Necessary Evils 4

Veintitrés - Jungkook

—Bueno, entonces, aquí va nada—, dijo Calliope.

Jungkook observó en el monitor cómo Calliope abría el enlace que había usado para tratar de unirse al juego. Su estómago se sacudió cuando apareció el gráfico de la vieja escuela preguntándole si quería jugar el juego. Ella hizo clic en el botón sí. El cursor parpadeó durante cinco minutos. Luego, al igual que la última vez, apareció la advertencia GAME OVER y la pantalla quedó en blanco.

—Mierda—, murmuró Noah. —¿Y si no muerde?—

—Ten paciencia,— advirtió Calliope.

Pasaron los minutos, la piel de Jungkook se erizaba con cada segundo, hasta que finalmente aparecieron palabras en letras mayúsculas en la pantalla.

TE DIJE. JUEGO TERMINADO.

Calliope hizo clic en el cursor parpadeante y escribió: Sé quién eres.

NO, NO LO HACES.

Calliope no dudó antes de responder: Claro que sí, Freddie.

—Eso debería ponerlo nervioso. Ahora, solo necesito hacer un intento muy obvio de violar su sistema—. Jungkook escuchó el tecleo furioso de Calliope. —Eso debería hacerlo—.

¿ESTÁS TRATANDO DE HACKEARME?

Calliope se rió maniáticamente, escribiendo: ¿Intentando? ¿Quién me va a detener?

—Está bien, vayan—, siseó ella.

Noah giró su silla hacia los otros dos monitores, presionando algunos botones. Jungkook solo podía ver cómo aparecían las imágenes de satélite, aparentemente refrescándose cada treinta segundos. Noah usó un auricular que lo hizo parecer un poco como si estuviera trabajando en la ventana en un In&Out; o un Burger, pero sus comandos fueron breves y directos.

—Manténgase. Hay dos tipos de seguridad parados a las nueve en punto. Parece que están mintiendo—.

Los demás permanecieron sumergidos mientras Calliope continuaba provocando a Freddie. —Sí, así es, cabrón, ven a buscarme—.

—Los dos guardias se están separando—, dijo Noah. —Uno se está retirando por el lado este de la propiedad. El otro se queda quieto. Esperen mi señal, luego prepárense para saltar.—

Cuando el guardia le dio la espalda, Noah dijo: —Vayan, ahora. Derríbenlo.—

El corazón de Jungkook se detuvo cuando Seokjin emergió del agua con un movimiento fluido, atrapó al hombre por detrás y le cortó la garganta sin esfuerzo antes de arrastrarlo de vuelta al agua.

—Uno menos—, dijo Jericho.

—Están listos para ir—, indicó Noah.

Jungkook caminó de un lado a otro mientras caminaban desde el mar, escondiendo su equipo de buceo en la orilla debajo de algunas plantas. Todos llevaban cámaras, pero a Jungkook solo le importaba una: la de Seokjin.

¿DE VERDAD CREES QUE ERES LO SUFICIENTEMENTE BUENO PARA HACKEARME? ¿A MÍ? ERES UN PUTO AMATEUR.

Calliope se burló pero no respondió a su mensaje, se concentró en lo que fuera que estaba haciendo que tenía líneas de código parpadeando en la pantalla a un ritmo vertiginoso. —Eso es todo. Vamos. Sólo un poco más, tonto hijo de puta—.

—¿Besas a tu madre con esa boca?— Noah murmuró en las comunicaciones.

—Mi madre está muerta—, respondió Calliope.

—Otro guardia a las doce en punto, de pie en el hueco detrás de la pared decorativa. Tiene un rifle de asalto y un arma lateral.

August les indicó a los demás que se quedaran, luego se arrastró hasta la pared con sus recortes de inspiración marroquí, sacó una daga de aspecto malvado de una vaina en su pierna y la envió a través de uno de los huecos. —La guardia dos está lista—.