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El frío le hacía tiritar y al parecer todas las chaquetas y abrigos que llevaba encima no le servían de mucho. Caminaba por las calles sintiéndose un poco libre, sin ser acosado y olvidándose por un tiempo de sus problemas. Habló con Felix y la verdad es que no le sirvió de mucho y se sintió bastante mal.
Pero no le quedó de otra que decir a todo que sí.
Después de tanto andar, Seungmin visualizó una cafetería, una muy conocida por él. Es la cafetería donde conoció mejor a Bangchan, los primeros días antes de debutar. Sonrió sin ganas y entró, olía a café recién hecho. Respiró profundo perdiéndose en el aroma, era tan parecido al aroma de su alfa. Se dirigió a la misma mesa en la que se sentó años atrás con Chan, las lágrimas picaban sus ojos.
Pidió un café pero terminó poniéndole tres bolsitas de azúcar. Supuso que era por el embarazo pero le terminó gustando.
Aún eran las tres de la tarde y la verdad era que lo menos que quería en esos momentos era estar en casa, Felix no paraba de insistirle que abortara, que sería lo mejor.
"—Sólo traerá problemas hyung...lo mejor es sacarlo y olvidarte que lo tuviste."
Y si fuera tan sencillo y fácil hacerlo, Seungmin lo habría hecho, pero ponía en riesgo su vida y la de su lobo, se arriesgaría a enfermedades sin cura como lo es la pérdida de su lobo y aquello conllevaría a tragedias para su vida.
Y esas palabras se repetían una y otra vez en su cabeza, haciéndole soltar más lágrimas las cuales nadie notaba, con el cubrebocas y el gorro apenas y se veía su rostro. Observaba por la ventana las personas pasar, todo estaba tan calmado, todos parecían no tener problemas.
Se planteó la idea por varios minutos y finalmente se puso de pie y pagó, salió y a paso lento se dirigió a una clínica privada. No estaba seguro pero escogería lo correcto.
Estaba por entrar pero un aroma lo aturdió, miró en todas las direcciones hasta toparse con él. Paró en seco, no estaba solo. Él iba con ella, la misma con la que se topó varias veces en casa. Estaba parado en medio de la gente que pasaba mientras que Bangchan estaba sentado en una banca con ella, besándose.
Le dolió, claro que le dolió. Le partía el corazón pensar que él nunca le correspondería su amor y peor aún, nunca querría a su hijo. No valía la pena llorar y eso Seungmin lo sabía muy bien pero ahora, después de tantos rechazos, insultos y humillaciones, estaba harto de todo y de todos, soltar un par de lágrimas no ayudaría pero allí estaba, llorando sin ser visto por nadie.
O eso pensó el ya que bajó la cabeza y se olvidó de todos los que por allí pasaban, solo pensaba en esa criatura, en su futuro y jamás se imaginó que su alfa, se diera cuenta de su precencia. Bangchan notó el dolor por medio del lazo, levantó la vista y lo vio, de pie a unos metros de él, con la cabeza gacha y llorando, no lo veía pero lo sentía. Se despidió de la omega un poco frío y observó a Seungmin. ¿De verdad se acercaría y lo llevaría a casa? ¿Tendría el corazón tan frío para seguir jugando con Seungmin? ¿Seguiría confundiéndolo más?
Pues eso parecía pues el pelinegro se acercó hasta Seungmin, notó cierto olor raro en el omega pero lo pasó por alto. Solo estaba a dos pasos de Seungmin y por algo extraño, se acercó más y le tomó la mano que Seungmin tenía hecha un puño, a decir verdad se veía tierno. El omega se alejó de inmediato ante el toque como si éste le quemara. Vio asustado a Chan y se fue, no tuvo el valor de mirarle por mucho tiempo, se fue y dejó a Chan algo desgustado pues el alfa quería llevarlo a casa.
Suspiró, total tenía que darle igual, ¿no?
Pues la verdad es que sí le importaba ya que desde hace ya algunos días, el alfa sentía ciertos aromas diferentes en el omega, cuando terminaban de ensayar, el omega desprendía un olor parecido a la leche. O cuando comían, Seungmin cocinaba para siete pero no le dejaba a Chan, y la comida se acababa. Es decir, Seungmin comía por dos.
El alfa llegó a casa y se extrañó al no percibir el aroma de ninguno de los del grupo. Se fue a su habitación y fue cuando por fín sintió otro olor en la casa. El fuerte olor a oreo le pegó al abrir la puerta de Seungmin.
La cerró de un portazo y se fue directo a su habitación. Ese olor lo aturdió demasiado y claramente no estaba pensando bien, se metió a bañar olvidándose de Seungmin por horas.
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