En la casa Bélica todo era un desastre, desde el día del baile Hunter desapareció sin dejar rastros, al principio lo tomaron con calma, pero una ves que se había vuelto de noche comenzaron las preocupaciones.
Los soldados bajo el mando de la casa Bélica peinaban la zona, pero no encontraron ni un mechón del pelaje, así que siguieron buscando durante toda la noche sin descanso.
Avelia estaba preocupada, no se notaba a simple vista, pero estaba realmente ansiosa por encontrar a Hunter, hasta ahora era su único medio de alegría que podía relajarla con su presencia, pero al no estar en ninguna parte pudo sentir algo que jamás había sentido, emociones únicas como preocupación, tristeza y abstinencia.
A si se mantuvo durante mucho tiempo, tiempo en el que no encontraban al dicho lobo desaparecido.
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Hunter estaba por las calles oscuras de la ciudad, podía ver mientras caminaba a algunos vagabundos sorprendidos por su presencia, lo máximo que llegaba a hacer era salir corriendo pidiendo ayuda, pero otros se quedaban callados esperando su final, cosa que no pasaba y le daba un poco de gracia a Hunter.
Hunter comenzó a caminar con un poco de cautela al escuchar un grito más talante, visualizando bien pudo ver a una niña con capucha sucia en harapos siendo golpeada por unos matones, algo que enfureció a Hunter.
Sin perder tiempo se lanzó al que parecía uno de los que más disfrutaban la dicha acción, embistiendo su cuerpo y desgarrando su cuello de una suave mordida.
Los demás matones vieron esto y comenzaron a correr con miedo, pero Hunter no dejó ir a la mayoría, atravesando a cada uno con una estaca del grueso de una mano echas de sombras en el pecho, sólo dos pudieron escaparse a tiempo.
La niña que se encontraba en el piso toda adolorida estaba un poco impactada, pudo ver al lobo que le alcanzaba a los hombros matando a sus agresores, pero se llenó de miedo al ser vista por aquel ser, era aterrador su fría y profunda mirada.
Hunter le veía no por tener algún sentimiento complicado, sólo veía el cabello sucio de la niña, aunque no se notaba a simple vista, era un echo de que era pelirroja, lo que le recordó a uno de los objetivos de captura del juego, ya que su familia era la única que tenía ese color, así que pensó en como podría tomarle provecho a la situación.
- p-por f-favor no m-me coma se-señor lobo.
La niña con miedo dijo esas palabras, recordándole a la capelusita rosa, sólo que el escenario era diferente.
Hunter se le acerco hasta tener su hocico cerca de la cara de la niña, y sin preocupacion se acostó al lado de ella, dejándola confundida.
Un vagabundo que se acercaba a la distancia vio a la niña y con una sonrisa de malicia se apresuró a paso silencioso, pero al estar lo suficientemente serca notó una bestia con pelaje completamente negro, era incluso inpersectible a los ojos si se encontraba inmóvil, con miedo, el vagabundo se fue corriendo, dejando atrás sus pensamientos maliciosos.
Hunter que no se dio cuenta del hombre que se fue despavorido se sorprendió, pero disimulo serenidad.
La niña estaba con la cabeza echa un lío, se suponía que el lobo se la comería, no que la protegerla, pero no estaba completamente segura, así que se levantó y camino a uno de los callejones que usaba como refugio para dormir, siendo seguida por Hunter quien no dudo en levantarse y escoltarla.
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ayudando a la protagonista inexpresiva a enamorarse
Fantasytodo comienza con un chico que le gustaba apodarse en todo juego que jugaba como Hunter, el cual cedió a la insistencia de su hermana para que probará un género de juego distinto a lo familiarizado, el otome, este juego se llamada "La dama de plata"...
