Te amé tanto, te amo tanto y desde hoy sé que te amaré tanto que me da miedo. Me da miedo, por la facilidad que tienes para entender cuando puedes derrumbar y traspasar mis límites y cuando las tienes que dejar quietas. Me da miedo esa manera tan dulce tuya de decirme sin decirme que esa parte de mi para ti es un desafío y que solo la aceptas como si nada. Me da miedo lo perfecto que luces siendo tan imperfecto. Me fascina que tu lenguaje de amor sea moldeable y que se sepa adaptar a todas mis inseguridades. No creí poder amar pero algo que sí sé es que, a ti, sí te puedo amar, y si te podré amar.
Temo con el alma esa libertad responsable que me ofrecen tus brazos. Me abrazas para cuidarme, me abrazas para sacarme de mi zona de confort. Empujamos los límites tan lejos como yo los quiera tener pero las dejamos en el límite que no ponga en peligro mi vida, ni mi futuro. Nunca pensé ser la mujer que sería el 100% de la vida de alguien, y yo no era la indicada para ser la mujer de tu vida tampoco. Es solo que tu llegaste buscando absolutamente nada, y por alguna razón decidiste que yo era ese alguien que buscabas, con todo y defectos. Viste en mí un complemento, el más perfecto, para tu perfección. No te importo para nada lo rota que yo hubiera podido estar. Para mí eres perfecto. Y quien diga lo contrario que se vaya a la mierda, porque tu mirada, tu sonrisa, tu manera de burlarte de la vida mientras la disfrutas, de reirte de la muerte mientras de ella huyes, tu manera de ser irresponsablemente responsable, me vuelves loca. Eres la razón por la cual volví a tomar la batalla, si que suene cliché por ti me reempecé a arreglar, aunque dejándolo claro, si lo sigo haciendo es por mí. Por ti acepté ser yo misma, me diste la confianza de mandar al carajo a los demás y sus opiniones.
¿Por qué? por qué te tenías que adaptar a mi tan perfectamente? por qué en algún punto debimos encajar perfecto? Por qué me da tanto miedo al mismo tiempo que me excita tanto tenerte? Por qué me aterra tanto perderte?
Tú no rompiste las barreras de mi corazón, las derrumbaste hasta asegurarte que yo no pudiera dar vuelta atrás. Contigo encontré un nuevo significado a la vida, y de repente todas las razones que antes me parecían tan tontas y estúpidas por las cuales querer vivir. Tantos sueños que jure nunca compartir con nadie se vuelven una opción.Así que no seas imbécil y no te atrevas a jugar con mi corazón, tumbaste mis defensas y ahora solo queda un corazón latiendo a mil por hora por tu culpa y frágil. No lo tomes como un juguete, nunca antes había confiado en nadie como hoy confío en ti, por favor, que no me arrepienta.
Vamos por todo.
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Tú, yo y el destino
RomansaYo no quería nada de todo esto, y ya me había dado por vencido con el amor. Pero tu nombre me persiguió y reapareció de repente. Reapareció de repente e hizo latir mi corazón a cien mil por hora, como reclamando lo que era suyo pero que decidí quita...