Yo no quería nada de todo esto, y ya me había dado por vencido con el amor. Pero tu nombre me persiguió y reapareció de repente. Reapareció de repente e hizo latir mi corazón a cien mil por hora, como reclamando lo que era suyo pero que decidí quita...
Querida personita que me está leyendo. Hola. Sin querer pero igual un poquito queriendo me atrevo a interrumpirte para anunciar que este capítulo que viene a continuación hace un enorme salto en la historia para relatar cosas que solo pasan bien adelante.
No se trata de un error está hecho a propósito. Modificara la idea que se harán los lectores del resto de la historia, pero no les revela nada de lo que viene a continuación ni mucho menos el final de esta historia.
Puede que valga la pena leerlo desde ya, como también puede que sea aún más interesante no saber lo que contiene por ahora. Cuando llegue el momento igual en futuros episodios volveré a intervenir para decir cuando toca leerlo sí o sí para entender lo que sigue. Por el momento no es necesario. Así que léelo ya si quieres o espera un poco más, de igual forma, recuerda que tu elección tendrá una influencia directa sobre tu percepción de la historia.
Sin presionar más continuemos.
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Antes de ti estaba bien pero después de ti no siempre se puede volver a estar bien como si nada. A veces estamos perfectamente bien sin algo pero una vez que nos lo dan no nos podemos volver a separar de ese algo. Por qué? Porque cambió el orden de nuestras vidas para adaptarse y crear su propio lugar. En el momento no nos damos cuenta y los dejamos poner nuestro mundo de cabeza y remodelarlo. Porque pensamos que nunca se irán, que todo lo hacen para que estén más cómodos en el hogar que escogieron. Vuelven nuestros corazones una mierda, y lo peor es que nos hacen amar el desastre que queda como resultado. Después se van, y al irse nos damos cuenta de todo lo que cambiaron y entendemos que estamos jodidos ya que no podremos solo pasar página para seguir adelante, cambiamos. Y nos falta un pedazo. Eso fue lo que me hiciste tú.
La partida de alguien rara vez es lo que nos duele, duele es la ausencia de ese alguien, la idea de romper el tren de normalidad que se llevaba. Yo contigo nunca tuve miedo de esa ausencia, porque ni siquiera me imaginé que fuera posible. Tú me hiciste sentir que era tonto e imposible, que eramos para siempre. Y luego te fuiste descaradamente así sin nada.
Que yo sería el responsable de que lloraras, sufrieras. Por favor. No tenía intenciones de hacerlo pero por si las dudas tú te adelantaste y tiraste mi corazón con todo lo que tenía que ofrecer. Al parecer era un mal en tu vida, y lo quitaste como una mala espina.
No tenías derecho de venir a hacerme soñar con tanto. Ahora mírame, tirado en el piso, sobreviviendo con alcohol, ya no salgo con amigos, ya no contestó ninguna pregunta sobre ti. Y lo peor es que a pesar de todo no puedo dejar de pensarte.
No puedo evitar culparme, sé que tengo un carácter de mierda y que aunque muchas veces me dijiste que para ti eso no era una molestia, yo siempre sentí que te terminaría por hacer daño. Lamento no haber sido tan perfecto, lamento ese único defecto. Ahora te fuiste y yo no sé como seguir. Digo que puedo, fingo que puedo. Pero ya no como ni duermo, y tú a tantos kilómetros de mi te estás riendo. Al menos me hubieras bloqueado de las redes. Pero una parte de mi está feliz de que no lo hicieras, te quiero ver triunfar aunque sea sin mi, o al menos esa parte de mi que aún quiere creer que todo esto es una pesadilla y que un beso tuyo pronto me despertara para sacarme de ahí.
El amor no es real, no existe. Y nunca debí permitirme ser débil por una mujer. Que seas feliz. El día que salga de esta trataré de serlo también.
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Y aquí lo tienen, Kai. totalmente destruido, un corazón no roto sino destrozado. Pobre muchacho.
En la vida cada vez que una persona que queremos se va sentimos esta sensación de vacío, como si nos hubieran dejado un agujero en el corazón. De vez en cuando están estas personas que se topan con unas que no se conforman con dejar este agujero, sino que dejan un agujero especial, de una forma imposible de definir, una forma única, como para asegurarse de ser los únicos capaces de rellenarlo. Esos agujeros no se curan ni con tiempo ni encontrando otra pieza, porque no importa la pieza siempre dejará parte del agujero vacío y no importa si tratamos de moldear una, no existe material capaz de resistir la presión necesaria para conseguir, el tamaño, la forma, el grosor y el peso requerido. Esas son las personas que nos dejan con la esperanza y el pesado recuerdo de lo que pudo ser y que no fue. Son las que nos dejan convencid@s de haber encontrado a la persona correcta en el momento equivocado.
Ahora mismo Kai tiene roto el corazón y el alma, pero él no se quedó con la esperanza de lo que pudo ser. No guardo rencores ni enojos. Solo lo quiebra el dolor, uno de esos que destruyen y no de los que forman la personalidad.
