💊 14. Hermanos

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– Nunca antes lo vi perder el control... –murmuró Tn. Haruchiyo asintió.


– No...voy a perder... –gruñó con la voz temblorosa.– ¡No voy a perder, maldición!

Mucho corrió hacia Angry, intentando atacarlo con el cuchillo, pero por suerte aquel logró dar un salto atrás para esquivarlo.

– ¡¡Angry-kun!!

Takemichi corrió hacia su amigo y lo empujó atrás para protegerlo. El mayor amagó a atacarlo, pero Kakuchō intervino, sujetando el arma por su filo.

– Perdiste, Mucho.

– Muévete, mierdecilla. No sabes nada –gruñó, con sus ojos cristalizándose.

El pelinegro le dio un puñetazo en el estómago.

– No dejes que Tenjiku también te corrompa –lo soltó, dejándolo caer.– Me enseñaste...a cómo ser un hombre real.

– ¿Él acabó...con su propio aliado?

– ¿Nos ayudó...?

– ¡Izana! –llamó.– Luego aceptaré el castigo por esto.

– Gracias...Kaku-chan.

– ...No te hagas la idea equivocada, Takemichi. No hice esto para ayudarte. Seguiré a la persona que le entregué mi vida...hasta el infierno, si es ahí a donde su destino lo lleva. Ya no soy el niño que una vez conociste, Takemichi. Soy el líder de los 4 Reyes Celestiales de Tenjiku, ¡Kakuchō!

Kakuchō corrió hacia Angry, dándole un puñetazo que lo derribó, y sorprendiendo a todos, golpeó luego a Inui y Chifuyu, y finalmente fue hacia Takemichi.

– Eres todo lo que queda de ToMan, Takemichi.

– Ah...Uh. Realmente te volviste fuerte, ¡Kaku-chan! ...Y te uniste a una banda de asesinos. ¿Qué te pasó?

El pelinegro le dio un puñetazo en el estómago.

– Por supuesto que soy diferente a cuando era niño.

Comenzó a lanzar golpe tras golpe al rubio, brutalmente, hasta que lo derribó; sin embargo, Hanagaki se volvió a levantar.

– ¿Eso es todo...Kakuchō? –aquel lo miró con sorpresa.– Supongo que tú...no has cambiado del todo –lo miró, sonriendo.– ¡Esos fueron golpes de niño!

– ... ¿Estás seguro de esto, Takemicchi...? Si sigues así, vas a morir.

– ¡Cállate! –gritó levantando un puño.

Sin embargo, el de cicatriz se le adelantó y le dio un puñetazo.

– ¡¡Muere!!

Iba a golpearlo de nuevo, pero Chifuyu intervino colocándose entre ambos con los brazos extendidos, de cara a su amigo.

– ¡¡Espera!! ¡Es suficiente, Takemichi! –jadeó, con sus ojos cristalizados.– ToMan perdió. 400 chicos contra 50. Para empezar, no había manera de que ganáramos esta pelea. ¡Mira! No hay nadie...que pueda pararse –sus ojos se cristalizaron.– Hiciste...lo mejor...pero...si sigues así, vas a morir...

– ¡¡ToMan no perderá!! –gritó molesto.– Mientras yo esté aquí, ToMan...no perderá.

Todo quedó en silencio un momento, con todas las miradas posadas en Takemichi.


– ¿Qué esperas, Kakuchō...? ¡Acaba con él de inmediato! –ordenó Izana.


Mucho se había sentado en el suelo, con Tn y Haruchiyo de pie a sus lados, manteniendo las manos tras la espalda.

Éxtasis 💊  Haruchiyo SanzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora