princess treatment ; ethan morales [+18]

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CAPÍTULO 5 | Regreso inesperado

Era un nuevo y maravilloso día en la vida de Chloé.

El sol brillaba, su maquillaje también, y la rubia estaba dispuesta a enfrentar la mañana con una actitud positiva.

Claro, hasta que un alumno aleatorio chocó con ella, tirando todos sus libros al suelo. — Estás de coña.

Y lo peor de todo, lo que más irritó a Chloé, fue el hecho de que el joven misterioso se marcharse, sin siquiera disculparse.

— ¿Un accidente? – preguntó una voz que Chloé reconocía a la perfección.

Y lo cierto es que ver a Ethan recoger sus libros mientras la chica se mantenía de pie -sin entender la repentina actitud servicial por parte del chico-, era una imagen atractiva.

— Más bien, un gilipollas – contestó Chloé, cruzada de brazos. Con la energía con la que había comenzado el día, el resto no pintaba demasiado bien.

Era una imagen un tanto chocante. La chica completamente estática, mirando su manicura con desinterés. A sus pies, Ethan Morales, recogiendo los libros que se supone que eran propiedad de Chloé.

— Lo siento, entonces – se disculpó el chico, aún sabiendo que no había sido responsable del altercado. Ethan le devolvió los libros de texto a su dueña, no sin antes dedicarle una sonrisa traviesa. — Toma.

Sin embargo, la francesa dijo algo inesperado. — Gracias.

— No es nada – contestó Ethan, haciendo una pequeña y mal ejecutada reverencia, que divirtió un poco a Chloé.

El joven estaba dispuesto a hacer lo que fuera por conquistar a la rubia, aún si esto implicara comportarse como un perrito faldero los próximos días.

Pobre chico, se humillaba voluntariamente.

— Espero que te vaya bien el resto del día – deseó Ethan, agarrando con delicadeza la mano de la francesa, besando el dorsal de esta misma.

A Chloé esto le pareció un gesto adorable. Era un gesto de adoración, lo que a ella le encantaba.

Sin embargo, supo disimular bastante bien su agrado. — Tampoco cojas demasiada confianza.

¿Por qué, Chloé? Ibas tan bien...

Hasta ese momento, todas las miradas de los estudiantes del Sherman Oaks habían estado posadas en ellos.

Ethan Morales, el chico atractivo de mala reputación. Chloé Laforet, el sueño de cualquiera, a pesar de su comportamiento pijo y malcriado.

Quién iba a decir que eran una buena combinación.

Sin embargo, algo más captó la atención de la francesa, haciendo que dejase la conversación con Ethan sin pensarlo ni un segundo.

Un regreso inesperado.