Capítulo 4: Y volviste

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Pasaron 5 años desde la última vez que vi estos ojos brillantes.

Durante estos cinco años ha pasado de todo en mi vida, pero especialmente traté de olvidarte. Al principio no lo soporté, tu ausencia me era insoportable, especialmente sabiendo que no te despediste. Te fuiste en época de vacaciones entre risas, todo el mundo suponía que volverías pero no lo hiciste. Volví de mis vacaciones, te busqué y no te encontrabas como siempre solías estar. No estabas en clase, no me molestaste y no hubo nadie para molestarme en todo el día. Me enteré por lo que escuche de los otros que te habías cambiado de colegio. Mi orgullo no me dejo ir hasta allí para encontrarte, para hablarte por más de que quedaba a tan solo 10 minutos de nuestro antiguo colegio. No lo aproveche o eso te deje creer pero les pedí que te fueran a ver a unos amigos me trajeron noticias y 1 año después ya nada, no escuchaba tu nombre solo viniendo de mi boca. Decía tu nombre sin quererlo, me salía sin pensar, no puede estar con nadie más jamás. Tu recuerdo no me dejaba, todas las demás me parecían tan distintas, tú eras la única, a todas ellas les faltaba un poco más de ti. Les faltaba tu nombre, les faltaba tu arrogancia, les faltaba tu inteligencia, tu inocencia, tu sonrisa, tu lado perverso y tu mirada. Nunca nadie supo mirar como tú miras desde que te fuiste.

Y de repente volviste, como un huracán, no diste aviso previo ni nada, solo llegaste. Entraste solo para decir, ¿te acuerdas de mi? Una pregunta tan simple y luego me escribiste tu nombre, entre más lo leía más volvía a resonar en mi cabeza este nombre. MICHI. Me vuelves loco exactamente como lo hiciste cuando estabas conmigo. Volviste pero es como si no lo hubieras hecho porque ahora estás a 1615 km de mi, pero a menos de 1 mm de mi corazón. Volvió a latir tan fuerte mi corazón con solo leer tu nombre que desde ahí me basto para saber que había fracasado en la misión que le había impuesto a mi corazón el de olvidarte. Lo peor es que estoy feliz por eso. Que me hiciste para tenerme a mí de vuelta listo para sacrificar todo solo para enamorarte.

Esta historia de amor sería un poco muy fácil si fuera solo eso, 1615 km son pocos kilómetros después de todo porque con los aviones son unas pocas 6 horas después de todo. Esta es una historia de amor escrita sobre temor, preocupación y un corazón que no aguanta ni el miedo de cada día ni la imposibilidad de verse, es un amor imposible, que se tendrá que hacer posible. Si querían una historia de amor de la fáciles de las lindas en dónde nada se complica, con una boda al final y todos felices cambien de libro y háganlo ya porque no voy a cambiar la trama.

Te volví a encontrar mi bella luciérnaga, y otra vez pienso no haber soñado cuando sentí que me mirabas distinto a los demás. Vuélveme a mirar así y permíteme escribir a tu lado una historia de nosotros dos en contra del mundo entero.

Tú, yo y el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora