‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎005. TARDE

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más de 1000 palabras. ©︎

sugestivo.

Berta queria aceptar la propuesta de Lucia, porque no sabia cuanto más podía seguír esperando para conocer más de Lucia en ese ámbito. No obstante, Lucia sólo queria saber hasta que punto Berta se la seguia. Ella queria tener el control de la situacion por una vez en la vida. "¿Qué digo? Vos tenés novio, boluda." Habló Lucia poniendo su mano encima del hombro de Berta. "No pasa nada, Lu. Nosotras dos somos amigas. Matias no tiene porque enterarse." Le contestó Berta susurrando cerca de Lucia, a lo que Lucia soltó un suspiro. Así, Lucia se separó lentamente del cuerpo de Berta para verla cara a cara. "¿Estás segura? Mirá que podemos cortar acá, no te molesto más." Habló Lucia soltando una risa. Y es que Lucia sabia que Berta no tenia problema en engañar a Matías. "Te prometo que no pasa nada. ¿Querés ir a mi cuarto? Mi hermano está por venír en un rato." Habló Berta queriendo acercar sus manos a Lucia.

Ese comentario hizo que Lucia quisiera irse, no podía imaginarse que el hermano de Berta las encontrase en pleno acto. Y sintiendo como Lucia se estremecia, Berta le habló. "¿No querías que nos acostemos? ¿Por qué te ponés así?" Entonces, Lucia la observó frunciendo el ceño agarrando las manos de Berta. "A ver, no es fácil. No quiero que tu hermano nos escuche o que nos vea. Aparte, nunca estuve con nadie. Y no sabria que hacer." Le explicó Lucia soltando a Berta. Asi, las dos se sentaron en el sillón, a lo que Lucia se tapo la cara con sus propias manos mientras Berta recostaba la espalda contra el sillón. No obstante, Berta estaba cansada de la actitud de Lucia tambien. Y asi pasaron unos minutos en silencio hasta que Lucia comenzó a hablar queriendo cambiar de tema.

"Me hice un amigo en el instituo de Inglés, se llama Ezequiel." Habló Lucia, a lo que Berta soltó una risa nasal mientras se incorporaba. "¿Ezequiel Ramirez? Es insoportable ese chico, Lucia. ¿Cómo te lo bancas?" Le preguntó Berta sin entender cómo Lucia siendo introvertida se habia hecho amiga de un chico como Ezequiel. Aparte, estaba intrigada de cómo habian comenzado a hablar. "Espera, ¿de dónde lo conoces vos? ¿Estuviste con Ezequiel?" Le preguntó Lucia desagradada con la idea de Ezequiel teniendo sexo con Berta. Y es que se habia dado cuenta hacia poco que le empezaba a gustar Ezequiel. Entonces, Berta la observó intrigada mientras se levantaba del sillón para buscar otra cerveza. "No tendría que importarte si estuve con Ezequiel o no. No sabia que tenia que pedirte permiso, Lucia."

Entonces, Lucia se levantó poniendo sus manos en las caderas. "No me tenés que pedír permiso de nada. Solamente decime de dónde lo conoces, porque nunca me hablaste de él." Habló Lucia mientras Berta bebía un trago de cerveza mirando a la chica. Sin embargo, la posible respuesta de Berta se vio interrumpida por el sonido de la puerta de entrada de la casa. El hermano de Berta, Emilio, estaba entrando a la casa con dos de sus amigos que caminaban detrás de él. A Lucia no le caian bien los amigos de Emilio porque siempre intentaban intimidarla con sus preguntas. Por eso, Lucia soltó un suspiro para sentarse en el sillón otra vez evadiendo la vista de los adolescentes que aparecian en el patio con ellas.

Berta puso la cerveza sobre la mesa para caminar hacia donde estaba su celular. Lo prendio para conectarlo a los parlantes para escuchar un poco de música. En otra época, Berta se hubiese quedado al lado de su amiga en el sillón sabiendo que los chicos podrían ponerla incómoda. Sin embargo, Berta estaba cansada de las actitudes de Lucia. Incluso, podria admitír que queria que Lucia se fuera de su casa. Entonces, los amigos de Emilio se sentaron al costado de Lucia mientras ella miraba el piso como si fuera lo más interesante del mundo. Emilio le entregó una botella de agua a uno de los chicos mientras se recostaba sobre el sillón. "Berta, no me habias dicho que venia Lucia a casa." Habló Emilio mirando a la chica a su costado. Ella se cruzó de brazos antes de responder. "No hacia falta. En un rato me tengo ír, tengo cosas que hacer." Le contestó Lucia, a lo que uno de los chicos la interrumpió. "¿Tan temprano? Quedáte un rato más, Lu."

El chico llamado Franco pasó su mano por la espalda de Lucia, acariciando los rizos de su cabello. Berta observó esa acción, pero se quedó en su lugar en silencio. Lucia soltó un suspiro sonoro al sentir las manos del chico en su espalda. Así, ella se levantó del sillón para caminar hacia su mochila. Y ningúno de los tres chicos se abstuvieron de observar su cuerpo mientras ella caminaba. "Paso al baño." Habló Lucia, pero sólo Berta asintió con la cabeza. Y cuando Lucia salio caminando, Berta caminó hacia los chicos con la intención de sentarse en las piernas de su hermano pero Emilio se levantó con mal humor. "Estúpida, no me estés tocando." A Emilio no le gustaba que Berta se comporte así delante de sus amigos, pero sabia que Berta solo queria molestarlo.

La realidad era que más allá de que Emilio podía ver a otras chicas con segundas intenciones, no le gustaba que sus amigos vean a Berta como a un pedazo de carne. Así, ella se sentó al medio de los otros dos chicos. "Y vos Franco, ¿qué onda? ¿Cómo la vas a tocar así a Lucia? Cualquiera, hermano." Habló Emilio cruzando sus brazos, a lo que Franco soltó una risa. "Ahre, ¿desde cuándo tan cuida vos? ¿Te gusta la piba o qué? Mirá que es menor." Habló Franco, a lo que Berta sonrió para contestarle. "No es menor, pelotudo. Parece, pero cumplió dieciocho hace poco." Habló Berta, pero Emilio fruncio el ceño no comprendiendo la conversación. "¿Qué importa la edad que tenga, boluda? A Lucia no le gusta que la toques así, Franco. Corta."

Entonces, Mariano, su otro amigo, soltó una risa antes de hablarle mientras sostenía su botella de agua con la mano. "Y te hacés el inocente ahora, Emilio. Bien que la miraste cuando se levantó." Franco comenzó a burlarse de Emilio por eso tambien, mientras Berta se cruzaba de brazos. Era la primera vez que los amigos de su hermano hablaban de Lucia de esa forma. En otras ocasiones, ellos sólo se dedicaban a hacerle preguntas para incómodarle. A veces, le decian a Lucia que era un poco irrespuestuosa por no contestarles cuando le hablaban. Sin embargo, a Berta no le agradaba que hablaran de Lucia a sus espaldas. ¿La razón? A Berta no le gustaba no ser el centro de atención. Entonces, Emilio habia notado que Berta estaba de mal humor, lo cuál lo hizo reírse de su hermana. Ella lo miró frunciendo el ceño. Franco aprovechó la situación para poner su brazo alrededor de los hombros de Berta.

"Esta chica que es tu amiga, ¿está en algo? ¿O es soltera? Porque es linda." Habló Franco entre risas, a lo que Mariano asintio con la cabeza estando de acuerdo con los comentarios de Franco. Berta pensó en lo que podía decir para hacer quedar mal a Lucia. "Está en algo con Ezequiel, ¿se acuerdan de ese chico? Están en cualquiera los dos." Le contestó Berta mientras los chicos se miraban entre ellos. Emilio fue el primero en hablar. "¿Ezequiel Ramirez? ¿El falopero?" Habló Emilio, pero antes de que Berta pudiera responder escuchó cómo Lucia aparecia delante de ellos. Ya Lucia se habia cambiado la ropa decidida a írse a su casa. Era evidente que había escuchado gran parte de la conversación que ellos habían tenido. Todos miraron a Lucia cuando la escucharon entrar. "¿Conocen a Ezequiel? ¿De dónde?"

Ante la pregunta de Lucia, todos se quedaron callados. Y Lucia estaba harta de que Berta se portara así, porque parecía que tenía la intención de hundirla. "Lo conocemos del club. ¿Vos de dónde lo conoces?" Habló Emilio, a lo que Lucia se cruzó de brazos. "No importa eso. ¿Por qué llamaste a Ezequiel un falopera? ¿Tan amigo eras para que te cuente esas cosas, Emilio?" Habló Lucia cortante, a lo que Mariano soltó una risa. Emilio se levantó del sillón para acercarse a la chica, pero Lucia dio un paso hacia atrás. "¿Me tenés miedo o qué? No te iba a hacer nada. A Ezequiel lo conocemos del club, pero no éramos amigos. Vimos que a la salida se falopeaba. Y bueno, no es nuestra culpa que tu novio no te cuente las cosas." Le contestó Emilio con burla, a lo que los chicos soltaron unas risas. Berta se levantó para abrazar a su amiga por los hombros.

"Quedáte tranquila, Lucia. Nosotros no vamos a decír nada." Entonces, Lucia se separó bruscamente del brazo de Berta para responderle completamente cansada de su actitud. "¿No van a decír nada de qué? A mi me chupa un huevo lo que haga Ezequiel en su vida privada. Él no es mi novio. Y ustedes son unos forros. ¿Cómo pueden tener la cara tan dura? La puta madre." Le contestó Lucia para salír a paso rápido de la casa de su amiga. Todos se habian quedado en silencio mientras la veían irse como una bala. Y esta era la segunda vez que Lucia se iba de esa casa con mal humor. Siempre se trataba de lo mismo: Berta tenia la culpa.

GUSTO CULPOSO | LESBICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora