon con algunos miembros de la pandilla, algunos ya conocían a _________ así que no había problema. Llegaron junto a Mikey y se sentaron a un metro lejos de el. Hablo sobre el problema con Moebius, la pelea que harían en el festival por Pahchin. Término la reunión y todos se dispersaron, _________ estaba dispuesta a declararse a Mikey pero Takemichi la llevo a un rincón, no tenía otra opción y termino dándole un beso en los labios, el movió torpemente sus labios encima de los de ella, no tardó en corresponder aquel beso.

En la cabeza de aquel rubio sólo pasaba el echo que había dado su primer beso, el quería que fuera con Hina, se espanto ante a idea de haberle sido infiel a Hina, no era correcto. Era su único recurso, tomó de las mejillas a _________ haciendo más profundo el beso, el ardía de coraje consigo mismo ¿como podía ser un idiota y un infiel al mismo tiempo? Ni el mismo se lo creía. Se separaron y vio los ojos de la chica cristalizados, sonrojada y con la respiración agitada.

-Takemichi -susurro ella

-No te declares a Mikey -este estaba sonrojado, ella asintió

Ahora lo entendía todo, todo cobraba sentido desde aquel momento, quizá con eso había cambiado algo de ese pasado y ella buscaría a otra persona a quien amar. No hizo más que salir corriendo de ahí, dejando ahí una _________ confundida, el corría por las calles llegando a aquel lugar de departamentos en donde vivía aquel niño, donde vivía el pequeño Naoto del pasado. Tocó la puerta, para su suerte abrió Naoto, sin decirle nada, el sabía a lo que el iba, se dieron un apretón de manos y el volvió al futuro instantáneamente.

[...]

Poco a poco habría los ojos, se sentía cómodo, un olor inundaba sus fosas nasales, enfocó más su vista en aquel lugar, no estaba en la oficina de Naoto, estaba en una habitación más cómoda, el olor se intensificaba. La puerta de aquella habitación se abrió poco a poco dejando ver a una persona en específico, era _________ quien tenía una sonrisa tierna en sus mejillas sonrojadas, llevaba sólo una camisa de botones gris.

-Buenos días cariño -se acercó a él sentándose en la orilla de la cama

-¿Cariño? -tocó su mano derecha, tenia un anillo

-¿Pasa algo? Normalmente te gusta que te diga así -le acarició la mejilla, pudo ver el anillo en su mano

Estaba un poco asustado, ¿como había acabado casado con ella ¿que había pasado con Hina y Naoto? Vio la mesita de noche y tomó su celular.

-¿Tienes algo? -pregunto un poco alterada

-No no -le dio una sonrisa nerviosa- sólo amanecí un poco.... -sentía las sábanas tocar su piel

Tomó poco a poco las sábanas, las levantó un poco y dio un chillido ahogado por lo que había visto.

Estoy desnudo.... Ya no soy virgen....

Estaba sonrojado en un solo segundo, se intentaba tapar más, y la chica ahora su esposa no ayudaba acercándose más a él. Una llamada entró a su celular vio que era Naoto, era buena señal, atendió la llamada.

-¿Naoto? -contestó dudoso

-Takemichi, pensé que no responderias -se escuchó un suspiro

-Claro que lo haría -respondió enojado

-¿Que hiciste en el pasado? -se escuchaba enfadado

-Tendría que contarte-lo e-en per-persona -hablaba entrecortado

Dirigió su mirada a aquella chica, esta estaba tocando por encima de las sábanas el miembro del pelinegro, hacia círculos y un bulto sobresalía de estas.

-¿Hola?, ¿sigues ahí Takemichi? -la voz confundida le llamaba

-¿Eh?, ¡ah si si! -respondió como pudo

-Necesito que nos veamos -se escuchaba el crujir de unos papeles

-T-Te llamo cuando pueda -resistía sus suspiros

-Si ya me di cuenta, espero que sea rápido -colgó

El chico dejo a un lado el celular y enfocó su vista a la chica, esta en un movimiento ágil se subió encima de él, justo donde tenía la erección, Takemichi soltó un gemido, ella daba saltitos encima de su miembro.

¿Por qué me gusta esto?....

Cerró sus ojos fuertemente, el placer que sentía en ese momento no lo dejaba pensar bien, mucho menos en una excusa para salir de aquel momento tan placentero y muy desconocido para el en aquel lugar que apenas conocía en los pocos minutos que tenía ahí.