Un chico de cabellera negra se encontraba escondido detrás del gran árbol. Su ojos estaban entrecerrados y su ceño fruncido; un pequeño puchero estaba instalado en su pequeña boca, y pequeños gruñidos salían de ella.
—¡No puedo creerlo! —gruñó bajo, viendo a ambos chicos a lo lejos— ¡Está con el enemigo!
Yoongi siguió mirando, tenía sus dos manos recostadas sobre el tronco del árbol, cada vez inclinándose más para ver mejor la escena.
Jungkook y Jimin se encontraban a lo lejos platicando tranquilamente, mientras el último sonreía de manera hermosa. Se veían tan pacíficos, que Yoongi no pudo soportar el vigilarlos para ver que pasaba.
Algo en su interior emergía cómo lava en un volcán erupcionando. Sus ojos cada vez se hacían más pequeños escudriñando a la dos figuras. Por poco y los deshacía con la mirada.
—¡Es un traidor! —chilló indignado cuando el alfa se atrevió a hacer reír a Jimin.
—¿Quién es un traidor? —Se escuchó una voz llena de burla a sus espaldas.
El pálido se fue de boca gracias al susto que su amigo le había dado. Pero, gracias a los dioses gatos por permitir que reaccionase rápido y puesto sus manos para amortiguar la caída. Aunque sus rodillas dolieron al dar con la tierra.
Yoongi se levantó rápidamente del pasto, avergonzado y con las mejillas pintadas de un rosa intenso. Lo habían descubierto y no tenía ninguna excusa válida para dar.
—¿Qué estabas haciendo, Min? —preguntó el chico de hoyuelos, con una ceja alzada y una mueca burlesca.
El pálido tragó saliva limpiándose sus manos llenas de tierra en su gran suéter.
—Yo... Y-Yo... —Trataba de no encontrarse con la intensa mirada de su amigo—. Estaba viendo que Jungkook me está traicionando —soltó rápidamente, agradeciendo haber encontrado algo que decir.
Namjoon se cruzó de brazos. —¿Traicionándote por qué? —preguntó riendo—. ¿Por qué le está coqueteando a Jimin?
Yoongi gruñó en su interior. Lo sabía, sabía que ese pequeño conejo traidor le estaba coqueteando a su acosador. Al principio pensó en que sólo estaba siendo paranoico, pero ahora que Namjoon le decía lo mismo, podía confirmarlo.
—Cálmate, tigre —rió Namjoon, al escuchar unos pequeños gruñidos por parte del alfa.
—No, no estaba viéndolos porque le está coqueteando —mintió—. Lo hago porque Jungkook se está juntando con el enemigo.
El peli-morado carcajeó fuertemente. Se notaba a kilómetros que el alfa estaba hirviendo de celos aunque lo negara o no se diera cuenta.
Ciertamente, Namjoon jamás había visto a Yoongi de esa manera, puesto que ambos se conocían desde que eran unos críos, y Yoongi siempre estaba con su mente puesta en los gatos, jamás tenía tiempo para otra cosa.
—Entonces deberías de agradecerle a Kookie —recomendó el omega.
—¿Por qué le agradecería? —gruñó, cruzándose de brazos también.
—Por qué si Jimin se enamora de Kookie, entonces ya no te molestara a ti —dijo con obviedad.
El estómago de Yoongi se revolvió luego de las palabras de su amigo. Sintió como algo en su pecho se estrujaba de tan solo pensar en ya no tener a ese pequeño peli-rosa siguiéndolo y sonriéndole como sólo el sabía hacerlo.
Comenzó a crearse escenas de Jungkook y Jimin agarrados de las manos, sonriéndose y dándose pequeños besitos, mientras los demás los celebraban por ser la pareja más tierna.
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¡Quiero ser tu mascota! - Yoonmin
FanfictionJimin solo quería ser la mascota de Yoongi