Pokemon : Aura of Darkness

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Nate: La vida es una carrera.

La gente dice que la vida es una carrera, debes seguir corriendo para llegar lo más lejos posible. Si no puedes correr, camina; no puedes clasificar el rastreo.

Yo digo que eso es una mierda.

Si no puedes correr, no deberías correr en la carrera. Las únicas personas que pueden correr tienen derecho a vivir.

Después de pasar bastante tiempo en la oscuridad, supe que la fuerza lo es todo. Los débiles no tienen derecho a opinar y hacer lo que dicen los fuertes.

Así que decidí volverme fuerte. Más fuerte que todos los entrenadores... más fuerte que los cuatro de élite... más fuerte que mi padre.

Para eso necesito Pokémon fuertes en mi equipo, los Pokémon débiles no son más que basura.

Pensé que el destino estaba conmigo cuando conseguí a Chimchar, quien dominó todas las batallas en las que participó.

Luego obtuve un Charmander del profesor de la región de Kanto. Lo elegí porque pensé que un pokemon con un linaje de dragón sería fuerte, pero qué equivocado estaba.

Esa basura fue una desgracia en el nombre del dragón. No puede seguir órdenes como Chimchar, no puede usar movimientos a pesar de que yo le di de comer T.Ms, y ni siquiera puede dar pelea.

Finalmente, estallé cuando perdió con una planta asquerosa a la que no pudo darle ni un solo golpe. Decepción total.

Aunque Chimchar perdió, no me humilló y derribó ese trozo de planta.

Chimchar no fue mi primer Pokémon, hace años tuve un Starly.

Lo amaba más que a nada, lo alimentaba, lo cuidaba, lo entrenaba y hacía todo.

Yo también era un entrenador que soñaba con convertirme algún día en un entrenador de primer nivel y ganar fama, pero todo se vino abajo el día que un Pokémon salvaje atacó.

(Ya pero no me cuentes tu vida crack)

Ese bastardo a quien alimenté, cuidé, entrené y con quien compartí mis sueños se escapó sin mirar atrás.

Porque era débil.

No tenía poder sin mis Pokémon, corrí... corrí lo más lejos que pude pero aún así no pude escapar.

El Pokémon salvaje me arañó y me mordió mientras luchaba. Ese día me di cuenta de lo débil y patético que era.

¿Amor? ¿Amabilidad?

Todas esas son emociones sin valor.

¿¡De qué sirve el amor si eres débil!? Si no hubiera sido por mi mayordomo que llegó a tiempo, habría muerto, olvidado como el paso del tiempo.

No necesito personas débiles en mi vida.

Ese incidente cambió mi vida. Aunque la mayoría de mis heridas y huesos rotos sanaron, aún quedaban cicatrices que me recuerdan todos los días que los débiles no tienen derecho a vivir.

No sé por qué, pero siempre surge una línea en mi mente que dice alguien: "Si quieres vivir fuerte, elimina todas las debilidades de tu vida. Ya sean emociones, personas o incluso tus creencias".

Recordaría a ese entrenador, Aoki.

No solo porque fue él quien me dio mi primera derrota oficial, sino que también me ayudó a eliminar la basura de mi vida.

Después de esa derrota, me di cuenta de lo que me faltaba, así que decidí ser fácil con esa chica de cabello naranja y abandoné el torneo.

La gente diría que soy cruel, un bastardo inútil, pero no me importa.