c.11

392 51 25
                                    

¿Qué? me sentí nauseabunda de un segundo a otro, mi cuerpo llegó a doler de la impresión.

— Y-Yo no sé— titubeé como idiota, ¿a qué iría yo a su casa?

Jeon no quitaba sus ojos de mí, y en un segundo su sonrisa comenzó a ensancharse.

— Sí puedes— musitó— así conoces a mi perro, de seguro te gustará, ¿te gustan los animales, verdad?

Acto seguido, se acomodó en el asiento y encendió el auto. Yo tragué saliva mientras sentía mis manos sudar de forma exagerada.

— Claro que me gustan— mi voz tembló un poco, pero intenté lo posible en ocultarlo— pero me dan miedo— mentí descaradamente— casi les tengo fobia— otra gran mentira.

Jeon se rió y no detenía el auto.

— No parecías tenerle fobia al perro que acosaste en la veterinaria.

Inmediatamente mis mejillas comenzaron a quemar horrible. Cerré mis ojos con fuerza. Rayos. Realmente era pésima para mentir.

— Eres malísima para mentir— soltó burlándose— Sun, solo quiero conocerte un poco más, es todo. No pasará nada raro.

Ay no, eso había sido pero. ¿Y si podía leer mis pensamientos?

— Además, así te relajas un poco sobre lo de Melody.

Mi estómago se revolvió al pensar en Melody. Pero a la vez, sentí alivio al recordar que estaba en la veterinaria sana y salvo, recuperándose. En gran parte gracias a Jeon.

Tal vez solo debía quitarme los pensamientos intrusivos y entender que, él solo quiere hacer una nueva amistad.

— Está bien, es cierto.

— Sun, te prometo que no hace nada. Él solo quiere saludarte.

Yo negué por décima vez adentro del auto, sin querer salir de ahí ni aunque me pagaran. Había un perro enorme junto a Jeon, y con mucha energía.

— Bam, siéntate— el perro inmediatamente obedeció. Eso hizo tranquilizarme un poco pero no lo suficiente.

— Vamos Sun, es juguetón, no te haría daño– Jeon realmente parecía entusiasmado con la idea que conociera a su perro. Pero es que desde aquí podía ver que ese perro en 2 patas lograba ser más alto que yo.

Sonreí levemente, mientras en mi mente ya iba por el décimo ave maría. Todo esto es por ti, Melody.

Abrí la puerta del auto y con cuidado salí de este; sin quitar mis ojos del perro.

Pude ver de reojo a Jeon sonreír.

Cerré la puerta y me mantuve parada por un buen rato.

— ¿Y ahora qué te pasa?— preguntó Jeon cambiando un poco su semblante.

— Es que me da miedo— contesté sin poder ocultar el pavor que sentía. Dios, me debía de ver humillante.

Respiré hondo y comencé a acercarme poco a poco hasta ambos. Comenzó a mover la cola inmediatamente pero sin moverse de su lugar ni posición.

Cuando estuve lo suficientemente cerca, Jeon sonreía de par en par.

— Hola, lindo perrito— sonreí casi temblando mientras sentía mi corazón latir en mis oídos.

pacify her ➳ jeon jungkook. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora