‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎004. INCOMODIDAD

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más a 1000 palabras. ©︎

sugestivo.

Después de unos minutos, Lucia llegó a la casa de Berta. Y mientras terminaba una bebida que se había comprado en el camino, esperó a que Berta le abriera la puerta. Ella le abrió la puerta, con su cabello húmedo. Su piel naturalmente pálida ahora se veía más bronceada. Era obvio entender que Berta había estado tomando sol en ese tiempo, pero Lucia tambien tenía la piel bronceada. En el caso de Lucia era porque nunca se acordaba de ponerse protector solar al salír a caminar. Entonces, las dos se observaron con una sonrisa de costado. "Tanto tiempo, boluda." Habló Berta caminando hacia atrás para que Lucia pudiera entrar a la casa. Las dos caminaron hacia el patio de la casa de Berta. Obviamente, Lucia se sentía como en su casa porque conocía esa casa desde que era chica.

"No mucho, en realidad. ¿Una semana? ¿Dos semanas? Por ahí." Habló Lucia, parecía haber superado el tiempo. "Igual tenés que contarme varios temas, me parece." Habló Lucia otra vez, a lo que Berta soltó un suspiro por el tono de voz de Lucia. "Más vale, se me pasó mostrarte que me tatue acá." Habló Berta señalando su espalda, girando su cuerpo para que Lucia pueda verlo. "¿Por qué te tatuaste eso?" Le preguntó Lucia mientras se sacaba la mochila de los hombros para ponerla encima de la mesa. Aprovechó la situación para cambiarse de ropa delante de Berta. Es decir, si Berta quería provocarla, Lucia tambien podía hacerlo. Además, después de la situación en la cuál Lucia le habia dado un sermón a Berta, se suponía que Berta había recapacitado un poco.

Entonces, si una situación sexual se presentaba esa tarde Lucia no se iba a sentír usada por Berta, porque ahora sí sería una situación charlada previamente. "Pintó tatuarme el otro día que salimos a la Bresh con las chicas. Me acompañó Matías, mi novio." Le contestó Berta tratando de no observar a Lucia mientras se cambiaba la ropa de calle a una más veraniega. "Y tampoco me contaste que Matias era tu novio. No sabia que te estabas viendo con él." Le contestó Lucia mientras se sacaba el corpiño que llevaba puesto para ponerse otro para la ocasión. Berta escondió una risa por esa situación, era curioso ver a Lucia en esa actitud de mala onda con ella. A Berta un poco le calentaba eso. Cuando Lucia terminó de cambiarse, se dio vuelta para verla. "Es una relación reciente. Nos vimos hace una semana para conocernos. Y bueno, pasó todo lo que tenía que pasar. Y al toque nos pusimos en algo. Pero todavia no es tan serio." Habló Berta.

Lucia la interrumpio mientras se sentaba sobre la mesa de vidrio. Berta observó como Lucia agarraba un vaso de agua que estaba ahí antes de contestarle. "No es tan serio para contarme pero si lo suficientemente serio para hacerle unas destacadas en Instagram." Habló Lucia para tomarse de un solo trago el contenido del vaso, mirando a Berta de forma desafiante. Lucia seguía en la mesa con las piernas abiertas, a lo que Berta observó su cuerpo con disimulo. Entonces, Berta se metió entre las piernas de Lucia, poniendo el vaso sobre la mesa. Ahora enredando sus manos alrededor de la cintura de Lucia, quien la observaba sin expresión. Entonces, cuando Berta quiso acercar su cara a la de Lucia, ella se giró de cara para verificar que se encontraban solas en la casa. "¿Estás sola? ¿O están las empleadas por ahí?" Preguntó Lucia.

"No cambies de tema, Lu. Sabes que en febrero vivo prácticamente sola." Le contestó Berta poniendo sus manos cerca de la espalda de Lucia. "No, vos no cambies de tema." Habló Lucia tratando de moverse de esa posición. Berta se dio cuenta de que Lucia quería salirse, a lo que salió de entre shs piernas. Observó como Lucia se sentaba en uno de los sillones. "Hace mucho no me invitabas a tu casa, o a meternos a tu pileta. No me creo eso de que la estaban limpiando, eso en un día se hace." Habló Lucia, a lo que Berta agarró una botella de cerveza que tenía en su heladera. "Es que venian los amigos de mi hermano. Y por eso no te podia invitar. Vos me habias explicado que te incomodaban esos pibes." Le contestó Berta mientras se sentaba a su lado, destapando la botella. "¿Y a vos no te incomodan?"

GUSTO CULPOSO | LESBICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora