Una Casualidad...

Capítulo 05.

Ya había llegado a su destino: El instituto.

En el camino no hubo tantas personas en el autobús y además siempre tiene sus audífonos puestos.

Los pasillos se encontraban solos.

Se sentía tan raro y nostálgico que con solo entrar te daban ganas de tirarte al suelo y llorar.

Su teléfono vibra en su bolso color café y ella lo saca para verificar que es lo que le llegó.

Desconocido
(04:37 a.m.)

-Buen día, soy el chico del hospital, paso a decirte sobre tu cuidado y lo que padeces.

Esta comenzando a contestarle ya que recuerda quien es la persona del mensaje.

Choca su hombro con el de alguien lo suficiente fuerte para que su teléfono caiga al suelo y los papeles de aquella persona se esparzan por el suelo.

—Discúlpame, estaba viendo mi teléfono y no me fije por donde iba—Se disculpa varias veces juntando los papeles aún sin a verse visto bien.

A los dos levantarse se dan cuenta de que ya se habían visto antes y el primero en sonreír es Hill.

—

Hola, no sabía que asistias aquí—Mentiroso—

Podría creérmelo totalmente.

—Hola, nos vemos de nuevo—Le muestra una sonrisa de labios sellados—

—Ya que estas aquí te entrego esto—Le entrega uno de los papeles que ella había recogido del suelo—Esto debiste habértelo llevado contigo hace un rato—

—Oh, muchas gracias. Te lo agradezco bastante—

—Entonces hasta luego—Se despiden con una sonrisa los dos y van por diferentes caminos—

Esto si fue una casualidad y para Hill no estaba planeado, en realidad esperaba citarla.

No se lo hubiera entregado, pero ya había visto las hojas. ¿Por qué la iba a citar si ya la había visto antes?

04:00 p.m.

Las clases por fin habían terminado y se encontraba siendo una de las últimas en salir de su aula de clases.

Ya le había mandado un mensaje a Hermes sobre a qué hora se podrían encontrar, pero Lucía olvidó platicarle la parte a donde iba a ir recogerla a su instituto...

Puede enviarle un mensaje, pero ya no tiene datos móviles.

Camina con un audífono puesto llegando a la parada del autobús, come lo que no pudo ya que estaba concentrada en su estudio y no pudo tomarse un descanso.

En un toper cristalino con una tapa rosa se encuentra brócoli con arroz blanco a un lado y tres blanquillos duros.

Comienza a comer con un tenedor lo ya mencionado y su camión se para frente a ella no tardando absolutamente nada.

Todos los asientos se encuentran ocupados al subir así que se queda parada siendo tapada y empujada por mucha gente.

Deja su comida dentro de su mochila nuevamente y sólo espera a su destino.

Siente algo tocar su trasero y su corazón comienza a later con rapidez mientras traga duro, la verdad es que nunca creyó que le pasaría algo así.

No sé deja paralizar por el miedo y sólo voltea a ver hacía sus espaldas y ve a un joven como de su edad o más grande casi encimandose.

Siente tanta pena, vergüenza, miedo, pánico, asco y sus ojos comienzan a picar sin poder evitarlo.

Pasa a un lado de la gente y sólo llega a la parte delantera para ordenarle algo al conductor.

—Puede dejarme aquí?—Murmura shockeada por el miedo—

El señor sin decir nada acata la orden.

—Quiere que le devuelva parte del dinero o así lo dejo?—Pregunta el chófer antes de que Lucía se baje—

—Así déjelo—Murmura tan bajo que el señor casi no la pudo escuchar—

Al bajarse se queda parada en la acera viendo el autobús irse mientras que ahí ve al chico sonreírle de forma descarada.

Se limpia una lágrima con coraje y después otra y después otra hasta que no puede parar y sólo sigue su camino dejándose llorar.

En esa tarde tan linda no se encontraba tanta gente fuera y eso era bueno así no la verían llorar.

Aún así y en esas condiciones no bajo la mirada en ningún momento. Sin darse cuenta Hermes se acercaba corriendo con una sonrisa que luego poco a poco se fue desvaneciendo.

Hill veía esa escena desde lo lejano.

—¿Qué sucedió, linda?—Hermes pregunta para después abrazarla sin ni siquera pensarlo un poco—

Lucía se recarga en su hombro y comienza a sollozar sin poder evitarlo.

Hermes acaricia su cabello y la consuela sólo con eso aceptando que no puede hablar por ahora...

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