princess treatment ; ethan morales [+18]

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ADVERTENCIA ⚠️

Contenido +18 a lo largo de todo este capítulo. No sé muy bien cómo escribir este tipo de narración, dado que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo hice. Por ello, no prometo excelencia en absoluto.

Aún así, espero que os guste y lo disfrutéis de igual forma. ¡Quedáis avisados!

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CAPÍTULO 7 | Primera noche

Advertencia!

Por evidentes razones, el narrador ha dejado su tarea por un tiempo, y se ha tomado unas vacaciones de 2h -exactamente lo que duraba la candente escena entre Ethan y Chloé- para ver una de sus películas favoritas, Sentido y Sensibilidad.

Una vez dicho esto, podemos proseguir con la historia.

Muy a pesar del tan legendario historial de Ethan y Chloé en cuanto a relaciones románticas, en ese mismo instante parecía que ninguno de los dos tenía la más mínima idea de cómo actuar.

Parecía que toda la confianza que irradiaban ambos a todas horas había desvanecido simplemente al cruzar el pasillo de la habitación.

Aún así, nada de lo que la rubia pudiera hacer o decir en ese momento podía superar al claro nerviosismo por parte de Ethan, que contrastaba con su usual actitud prepotente.

— ¿Te ha comido la lengua el gato? – se burló Chloé, al notar como los labios de Ethan se separaban al fin de los suyos tras una sesión bastante intensa de besos y caricias en la pista de baile, a la vista de todo el mundo.

— No creo que estés en posición de bromear. – contestó Ethan, sin discreción alguna al agarrar con fuerza la cintura de la rubia, atrayéndola a él con cierta pizca de agresividad. — ¿O estás olvidando cómo me has pedido que te bese?

— Morales, eras tú el que estabas rogando. – contraatacó Chloé, susurrándole al oído de Ethan con suavidad, sabiendo que este simple gesto lo volvía loco.

— ¿Qué tal si lo dejamos en que ambos queremos que pase y seguimos en lo que estábamos? – preguntó Ethan, sin bajar la vista ni un segundo de los labios rojos e hinchados de Chloé, tan apetecibles en ese mismo momento.

El chico sabía que una vez probara los labios de Chloé, cualquier otro beso estaría arruinado para él, porque nunca podría compararse a la atracción que sentía por el más mínimo toque de la francesa. Lo que nunca llegó a imaginar es qué resultaría ser su perdición.