💊 4. Karma

384 54 1
                                    

[Residencia Nomura]

Kōtaro ingresó a la sala, se había dado una ducha rápida y se cambió de ropa.

– Tn, me voy ya.

– De acuerdo.

– Traeré helado en la noche.

– Eso me gusta más –sonrió. Él rió.

– Bien. Nos vemos.

– Bye! –saludó con su mano.

El rubio hizo el mismo gesto con su mano y se dirigió hacia la entrada para colocarse los zapatos.

[Fuera]

Haruchiyo llegó a la casa de los Nomura, por alguna razón sentía la necesidad de ver a su amiga; se detuvo delante de la puerta y tocó el timbre.

La puerta no tardó en abrirse, dejando ver al hermano mayor de la chica, completamente diferente a como lo recordaba en su otra memoria: tenía el cabello rubio corto y bien peinado, vestía con una camisa blanca con un suéter azul opaco sin mangas y se veía realmente elegante, además no tenía ningún tatuaje a la vista ni piercings.

– Kōtaro-ni...

– Oh. Hola, Haruchiyo –sonrió.– ¿Buscas a Tn?

– Sí –asintió.

– Está adentro, en la sala –salió, haciéndose a un lado.– Pasa, yo me voy ya –comenzó a caminar.– ¡Nos vemos!

– Adiós...

El chico de cabello rosa observó a aquel joven adulto acercarse al auto estacionado delante del garage, subir a él e irse luego de ponerse el cinturón de seguridad; era realmente diferente al Kōtaro de la línea original. Volteó hacia la puerta, entró a la casa, se quitó los zapatos dejándolos bien acomodados, e ingresó dirigiéndose a la sala.

La casa estaba igual, intacta, y en aquella enorme sala que juntaba el living, el comedor y la cocina, se encontró a su amiga, ella estaba echada el sofá boca arriba y jugando con una consola portátil.

Ella también era diferente. Su cabello seguía rubio en lugar de castaño y rosa, y estaba suelto, no tenía tantas ojeras como en la línea original pero sí tenía algunas, y vestía con un holgado suéter rosa pálido y debajo traía una falda blanca y largas medias blancas; además, en su mejilla derecha tenía una pequeña cicatriz, bajo el ojo, no era muy llamativa como las de él, pero se notaba.

– Tn... –llamó.

Tn levantó una ceja al oír aquella voz y volteó la cabeza, viendo a su amigo de cabello rosa.

– ¿Haru...? –se incorporó.– Hola.

– Hey.

– No te esperaba...De hecho, no te veo hace unos días. ¿Todo bien?

– Uh, sí. Sólo... –rascó su cabeza.– No es nada.

– ...Si tú lo dices –contestó no muy convencida.

– ¿Quieres ir por helado?

– Uh. De acuerdo –asintió.– Iré por mis zapatos –se levantó.– No tardo.

– Te espero.

Tn le sonrió y se dirigió a las escaleras para subir a su habitación, tomó uno de sus bolsos para guardar llaves, dinero y su teléfono, y buscó unos zapatos; bajó hacia la entrada, donde su amigo ya la esperaba, se calzó y salió con él.

Éxtasis 💊  Haruchiyo SanzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora