💊 29. Reset

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[1998]

Takemichi despertó de un salto, escuchando el grito de su madre que le decía que se levantara ya, observó su habitación viéndola extrañamente infantil, y miró el reloj, exclamando sorpresa la ver que el año actual era 1998.

Saltó de la cama y salió corriendo, bajó las escaleras con prisa, y se metió al baño para observarse, notando que era pequeño, un niño, y que debería estar en primero.

Completamente estupefacto, regresó corriendo a su habitación, y observó una randoseru; pensó un momento, tal vez realmente había saltado en el tiempo.

Se cambió rápidamente, tomó su mochila, y salió corriendo de nuevo, se colocó las zapatillas en la entrada, y corrió fuera de la casa, sin desayunar.

[Residencia Sano]

Finalmente, llegó a la casa de los Sano, y se detuvo en la entrada de la residencia con la respiración agitada; levantó una mano para tocar el timbre, pero un grito lo detuvo:

– ¡Oi!

Él volteó, viendo acercarse a un pequeño pelinegro de ojos avellana, vistiendo un polo blanco y pantalones negros.

– No te conozco, ¿Qué demonios haces en la casa de Mikey?

– ¡¿Uh?!

– Te sacaré la mierda a golpes si es necesario.

– No puede ser...

– ¿Ah? ¿Qué demonios con esa mirada?

– ¿Baji-kun...?

– ¡¡No estás tratando de meterte en una pelea, ¿O sí?!! –gritó, dándole un puñetazo.

– ¡¡Oye, Keisuke!! –llamó una voz femenina.– ¡No pelees en frente de las casa de la gente! –regañó, señalándolo.

Hanagaki la miró mientras sobaba su mejilla, encontrándose con una pequeña rubia de ojos miel que llevaba un vestido floral.

– ¿Emma-chan...?

Un joven adulto se acercó a la entrada, era alto, de cabello y ojos negros, y tenía un cigarrillo en la boca.

– Oh, Keisuke –se detuvo y colocó una mano en la cabeza de su hermana.– ¿Qué pasa contigo esta mañana? Eres un dolor en el trasero.

«¡¿Ese es Shinichirō-kun?!», pensó sorprendido.

– ¿Hm? –miró hacia su derecha.– ¡¡Tn, Haruchiyo!! –llamó.– Si estaban con este idiota, debieron detenerlo.

Takemichi miró a aquellos dos pequeños que se acercaban: el niño tenía corto cabello rosa y ojos esmeralda, y vestía con una camiseta y pantalones negros; y la niña tenía su cabello rubio recogido en dos coletas bajas y sus ojos eran grises, vestía con un vestido blanco con flores y un cardigan rosa encima.

– Es molesto y no es de mi incumbencia.

– No puedes detener a un estúpido de hacer estupideces –rió.

– Más importante, ¿Dónde está Mikey?

– ¿Sigue durmiendo? ¿Cómo hace para dormir tanto?

«Sanzu...Hime...», pensó Takemichi.

– ¡Oye, Manjirō! –llamó Shinichirō.– ¿Cuánto tiempo más piensas dormir?

«Lo sabía. Salté en el tiempo, ¿No es así?», pensó sorprendido.

– Como sea, ¿Quién eres? –le cuestionó Baji.

Éxtasis 💊  Haruchiyo SanzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora