CAPÍTULO 3 | Purpurina y confetti.
— No puedo ver su cara – dijo Chloé dirigiendo una mirada fugaz hacia Ethan, quien se encontraba sentado con sus amigos con tranquilidad. — Me estresa, y el estrés hace que me salgan arrugas.
Y por supuesto, esa sería la mayor desgracia en la vida de Chloé.
— No le prestes atención, es así con todo el mundo – contestó Aneesa de brazos cruzados mirando al chico.
Chloé y Aneesa nunca habían mantenido una amistad especialmente cercana, pero dado que la francesa se había quedado sola en la escuela, Aneesa era de las pocas personas que aún soportaba.
Las chicas se conocieron cuando la india llegó y aplicó para el equipo de fútbol. Chloé, capitana de las animadoras, estuvo rápidamente familiarizada con el equipo, y por tanto, con Aneesa.
—Al menos no te llamó – añadió Aneesa, que había sido actualizada de todo el accidente con el número de teléfono de la rubia -y como Ethan lo había conseguido de forma muy descarada e inteligencia- del día anterior.
— Llegaba a llamar y lo denuncio por acoso – habló Chloé, quien no quería oír ni una sola palabra procedente de los labios de aquel chico prepotente. — Tengo contactos.
— Eso está claro – comentó Aneesa en voz baja. Aún recordaba la vez que Chloé hizo que la policía local acudiera a la escuela sólo porque se había rozado la rodilla con una superficie rasposa. — Pero no entiendo que hace especial a Ethan.
— ¿A que te refieres? – preguntó Chloé con curiosidad, de brazos cruzados. No había nada "especial" en Ethan. No de manera positiva.
— Ethan no es el primero que coquetea contigo, pero él te enfada. Normalmente no haces caso a los chicos que no te interesan, pero él saca tus insultos más ingeniosos. – señaló Aneesa, y Chloé se sintió atacada. Sobre todo, porque lo que decía tenía gran parte de verdad.
— Es que no puedo creer como esa cosa ha reemplazado a Paxton – dijo indignada la rubia. El nuevo "rincón pivón" era decepcionante. Nada aprovechable.
— Ah, con que es eso – rió Aneesa, comprendiendo ahora todo mucho mejor.
Chloé abrió los ojos cuando se dio cuenta. — Lo siento, sé que no os lleváis demasiado bien.
Tiempos difíciles.
— Eso es agua pasada – Aneesa le restó importancia. Ya habían pasado unos meses, y aunque seguía doliendo, ya prácticamente había olvidado lo sucedido.
— Es que han pasado de ser deportistas cachas indefensos a skaters alternativos con complejo de delincuentes – se quejó Chloé, haciendo reír a Aneesa. Lo cierto es que el panorama de chicos atractivos había cambiado de manera radical este último año. — ¿Sabes lo que es no empezar el año con un potencial interés amoroso?
ESTÁS LEYENDO
princess treatment ; ethan morales [+18]
أدب الهواةTodo en la vida ha sido muy fácil de alcanzar para Chloé Laforet. Desde que era una niña, lo ha tenido todo, en el momento en el que lo quería. Al llegar al instituto, esto no es para menos, pues la chica francesa se convierte en una especie de dei...